Las ciudades dominan el horizonte de la humanidad. Si bien tanto Europa como Estados Unidos llevan décadas viviendo en grandes aglomeraciones urbanas, el resto del mundo, menos desarrollado, aún contiene grandes bolsas de población rural. Eso está a punto de cambiar. No sólo en China, donde el crecimiento poblacional se está ralentizando poco a poco, sino también en la India, en Sudamérica y, muy especialmente, en África. Ahora podemos ver gráficamente el proceso gracias a este mapa interactivo.
Ha sido diseñado por Duncan Smith, investigador en geografía urbana. En él, podemos navegar alrededor de todo el planeta localizando las ciudades más importantes de cada país. Si pinchamos en una de ellas, se nos despliega un pequeño gráfico con la evolución de la urbe en cuestión a lo largo de cuatro periodos: 1950, 1990, 2015 y 2030. Para los datos futuros, Smith se ha valido de las conclusiones alcanzadas en el World Urbanization Prospects de Naciones Unidas. Al cruzar todos los datos, lo que tenemos frente a nosotros es una imagen muy nítida del crecimiento urbano en los cinco continentes.
¿Cómo ha sido? Vertiginoso en Asia y en África, bastante estable en Europa. Las grandes ciudades europeas, de países envejecidos y con tasas de natalidad muy bajas, ya se hicieron grandes antes de la Segunda Guerra Mundial, gracias al desarrollo y al arrinconamiento económico del sector primario. Como podemos observar, tanto Londres, como París, como Berlín ganan el grueso de su actual población antes de los años 50. Desde entonces, crecen poco. Hay algunas excepciones: Madrid y Barcelona, por ejemplo, siguen ganando población de forma estable. Londres tendrá un repunte entre 2015 y 2030.
Pero en general, Europa es una imagen estática, estancada, del pasado.
Ahora mismo, lo interesante está sucediendo en África y en Asia. En el primero, la mayor parte de los países van a vivir explosiones demográficas de impresión. Destaca Nigeria. Su población se va a multiplicar en el futuro, y gran parte de ella vivirá en sus ciudades. Lagos, por ejemplo, contaba con apenas 300.000 habitantes en 1950. Hoy tiene 13 millones. En 2030 serán más de 24 millones.
La tendencia se repite en Kinshasa, en Abidjan, El Cairo (aunque ya era grande de por sí, Jartum (de un pequeño pueblo de 200.000 habitantes en los '50 a más de 8 millones de personas en 2030), Luanda, o Dar es Salaam. Al contrario que en Europa, predominan los anillos azul claro. Significa que las ciudades van a crecer mucho más en el futuro de lo que lo han hecho hasta ahora. La población de África siempre ha sido muy rural, pero poco a poco está cambiando. Las megalópolis del futuro están allí...
Y en India y China. Con matices en el segundo caso. China ya cuenta con decenas de grandes ciudades (Madrid o Barcelona serían discretas motas poblacionales en el gigante asiático), y si bien su crecimiento se va a frenar, el de sus ciudades seguirá siendo más o menos constante. El delta del Río de las Perlas se convertirá en el primer núcleo poblacional del planeta (Hong Kong, Guangzhou, Dongguan, Shenzhen), y a Shangai, pese a que su mayor crecimiento se dio entre 1990 y 2015, aún le quedan años de expansión. China fascina: cualquier punto del país tiene una urbe de más de dos millones de habitantes.
La India es diferente. Ya tiene mucha población, pero va a tener aún más. Delhi, que tenía apenas un millón de habitantes en 1950, tendrá más de 30 dentro de quince años. Bombay va a seguir contando con un crecimiento continuado durante varias décadas, superando los 20 millones de habitantes. El crecimiento de Calcuta se verá frenado, pero a cambio explotarán urbes como Bangalore, Hyederabad o Ahmadabad.
De rebote, la vecina Dakka, capital de Bangladesh, el estado con la mayor densidad demográfica del mundo, seguirá aumentando de forma vertiginosa. No ha dejado de crecer de forma constante desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y ha pasado de tener 300.000 habitantes en 1950 a 17 millones hoy, y 27 millones previstos en 2030. Su caso sólo es comparable al de Lagos o Kinshasa, auténticos monstruos urbanos.
En América, por su parte, las ciudades tenderán a estancarse. Es especialmente cierto en Estados Unidos, donde las grandes metrópolis sólo contarán con crecimientos marginales. En Sudamérica sucede algo parecido a China: las ciudades crecerán más en el futuro que las de Europa o las de Estados Unidos, pero no al nivel de las africanas o las del sudeste asiático. Su gran expansión se registró entre 1950 y 1990, y desde entonces muestran cifras discretas, aunque no congeladas. Véase México DF o Sao Paulo.
Finalmente, mención especial merece Tokio. Es y seguirá siendo la ciudad más poblada del mundo, y con diferencia (38 millones de habitantes en la actualidad), pero perderá población de aquí a 2015. Al igual que Japón, es un cementerio demográfico, y lleva estancada desde los '90. Pero sigue siendo imbatible.