Ya sabíamos que el auge del K-Pop era tan grande que podía ser determinante en la economía de una potencia mundial como es Corea del Sur. Pero su influencia en el país va más allá, y es tal que incluso las leyes tradicionales tienen que adaptarse a este nuevo fenómeno de masas. Y es que bandas de ídolos como BTS han conseguido que la Asamblea Nacional haya cambiado la centenaria ley del servicio militar obligatorio para permitir a los artistas aplazar esta obligación durante dos años. ¿El motivo? “Salvar” a uno de sus miembros de comenzar la ‘mili’ este año.
Causas. Según la ley establecida del servicio militar coreano, se requiere que todos los ciudadanos del país y de sexo masculino de entre 18 y 28 años completen dos años de servicio militar. Con la nueva ley, los artistas pueden posponer el inicio de su servicio hasta que cumplan 30 años, retrasando la fecha límite dos años. ¿Qué tiene que ver ahí BTS? Pues curiosamente, la modificación de la ley llega justo a tiempo para eximir al miembro más antiguo de la banda, Kim Seok-jin (también conocido como Jin), de tener que alistarse cuando cumpla 28 años el 4 de diciembre.
También coincide con el nombramiento de la banda coreana como el primer grupo de la historia en encabezar la lista Billboard Hot 100 con una canción cantada principalmente en coreano: Life Goes On, el segundo sencillo que encabeza las listas del nuevo álbum del grupo con temática pandémica, Be. No es casualidad que la ley llegue justo cuando la banda se encuentra en su apogeo y está a punto de perder a uno de sus miembros durante un par de años. ¿Qué hubiera ocurrido en el pasado? ¿Cómo lidiaba el éxito de las bandas con las obligaciones del Estado?
Dificultades. Nadie escapa al férreo servicio militar de Corea. Durante años, ha perjudicado a las carreras musicales de los ídolos del país, que tenían que hacer las maletas en pleno apogeo. Cierto es que muchas de estas bandas cuentan con un gran número de miembros, a veces incluso más de ocho, por lo que podían permitirse perder uno o dos sin notarse una bajada de calidad. Pero la obligación del servicio puede ser perjudicial en algunos casos (y como ejemplo, que se lo digan a los de EXO, a quienes este cambio legislativo no les ha pillado a tiempo).
Políticas. Las exenciones a la ley de servicio militar obligatorio de Corea del Sur ya existían para los atletas, artistas y otras figuras públicas, pero esas exenciones del servicio activo requerían aún así completar un período de entrenamiento militar más breve, con tal de seguir con sus carreras. La nueva ley, no obstante, permite a los artistas que cumplan los requisitos retrasar su reclutamiento por dos años adicionales, lo que le da a los miembros de la banda de BTS como Jin un respiro temporal.
De hecho, una de las excepciones más sonadas fue la de la selección de fútbol coreana al conseguir en los Juegos Asiáticos de 2018 la medalla de oro. Aún así, Seung-min Son, uno de los futbolistas del equipo, no se ha librado del todo. Con el parón de las competiciones por el coronavirus (y aunque había recibido un permiso del gobierno para no realizar el servicio completo), tuvo que completar cuatro semanas de entrenamiento militar. Que en comparación con los 21 meses regulares, no está nada mal.
Éxito. La noticia sobre la nueva ley se ha hecho sonar en todos los medios del país, que dicen está hecha específicamente para BTS. Pero quizás sea más exacto decir que el nuevo paradigma es un respiro para toda Corea. Pues los datos apuntan a que BTS contribuyó con la impresionante cifra de 3.880 millones de euros a la economía nacional. La BTSmanía que vive Corea es fascinante. Como fieles seguidores, los fans de la banda impulsan su éxito a través de un consumismo brutal con tal de impulsar las ventas y ayudar al grupo a aterrizar cada vez más en las listas. Es una maquinaria de fans imparable.
Durante un año muy inusual para el entretenimiento marcado por una pandemia mundial, BTS ha conseguido acumular una serie de logros casi irreales: solo este año, el grupo rompió el récord del video de YouTube más visto en 24 horas; se unió a Taylor Swift como uno de los dos únicos conjuntos musicales en debutar simultáneamente —con un álbum y un sencillo— en el top de las listas de Billboard-; y se convirtió en el grupo más escuchado de 2020 en Spotify.
Beneficios. Y lo cierto es que gran parte de su éxito proviene de una sola canción. El éxito comercial de Dynamite por sí solo ha inyectado más de 1.150 millones en la economía coreana. Dinero suficiente para crear aproximadamente 8.000 nuevos empleos en la industria musical.
Cuando la banda debutó con la canción en el número 1 del Hot 100, el presidente coreano, Moon Jae-in, emitió una declaración pública felicitando a la banda y agradeciendo a BTS por esparcir esperanza durante la pandemia del coronavirus. Con tal inyección de fortuna a las arcas del país, ¿qué presidente no iba a dar saltos de alegría? Parece que el K-Pop, además de mover a las masas a su antojo, es capaz de cambiar las tradiciones históricas de un país. Para beneficio de todos, claro.
Imagen: Reuters/GTRES