Reconocimiento facial con IA

Parece la típica trama de una película de espías: matar a alguien con el fin de usar sus huellas, su ojo o su rostro para desbloquear un sistema de seguridad biométrica. Y sin embargo, las medidas destinadas a impedir esto no son de ficción

Todo indica que, involuntariamente, investigadores y universidades de Occidente están compartiendo conocimientos con sus colegas chinos que, involuntariamente, se traducen en mejoras de los sistemas de vigilancia masiva del gigante oriental

Los manifestantes de Hong Kong continúan prolongando su pulso con el régimen comunista chino, y ahora el campo de batalla está en la privacidad: en las calles los manifestantes enfocan láseres contra los agentes para no ser identificados.

Una foto tuya puede haber ayudado, sin tú saberlo, a optimizar los sistemas de vigilancia de alguna dictadura. Más allá de la polémica en torno a FaceApp, son muchas las vías por las que podemos llegar a perder el control de nuestro rostro.

La compañía Megvii, proveedora de reconocimiento facial del gobierno chino, permite escanear la nariz de los perros (su 'huella dactilar') para buscarlos si más tarde se pierden.

Mientras Microsoft reclamaba a los legisladores estadounidenses mayor regulación de la tecnología de reconocimiento facial, mantenía disponible al público un dataset con fotos de "celebridades"... pero no todos los fotografiados lo eran.

La tecnología de reconocimiento facial de Ever, entrenada con los datos extraídos de las fotos de sus usuarios, se vendía después a agencias gubernamentales y empresas privadas.

El régimen de Pekín ya no sólo busca identificar la identidad de rostros individuales: su sistema de vigilancia masiva mediante vídeo ya identifica también particularidades étnicas.