Pese a que la inflación está comenzando a estabilizarse, aún continúa a niveles muy superiores del 2% que persigue el Banco Central Europeo. Es por eso que el organismo lleva elevando los tipos de interés en los últimos meses. Ayer llegaba la noticia de una subida de hasta el 3%. Y ese mecanismo de defensa frente a la elevada inflación impacta en el euríbor, el índice de referencia de la mayoría de las hipotecas en España, que ha pasado del -0,5% al 3,34% en un año.
Eso significa que pedir un préstamo en nuestro país es cada vez más caro, algo que se nota mucho en las hipotecas. Quienes sufran una revisión de su cuota sentirán un impacto considerable en sus bolsillos por mensualidades muy infladas. La época de las hipotecas baratas es ya un sueño lejano.
Subida de tipos. Se sitúa en torno al 3%, lo que se traduce en una mejora de las rentabilidades del pasivo pero en un gran encarecimiento de la financiación. ¿Qué quiere decir? Que los ahorradores salen beneficiados mientras los deudores, o los hipotecados, sufren. Hay que tener en cuenta que los intereses medios han pasado de casi el 0% al 0,70%. Y en la zona euro ya se paga de media un 70% más.
Mientras, los bancos están trasladando ese alza de tipos al crédito que dan a los clientes, por lo que la financiación es mucho más cara, ya que los bancos tienen que pagar más para que el BCE les preste dinero.
Consecuencias. El euríbor se ha disparado hasta superar el 3,4% en tasa diaria y eso está reduciendo la demanda de hipotecas, al tiempo que supone un duro golpe para los ya hipotecados a interés variable, que deben afrontar cuotas más elevadas. Más concretamente, incrementos de hasta 3.400 euros anuales de media. Cifras que crecerán si se mantiene la tendencia alcista por la expectativa de más subidas de tipos, que ya ha confirmado el BCE.
Todo esto ha llevado a los bancos (que quieren beneficiarse del momentum) a potenciar las hipotecas variables ligadas al euríbor ya que ahora reportan mayor rentabilidad que las fijas. Y han subido estas segundas: en concreto, las hipotecas fijas se han encarecido por encima del 3% y algunas ya superan el 5%.
¿Cómo afecta a las hipotecas? Quienes tengan que revisar su préstamo van a verse cara a cara con un incremento mensual medio de 300 euros. Según cálculos de ABC, si tomamos como ejemplo una hipoteca media de 150.000 euros, a 25 años y con un interés de euribor del 3,425%, la cuota ha pasado de los 542,85 euros al mes (con el índice del -0.3% de febrero del año pasado) a los 827,38 euros mensuales (con el indice de este mes). Eso quiere decir que en 12 meses, la cuota mensual se ha encarecido en 284,53 euros, 3.414,36 euros más al año.
¿Qué pasará en el futuro? Teniendo en cuenta que los tipos de interés van a seguir subiendo a corto plazo, al menos otros 50 puntos básicos en marzo según ha confirmado el propio BCE, y posiblemente otros 50 puntos en verano, los deudores tendrán días muy negros, mientras que los ahorradores podrán beneficiarse de mejores retornos en el futuro. En cuanto a las hipotecas, aquellos que tengan contratadas las variables, verán un encarecimiento aún superior de sus cuotas en cada revisión, ya sea anual o semestral.
Y el problema es que son prácticamente la única alternativa, ya que las fijas se han convertido un lujo casi imposible de encontrar. Varias entidades casi las han retirado de su catálogo y las que las mantienen, lo hacen a precios mucho más altos y menos atractivos para el cliente. Básicamente porque su demanda subió tanto que por primera vez superaron a los créditos de tipo variable. De hecho, según Fotocasa, se estima que este tipo de préstamos podría llegar al 4% o 5% con bonificaciones incluidas. No parece que 2023 sea un buen año para hipotecarse.
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