Si tuviésemos que representar el árbol genealógico que acaban de elaborar en la Universidad de Oxford, el resultado, probablemente, se parecería más a un bosque que a los estilizados arbustos que dibujábamos en el cole remontándonos, con suerte, hasta nuestros tatarabuelos. Como mínimo, el resultado de Oxford se parecería a una secuoya de raíces y ramas carnosas. Y es lógico. Lo que han elaborado en el Big Data Institute de la institución británica es la mayor genealogía de la historia de la humanidad, con casi 27 millones de antepasados que se remontan miles de generaciones.
Como lo denomina la propia Universidad de Oxford, se trata del "árbol genealógico humano más grande de la historia". No es una metáfora, ni una exageración, ni un gancho publicitario. Su diseño resume los lazos que nos unen a todos, entre nosotros, y con nuestros ancestros. También cómo nos hemos dispersado a lo largo y ancho del globo. Para trazarlo sus creadores han integrado datos de genomas humanos modernos y antiguos de ocho bases de datos distintos. Una suma de 3.609 secuencias genómicas individuales, en total, procedentes de 215 poblaciones distintas.
Para su trabajo los científicos de Oxford usaron genomas que incluían muestras de todo el mundo con entre 1.000 y 100.000 años de antigüedad. Con ayuda de algoritmos predijeron dónde se ubican los ancestros comunes y dieron forma a una gigantesca red con casi 27 millones de ancestros. Con esa información estimaron dónde habían vivido y montaron un vídeo espectacular de 40 segundos que muestra la dispersión desde África Oriental hacia el resto del planeta.
Un árbol con ramas por todo el globo
“Hemos construido un gran árbol genealógico, una genealogía para toda la humanidad que modela tan exactamente como podemos la historia que generó toda la variación genética que encontramos en los humanos hoy en día. Esta genealogía nos permite ver cómo la secuencia genética de cada persona se relaciona con las demás, a lo largo de todos los puntos del genoma”, explica el doctor Yang Wong, genetista evolutivo, en un comunicado de la propia Universidad de Oxford.
A lo largo de las dos últimas décadas la genética humana ha experimentado avances notables. Quedaba sin embargo el gran desafío —explica la universidad— de combinar secuencias genómicas de múltiples bases de datos y desarrollar algoritmos para manejar su información. El trabajo del Big Data Institute de Oxford es clave precisamente porque se basa en un nuevo método para combinar con facilidad datos de diferentes fuentes y trabajar con millones de secuencias genómicas.
El resultado, sorprendente, muestra una auténtica crónica de la humanidad. Como parte de ese proceso los investigadores esbozaron incluso en qué parte del mundo vivían los ancestros comunes de los individuos secuenciados. La solución es aún "muy preliminar", señala Anthony Wilder Wohns, uno de los autores del estudio, a Live Science; pero refleja ya eventos históricos trascendentales, como la dispersión del Homo sapiens desde África hacia Eurasia y el resto del planeta.
Imágenes y vídeo | Universidad de Oxford
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