Alguien ha estudiado cómo afectan la Eurocopa y el Mundial al rendimiento de los estudiantes. Y no deja buenas noticias

  • Un grupo de expertos de Bristol y Oxford estudió millones de exámenes de alumnos ingleses

  • En los años con grandes torneos los alumnos "obtuvieron, en promedio, peores resultados"

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"Fútbol es fútbol", que decía Vujadin Boskov. Hace ya algunos años un grupo de investigadores de las universidades de Bristol y Oxford decidió comprobar hasta qué punto influye el deporte rey en cuestiones a priori tan poco relacionadas con el balón como las carreras académicas. Su conclusión fue sorprendente: si realizas un examen como la EvAU justo un año en el que se disputa la Eurocopa es probable (a nivel estadístico) que rindas menos que durante un curso libre de torneos.

Incluso aportaron una cifra clave: 12%.

¿Afecta la Eurocopa en los exámenes? La pregunta quizás resulte curiosa, pero eso es lo que se planteó hace ya unos cuantos años un grupo de investigadores británicos. Y no a un nivel vago y abstracto. No, lo hicieron con enfoque científico.

El profesor Simon Burgess y otros compañeros de la Universidad de Bristol y Oxford analizaron los registros GCSE —siglas en inglés de "Certificado General de Educación Secundaria"— de unos 3,5 millones de estudiantes para determinar en qué medida les habían afectado las grandes citas internacionales de fútbol, como el Mundial o el Campeonato Europeo. Sus resultados los divulgaron justo en vísperas de una convocatoria europea ganada por España, en diciembre de 2011.

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¿Qué descubrieron? Que el fútbol influye en los exámenes. Y mucho. "Los estudiantes que se presentan a los exámenes GCSE durante un gran torneo de fútbol como la Copa Mundial de FIFA o la Eurocopa de la UEFA obtienen peores resultados que en un verano sin fútbol", resumía en 2011 la Universidad de Bristol. Para ser más precisos, comprobaron que los estudiantes que acudían a exámenes durante años con grandes citas futbolísticas estivales, "tendían a esforzarse menos y a obtener peores resultados de media" que los evaluados en años sin torneos.

"El tiempo dedicado a mirar y hablar sobre fútbol es tiempo que no se dedica a estudiar, por lo que nuestros hallazgos dan una indicación de cuánto importa el esfuerzo de los estudiantes para el rendimiento en el GCSE", advertía el profesor Robert Metcalfe, de Oxford. Para su estudio analizaron los registros CGSE de siete años, lo que les permitió analizar varios cursos con y sin torneos internacionales.

¿Se puede bajar más al detalle? Sí. En su estudio los investigadores precisan el tipo de estudiante que con más frecuencia ve resentido su rendimiento. El perfil se alimenta con algunas ideas más o menos obvias. Y otras que no lo son tanto.

Por ejemplo, los expertos británicos comprobaron que en el impacto depende en gran medida del interés que el alumno muestre por el fútbol, aunque hay matices mucho más sutiles. "Se ven afectados tanto alumnos como alumnas y estudiantes de todos los estratos sociales. Pero, por término medio, los resultados de los chicos y los estudiantes más desfavorecidos se ven más afectados", desliza el informe.

¿Cómo afecta al rendimiento? El estudio de 2011 dejaba botando algunas ideas interesantes. De todas probablemente la más interesante es en qué medida afectan las distracciones futboleras al rendimiento académico. "El efecto medio en los exámenes específicos realizados durante el torneo es de aproximadamente un cuarto de nota por asignatura. Esto equivale a la mitad del efecto de tener un profesor ineficaz frente a uno eficaz", ejemplifica la Universidad de Bristol.

El impacto en las calificaciones es aún mayor en el grupo de alumnos más expuestos, según el perfil trazado por los propios investigadores. En esos casos, los apreciaron que el efecto es similar al que puede haber en un alumno en función de si ha recibido clases de un profesor "muy eficiente" o de otro "muy ineficiente".

¿Podemos concretarlo aún más? Años después de realizar su primer estudio, en 2019, los mismos expertos volvieron a publicar un informe en Journal of Public Economics en el que afinaban aún más el tiro. Su método fue el mismo: analizaron cómo la Copa Mundial y la Eurocopa había influido en los logros académicos de los alumnos ingleses en el GCSE. Su muestra se extendió a un período de siete años.

En concreto los investigadores se fijaron en si durante los cursos con grandes torneos aumentaban o disminuían las probabilidades de alcanzar una calificación de C —una nota "satisfactoria" según el sistema británico— o superior en al menos cinco asignaturas. Y el resultado volvió a ser sorprendente: en los años de Copa o Eurocopa esa probabilidad caía un 12%, lo que les llevaba a hablar de nuevo del "efecto negativo" de los grandes torneos en el rendimiento académico.

¿Afecta a todos por igual? No. Las cifras reflejan solo probabilidades y promedios, pero muestran que para algunos alumnos el efecto es aún mayor. "El impacto es mucho más sustancial para algunos grupos demográficos, estudiantes probablemente muy interesados en el fútbol. Para ellos, las probabilidades de alcanzar ese punto de referencia cae un 28% durante los años de torneo".

¿Y cómo solucionarlo? El estudio no se contenta únicamente con aportar porcentajes. Ya en su informe de 2011, en vísperas de una cita copera en Europa, Burgess animaba a debatir sobre los "apoyos" que pueden ofrecer las escuelas para facilitar la concentración de sus estudiantes. E incluso iba más allá.

"Más adelante tal vez deberíamos intentar adelantar los exámenes tres semanas para que no coincidan con los grandes torneos de fútbol —deslizaba—. En términos generales debemos reconocer la importancia del esfuerzo en el rendimiento. Se habla mucho de los recursos escolares, del número de estudiantes por clase y el entorno familiar, pero rara vez se cita el esfuerzo en los debates políticos".

Imágenes | Save the Dream (Flickr)

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