Ironías de la vida, la vivienda, el refugio en el que uno debería descansar de los quebraderos de cabeza del trabajo, las facturas o la política, se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los españoles. Lo dice el CIS, que lo señala como el tercer tema que más sueño quita en el país, solo por detrás de la economía y la sanidad. No es la primera vez que ocurre. Hace más de 90 años, en los albores de la Segunda República, el encarecimiento de los arrendamientos, agravado por otros factores, como la destrucción de empleo y un crecimiento urbano acelerado, ya convirtieron a la vivienda en un problema de primer nivel en Cataluña.
Tanto, que a comienzos de los años 30 dejó un episodio fascinante: una huelga de alquileres masiva. Hay quien calcula que por entonces hubo más de 100.000 inquilinos obreros que dejaron de pagar las mensualidades a sus caseros.
¿Una huelga de alquileres? El concepto quizás resulte llamativo, pero la historia de las huelgas de alquileres, impulsadas por inquilinos que se alían para dejar de pagar toda o parte de sus rentas, es amplia. En términos geográficos. Y temporales. Protestas similares se han registrado en Chile, Estados Unidos, México Canadá, Argentina… Y pueden remontarse a hace más de un siglo. En su crónica destaca sin embargo, por repercusión y proximidad, la huelga de arrendatarios vivida en 1931 en los barrios humildes de Barcelona y poblaciones del entorno.
¿Solo historia? No. Tras el brutal encarecimiento de la vivienda que ha registrado España a lo largo de los últimos años y con un mercado en el que oferta y demanda están cada vez más desequilibrados, la idea de la "huelga de inquilinos" ha vuelto a sonar con fuerza. El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid ya ha convocado una manifestación para octubre por la subida de precios, primer paso de una "escalada de movilizaciones" que tiene la huelga en el horizonte.
"Si una inquilina deja de pagar, el problema lo tiene ella. Si diez mil inquilinas se organizan para no pagar, el problema lo tienen sus caseros. En eso consiste una huelga de alquileres, una herramienta que necesitamos recuperar", defendía hace poco el colectivo. Hay quien ya cuestiona el amparo legal de una medida así.
El recuerdo de 1931. El debate refresca el recuerdo de una de las grandes huelgas de inquilinato del país, la vivida hace más de nueve décadas en la capital catalana. Para entender lo que ocurrió entonces y cómo y por qué decenas de miles de familias se organizaron para poner en jaque a sus caseros hay que comprender antes el contexto, uno marcado por tres grandes factores: el crecimiento urbano, el desempleo t la inflación. Los tres se entienden mejor con ayuda de cifras.
Una ciudad en crecimiento… Durante las primeras décadas del siglo XX Barcelona vivió un crecimiento brutal. Su prosperidad, las promesas de empleo y las expectativas y trabajo generados por la Exposición Universal de 1929 hicieron que miles de familias recogieran sus bártulos y se mudaran a la ciudad.
Los gráficos del propio Ayuntamiento de la Ciudad Condal muestran un crecimiento notable a lo largo que se prolongó durante casi todo el siglo XX. Si en 1900 el área metropolitana sumaba unos 614.000 vecinos, en 1950 superaban ya con creces los 1,5 millones. Para alojar a las familias procedentes sobre todo del sur de España y el interior de Cataluña se construyeron las conocidas como "Cases Barates", edificaciones modestas, de una planta y 40 metros cuadrados.
… y con desafíos. La exposición de 1929 sirvió de motor económico y demográfico, pero una vez finalizada Barcelona se vio sacudida por lo que el propio Ayuntamiento tacha de "crisis cruel". "La caída de la construcción en la ciudad y la crisis económica mundial dispararon el desempleo y la inflación", recuerda.
El paró alcanzó cotas disparadas en la construcción. Y si se tiene en cuenta el enorme número de familias asalariadas que vivían de alquiler, que la vivienda absorbía gran parte de los sueldos que cobraban los obreros —hay quien asegura que tras el encarecimiento de los años 20 llegó a suponer hasta un 40%— y que los precios de los alimentos también se incrementaron en esa época, se entenderá mejor el contexto que derivó en la huelga de alquileres de 1931.
No importó que en 1920 se tomaran medidas para contener los precios y la prórroga forzosa de contratos, el famoso decreto Bugallal, tras la Exposición de 1929, la situación con los alquileres a ser directamente "insostenible".
