El pasado domingo, el analista tecnológico Matthew Brennan tuiteó un vídeo grabado por el en el aeropuerto internacional de Chengdu-Shuangliu (China). En él, se ve al propio Brennan situándose frente a una monitor con información del aeropuerto, de tal manera que la cámara pueda escanear su rostro para identificarle.
En pocos segundos, el monitor muestra el estado de su vuelo y la ruta desde ese punto hasta su puerta de embarque: "¡Fijaos en que no metí ningún dato, que identificó con precisión toda la información sobre mi vuelo a partir de mi cara!".
Wow! China Airport face recognition systems to help you check your flight status and find the way to your gate. Note I did not input anything, it accurately identified my full flight information from my face! pic.twitter.com/5ASdrwA7wj
— Matthew Brennan (@mbrennanchina) 24 de marzo de 2019
Desde entonces, el tuit se ha convertido en 'viral' (más de 17.000 RTs y de 30.200 'likes') en este momento, y ha generado casi 20.000 respuestas, con tuiteros posicionándose a favor o en contra de la proliferación de tecnologías de identificación biométrica en China.
La mayoría consideran siniestra esta apuesta del régimen chino por el control social ("Gran Hermano", "fascismo" o "distopía" son algunos de los términos utilizados), que se extiende mucho más allá de los aeropuertos, llegando a servir como herramienta para regular quién tiene acceso al transporte público y cómo se cruza por la calle.
Según recoge Business Traveller, Brennan vuela a menudo entre aeropuertos chinos por razones profesionales y nunca había visto un dispositivo similar al de su tuit, "ni siquiera en Pekín y Shangai"; aunque el aeropuerto de Hongqiao (Shanghai) anunció en octubre la puesta en marcha de un sistema de reconocimiento facial destinado a servir como registro de entrada automático, y control de seguridad y de embarque.
Y, si bien reconoce simpatizar con los defensores de la privacidad (son "preocupaciones naturales" [...] debemos cuestionar que uso se da a nuestros datos personales"), él no se muestra tan escandalizado como los usuarios que han respondido a su tuit:
"Considero que un aeropuerto internacional es un entorno de alta seguridad, y entiendo que realizar un seguimiento de los viajeros por todo el aeropuerto es aceptable, cuando no deseable".
Brennan señala, además, que en Occidente ya aceptamos mostrar el contenido de nuestros bolsillos, que nos escaneen el equipaje o que nos ordenen quitarnos el cinturón y los zapatos, que también son formas de renunciar a nuestra privacidad.
Además, la tecnología de reconocimiento facial hace tiempo que se viene probando, si bien de manera excepcional, en diversos aeropuertos de Occidente. Los propios Estados Unidos tienen en marcha un (polémico) proyecto de implantación masiva de esta tecnología.
Vía | Business Traveler