Las carreras de fondo están de moda. Tanto entusiastas del deporte como corredores de élite se pasan los fines de semana trotando por las aceras y saliendo a correr al aire libre para entrenar y competir en ultra maratones, triatlones y carreras de obstáculos.
Los runners suelen afirmar que corren como vía de escape ante las exigencias de la vida cotidiana, para poder experimentar [la libertad][1] o dicen que corriendo encuentran una buena forma de [meditación][2]. Sin embargo, para mi [tesis doctoral][3] de reciente publicación, he investigado qué es lo que realmente motiva a la gente a torturarse a sí misma corriendo cientos de dolorosos kilómetros en su tiempo libre, sin importar el clima. La conclusión a la que he llegado pinta una imagen bastante diferente.
Mi investigación demuestra que correr se ha convertido en una forma de adquirir estatus social mediante la creación de una imagen o [marca personal][4]. Aunque la mayoría de los runners afirma que sólo compiten consigo mismos, a menudo utilizan sus marcas personales para competir con otras personas. No sólo tiene que ver con las carreras en sí, sino también con la competitividad en los puestos de trabajo, en el mundo educativo e incluso en las citas amorosas en nuestra sociedad individualizada.
Las redes sociales y las aplicaciones como [Strava][5], que conecta a millones de runners, se utilizan cada vez más con dicho fin. La marca personal también se confecciona en otros ámbitos de nuestras vidas, como puede ser en la cocina. Puede que alguna vez hayamos disfrutado cocinando y comiendo una comida sencilla con amigos. Sin embargo, los ingredientes de moda, los platos complejos y los electrodomésticos sofisticados de cocina se utilizan para demostrar cuánto sabemos del tema, [a menudo en las redes sociales][6].
Del mismo modo, salir a correr y hacer ejercicio solía ser algo sencillo: algo a lo que dedicábamos unos pocos momentos a la semana. Pero al igual que la cocina, detrás del running hay toda una industria. En realidad no necesitamos nada especial para correr, en teoría lo podemos hacer hasta descalzos. A pesar de todo, se ha creado toda una industria en torno al deporte: desde zapatillas deportivas, ropa de entrenamiento, carreras especiales, consejos dietéticos e incluso [packs de vacaciones de entrenamiento][7].
Por lo tanto, no es de extrañar que salir a correr sea algo tan idealizado tanto en la publicidad como en las campañas de salud pública y que a menudo se cuenten las mismas historias que los propios runners cuentan. Nos sugieren que correr es una forma de [liberarse de las exigencias][8] de la sociedad contemporánea para ser competitivos, productivos y disciplinados. Se trata de la tranquilidad de la naturaleza y de una comunidad con otras personas [con ideas afines a las nuestras][9].
La mentalidad de runner
Mi investigación está basada en entrevistas y en el análisis de los diarios de entrenamiento de 33 runners. Es lo que los científicos denominan "investigación cualitativa", una investigación basada en información detallada y no en grandes cantidades de datos. Los participantes de la investigación procedían de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Suecia, Dinamarca, Finlandia y el Reino Unido. También acudí a competiciones de triatlón, carreras de obstáculos e incluso participé en una ultra maratón como parte de mi investigación.
Los corredores de fondo normalmente se fijan en la velocidad y la distancia de la carrera, midiendo y cuantificando constantemente su rendimiento. Una runner me explicó lo mucho que le costaba correr a modo de entretenimiento sin dejar de mirar su reloj inteligente, confesándome que si su reloj se quedaba sin batería durante una carrera, probablemente se rendiría y se iría para casa. Todos los runners de mi investigación cuantificaban sus carreras de forma parecida y todo menos uno compitieron en carreras cronometradas.
También descubrí que, cuando se trataba de describir su hobby, los runners utilizan conceptos asociados al pensamiento neoliberal: productividad, rendimiento y competitividad. Hablan de "invertir" tiempo y dinero en equipamiento y formación para obtener los mejores resultados, un lenguaje económico que suele estar más relacionado con el mundo laboral.
¿Por qué hablan así? En nuestra sociedad, estamos [bajo presión para ser productivos][10], eficientes y competitivos. Dicha presión resulta imposible de resistir para muchos runners y transforma la forma en la que entienden y disfrutan sus carreras. Por lo tanto, salir a correr se convierte en una forma de demostrar lo productivos que somos y los runners utilizan sus logros para crear marcas personales y competir con otras personas por el estatus social.
También analizé las tácticas que utilizan los runners y no es inusual que pongan sus hazañas deportivas en su currículum o en sus perfiles de aplicaciones para ligar. Incluso algunas consultorías de gestión se jactan en sus [páginas web][11] de los tipos de carreras de fondo en las que han participado sus empleados, a pesar de que no existe un vínculo evidente entre ser un buen runner y ser un buen consultor. Lo que cuenta son más bien las apariencias.
Nadie nos obliga a participar en carreras de fondo, pero tampoco ninguno de nosotros es completamente libre en sus decisiones. En una sociedad o en un grupo de personas, siempre existen ideales o normas que nos animan a tomar una decisión sobre otra, y en una sociedad neoliberal los ideales económicos como la productividad resultan primordiales. Aunque los corredores de fondo tienen multitud de razones para salir a correr, siendo una de esas razones la sensación de libertad, son muchos los que lo hacen porque es algo que les dará recompensas a nivel social.
Estrés y ansiedad
Sabemos que cada vez hay más personas con [problemas de estrés, ansiedad y agotamiento mental][12], incluso en aquellas sociedades con un aparente buen equilibrio entre la vida laboral y la vida privada. Así que lo lógico sería que con tantos estudios que demuestran que salir a correr y otras formas de hacer deporte [es algo bueno para nuestra salud mental][13] (a menudo recomendado por los médicos como [antídoto][14] contra el estrés, la ansiedad y [la depresión][14]) igual deberíamos hacer más deporte.
No necesariamente, puesto que hay quien cree que la razón por la que estamos tan estresados es porque las formas más comunes de relajarnos y desconectar (salir a correr, ir a comer con amigos, etc.) [se han vuelto competitivas][16], llegando a parecerse al trabajo. La balanza entre la vida laboral y el tiempo libre se inclina más hacia las prácticas laborales, a pesar de que tenemos la sensación de que tenemos un mejor equilibrio personal.
Así que la próxima vez que subas a tus redes sociales tus increíbles logros corriendo o fotos de comida deliciosa, ten en cuenta que podrías estar contribuyendo a que las actividades de ocio cada vez sean más agotadoras y provoquen más ansiedad. Muchas veces no dudamos en [menospreciar prácticas como el mindfulness][17], los seminarios de autoayuda y la meditación, puesto que algunas personas se hacen de oro a base de crear ciudadanos productivos y conformistas. Salir a correr no se diferencia mucho.
Dicho esto, si logramos salir a correr por puro placer, sin cronometrarnos y sin cuantificar los datos de la carrera, no hay duda de que puede ser una actividad muy placentera y [buena para la salud][18]
Imagen: Chander R/Unsplash
Autor: Carys Egan-Wyer, investigadora, Universidad de Lund.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.