El papel sindical. La huelga de alquileres de inicios de los años 30 en Barcelona no se explica solo por el desempleo y la presión sobre los bolsillos de los inquilinos asalariados. Hay otra clave, igual de relevante: la organización. Tras una etapa de movilizaciones por la subida de precios, el paro y los desahucios, el 12 de abril de 1931 —el mismo día de las elecciones que acabarían derivando en la proclamación de la Segunda República— la CNT lanzó una comisión centrada en los alquileres.
Antes, en otoño de 1930, se había iniciado ya en la Barceloneta un boicot a los alquileres que no tardó en extenderse hacia otros barrios obreros, pero el papel de los trabajadores de la construcción de la CNT para impulsar la huelga resultó clave. Tanto a través del Comisión de Defensa Económica (CDE), como de 'Solidaridad Obrera', diario que animaba a los vecinos sin recursos a que dejasen de pagar sus alquileres y abogaba por perdonar las rentas a los trabajadores sin empleo.
Iñaki García, editor, destacaba hace unos años a El País la naturaleza de las movilizaciones de 1931 en Barcelona, impulsada por los propios trabajadores: "[Fue] una protesta sin líder, un movimiento muy popular y creativo que salió de una estructura, el sindicato de la construcción de CNT, para pasar a los barrios".
Yo no pago. El 7 de mayo de 1931 los cuatro conjuntos de Cases Barates de Barcelona lanzaron un llamamiento a la huelga. Exigían una reducción notable de los precios, de un 40%, además de otras reclamaciones, como mejores conexiones con el centro de la ciudad y servicios sanitarios y de educación. La iniciativa no tardó en escalar. El Ayuntamiento de Barcelona calcula que en agosto de ese año decenas de miles de inquilinos se habían sumado ya a la movilización.
"En 1931 más de 100.000 familias obreras llegaron a dejar de pagar el alquiler de las viviendas. Los barrios de Cases Barates, especialmente en la actual Marina del Prat Vermell, fueron puntos neurálgicos de la protesta", recordaban en 2023 desde el área de Memoria Democrática del Consistorio de la Ciudad Condal, coincidiendo con la presentación de un cómic, 'Rebel·lió', centrado precisamente en lo ocurrido en la metrópoli catalana hace nueve décadas. No todos los cálculos coinciden. Hay quien calcula que en la huelga se pudieron implicar entre 45.000 y 100.000 y quien sitúa el respaldo más de cerca de los 90.000 inquilinos.
Extendiéndose… y con coletazos. La movilización se extendió por barrios y poblaciones como Sants, El Clot o L´Hospitalet y Santa Coloma de Gramenet, con coletazos aún en 1932. Es más, el Ayuntamiento barcelonés asegura que la huelga de alquileres se mantuvo "de manera intermitente" durante la Segunda República. Destaca el caso del barrio de Ferre y Guàrdia, donde el movimiento vecinal contó con líderes como Victoria Ruiz Rodríguez, apodada 'La Benita', y consiguió frenar desahucios. Todo a pesar de la rotunda represión con la que respondían a menudo la Cámara de Propiedad y el Patronato de la Habitación de Barcelona.
Las crónicas de la época destacan los desahucios, durante los que la Guardia de Asalto llegaba a tirar los muebles de las familias desalojadas por las ventanas o a apresar gente que acaban en barcos habilitados como prisión, y la organización de los propios vecinos para volver a instalarse en casas vaciadas. A pesar de la fuerte represión, la huelga logró algunas conquistas, con acuerdos y un fortalecimiento de la solidaridad vecinal, que en algunos casos consiguió frenar los desalojos. Eso sin contar con que miles de familias inquilinas se ahorraron meses de alquiler.
Imágenes | Logan Armstrong (Unsplash) y Ajuntament de Barcelona
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Dyvap
Pues nada, apliquemos el mismo principio en cualquier otra deuda. Entramos a cualquier tienda en masa cogemos lo que queremos y nos vamos sin pagar.
daniel3241
Hace falta dos combinaciones que en esta país de pandereta no nos entra en la cabeza aplicarlo, el primero es aumentar considerablemente la oferta facilitando licencias, cediendo suelo, eliminando regulaciones y acortando plazos.
La otra medida es proteger a los que compran una vivienda (proteger la propiedad privada), la sociedad debe tener una sensación de que su propiedad esta bien protegida por las leyes, que los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado puedan actuar inmediatamente cuando se comete una violación de la propiedad (da igual si es primera ó tercera vivienda).
Con esto último nos aseguramos que los que realmente tienen dinero para invertir en ladrillo (fondos de inversión, constructoras, etc..) lo puedan hacer con total tranquilidad y se puedan acometer proyectos urbanísticos que suplan la enorme demanda de pisos que hay.
Luego hay un ultimo detalle y es que la mayoría de pisos que se construyen se hacen con unos estándares de calidad demasiado altos que inflan en precio y por eso nos encontramos pisos nuevos partiendo de los 250.000€. Eso es como si todos necesitáramos coches y en vez de llenar el mercado de Seats nos ofrecen Lamborghinis ó Ferraris.
SE ESTA CONSTRUYENDO LENTO Y CARO.
TheKinG
El precio de los edificios que alquilan no han subido despues de su compra pero si se han dedicado a incluso duplicar el alquiler, eso es avaricia, deberian multar todos y cada uno de esos edificios donde el beneficio lo han duplicado a costa de sus inquilinos. b4sur4s usureras.
juanangel.muguerzaga
Y venga a promover el Comunismo de mi..da. Vamos a acabar peor que Venezuela.
135614
Si los okupas estuvieran en la p calle a las 24h y los morosos al tercer impago, habría tortas por sacar pisos al alquiler provocando un efecto competencia que bajaría y contendría los precios.
Mientras tanto, mejor vacío.
Y los de siempre con ideas como gasolina para el fuego. Y los culpables ríen.
clarksonevr
Y por cosas como esas hubo una guerra civil justo después.
deiv
"Si diez mil inquilinAs se organizan para no pagar, el problema lo tienen los caserOs".
El charismo ya está aquí.
cacatuaromantica
La gente hoy dia no tiene huevo de hacer nada, solo se quejan por redes
ruben.thrasher
Según la lectura de los comentarios, parece ser que toda España está ocupada, que los caseros son unos pobres angelitos, y que los impuestos son terribles. No tengáis un cáncer, que a lo mejor esos impuestos no os parecen tan malos. Flipo con tanto flipado que habla de comunismo y de impuestos. O estáis en nómina de algunos partidos políticos, o sois ricos o sois unos pobres de mierda que se creen que con su esfuerzo serán Elon Musk
franvillalba
Al final se va a conseguir que el que tenga una casa para alquilar la ponga a la venta y que sea muy difícil encontrar un piso para alquilar y todo será para comprar. Hay que buscar un equilibrio, porque si tensas mucho la cuerda, esta, por definición, se rompe. Cuando no hayan pisos para alquilar, a ver que hacen todos esas personas que no se pueden permitir comprar una casa de 150000€.
Trocotronic
Y de qué sirvió?
jubete
"Inquilina" y "casero". Es fascinante el uso de los géneros por algunas personas. Perdón, persones....
135614
Una huelga tributaria sería más efectiva.
Insumisión fiscal ya.
pathan64
O sea, existe el derecho de hacer un "simpa"
Esto equivale al derecho a robar: apropiarse de algo sin pagar. Alucinante.
A estos niveles llega la imbecilidad en este país.
tomjoma2024
La izquierda cada vez está mas cercana a Alice in Wonderland comunista. Es el sueño mojado de muchos políticos de latino América.
El pensamiento único es lo que importa.
CatTuja
Estamos en una época que prima el individualismo. Por desgracia, dudó que ahora sea posible, nos tienen bien cogidos por los...
McGrego
Ya puestos, dejemos de pagar impuestos y a ver si los políticos hacen algo también.
ultraverse
O sea que pasamos de la "Gran Renuncia" al "Gran Impago". Después vendrán el "Gran Desahucio".. y los "Grandes Disturbios"
antonioertoni
Yo no lo llamaría en huelga, en huelga no cobras por dias que estas en tu derecho a huelga, por lo cual si sigues viviendo en la casa alquilada mas que huelga sería ocupación.
luissegadorsanchez
La culpa del encarecimiento del precio del alquiler lo tienen los políticos que generan las leyes, si en vez de generar leyes que protegen a los morosos, se generarán leyes que protegieran a los propietarios se acabaría el problema. La gente no pone en alquiler sus viviendas libres debido a la desprotección que tienen. Si el inquilino deja de pagar, se debería de poder sacar a esa persona de manera inmediata, y no intentar regular el precio. Cuantas más viviendas en alquiler el precio será más bajo.
ciclistantisistema
Qué bueno sería que se aplicará lo mismo a los impuestos que rapiñan y disfrutan a todo lujo la Aristokasta Polítika. Se llama HUELGA FISCAL, y cuántos beneficios tendría para la regeneración democrática de España.
Usuario desactivado
Y aquí el verdadero motivo por el que no se pueden comprar una casa: son gilipollas.