Tras años de hipótesis y sugerencias, el gobierno español habla ya abiertamente de introducir peajes en todas las vías de alta capacidad a partir de 2024. Se trata de una vieja idea que jamás ha llegado a buen puerto por el evidente coste político que supondría. Las cosas han cambiado. El déficit acumulado en el mantenimiento de las infraestructuras y las reformas hipotecadas por la Comisión Europea al fondo de recuperación post-pandemia han convertido al pago por uso en una certeza. La cuestión ya no es si llegará, sino cómo y por cuánto.
Hay buenos motivos tanto para implantarlo como para oponerse. Por un lado, el sistema actual externaliza el coste del mantenimiento a los no usuarios y genera una desventaja competitiva con otros métodos de transporte que sí están obligados a pagar tasas por el uso de la infraestructura (como el tren o el avión). Por otro, un peaje, por naturaleza y tal y como lo conocemos hoy en día, es regresivo: pagan todos por igual al margen de su renta o de sus necesidades, lo que generaría un coste social. La cuestión es cuanto. Y ahí es donde entra el precio.
España está acostumbrada a peajes caros en comparación con los implantados en el resto del continente. Dos son los más célebres: el de la AP-68 entre Barcelona y Bilbao y el de la AP-7 a lo largo de la costa mediterránea. El primero sigue funcionando con normalidad a razón de 0,10€ el kilómetro, lo que obliga a desembolsar más de 30€ por trayectos de apenas 300 kilómetros. El segundo tiene los días contados: el tramo entre Alicante y Tarragona está liberalizado desde el año pasado; en septiembre también se agota el tramo entre La Jonquera y Tarragona.
¿Serán así los peajes futuros de todas las autovías española, muchas, como recordamos, tantas que el coste por su mantenimiento se ha disparado de forma un tanto insostenible con el paso de los años? No tiene por qué. Aquí repasamos algunas opciones sobre la mesa, desde la deslizada por el gobierno hasta los máximos y mínimos más habituales de Europa.
En España, según el sector
Como es natural y ante el aluvión de protestas que se avecina, el Ministerio de Transportes se ha apresurado a defender "tarifas asumibles". Lejos quedan ya los "precios simbólicos" de meses atrás. Se pagará de forma sustancial, aunque hay grados. Tanto la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex) como la patronal de las grandes constructoras (Seopan) defienden peajes de entre los 0,03€ y los 0,05€ por kilómetro. Ambos recaudarían lo suficiente como para tapar el déficit de €8.000 millones que acumulan las carreteras.
Si el gobierno maneja este umbral de precios, buena noticia para los conductores españoles: pagarán menos que los europeos. Así quedarían algunos de los principales trayectos de país a 0,04€/km:
- Madrid - Barcelona (620 km): 24,8€
- Madrid - A Coruña (591 km): 23,64€
- Madrid - Sevilla (530 km): 21,2€
- Valencia - Almería (437 km): 17,48€
- Bilbao - Zaragoza (302 km): 12€
- Bilbao - Gijón (265 km): 10,6€
- Málaga - Sevilla (206 km): 8,2€
Si fueran como en Francia
Francia ha experimentado un proceso de privatización de la gestión de las principales autovías del país desde principios de la pasada década. En consecuencia, casi todas las grandes vías de alta capacidad son hoy de pago. Dado que son múltiples las empresas concesionarias las tarifas varían enormemente. Entre París y Lyon, por ejemplo, el kilómetro se cobra a 0,076€; mientras que entre París y Burdeos sale a 0,096€. Son precios más altos que los sugeridos para España más arriba. Y cada vez lo son más: desde 2006, el precio medio del peaje francés ha aumentado un 20%.
Esto ha generado una crítica sistemática al modelo francés, una mezcla público-privada que ha granjeado enormes beneficios a las concesionarias pero que ha desdibujado la función social de la infraestructura. Asumiendo un precio intermedio de 0,082€/km (París-Estrasburgo), los peajes en España quedarían del siguiente modo:
- Madrid - Barcelona: 50,8€
- Madrid - A Coruña: 48,4€
- Madrid - Sevilla: 43,4€
- Valencia - Almería: 35,8€
- Bilbao - Zaragoza: 24,7€
- Bilbao - Gijón: 21,7€
- Málaga - Sevilla: 16,8€
Y si nos vamos al peor escenario (0,096€/km):
- Madrid - Barcelona: 59,5€
- Madrid - A Coruña: 56,7€
- Madrid - Sevilla: 50,8€
- Valencia - Almería: 41,9€
- Bilbao - Zaragoza: 28,99€
- Bilbao - Gijón: 25,4€
- Málaga - Sevilla: 19,7€
Si fueran como en Italia
Al igual que Francia, Italia cuenta desde hace años con un sistema de peajes generalizado en todas las vías de alta capacidad del país. No es barato, aunque por regla general es algo menos caro que el francés. Viajar de Milán a Nápoles, uno de los trayectos habituales más largos, obliga a desembolsar 57€ para cubrir 770 kilómetros. Entre Roma y Nápoles, apenas 226 kilómetros, se deben abonar unos 16€. El precio medio del peaje en Italia es de unos 0,072€/km, aunque puede variar si se enlaza más de una vía y en función de la empresa concesionaria. Entre Turín y Venecia, por ejemplo, sale a 36,2€ (0,09€/km) aproximadamente.
Tomando como referencia los 0,072€/km, España quedaría así:
- Madrid - Barcelona: 44,6€
- Madrid - A Coruña: 42,5€
- Madrid - Sevilla: 38,1€
- Valencia - Almería: 31,4€
- Bilbao - Zaragoza: 21,7€
- Bilbao - Gijón: 19€
- Málaga - Sevilla: 14,8€
Si fueran como en Portugal
Como bien es sabido, Portugal introdujo peajes en todas sus autovías durante la crisis financiera, en 2010. El rescate de su economía estuvo aparejado a la introducción de diversas medidas y reformas, entre las cuales se incluyó el pago por uso. Hoy sigue en pie. Los precios varían. El trayecto entre Lisboa y Oporto obliga a pagar 22€ sobre 314 kilómetros, a razón de 0,07€ el kilómetro. Entre Faro y Lisboa es más caro (24€ para 278 kilómetros, a 0,087€); y entre Oporto y Coimbra más barato (7,3€ para 124 kilómetros, a unos 0,058€/km).
Tomaremos como referencia este por ofrecer un resultado distinto al italiano y al francés.
- Madrid - Barcelona: 35,9€
- Madrid - A Coruña: 34,2€
- Madrid - Sevilla: 30,7€
- Valencia - Almería: 25,3€
- Bilbao - Zaragoza: 17,5€
- Bilbao - Gijón: 15,3€
- Málaga - Sevilla: 11,9€
Si fueran como en Grecia
Al igual que Portugal, Grecia también se ha visto obligada a privatizar la gestión de algunas de sus autovías durante los últimos años, fruto de sus insuficiencias presupuestarias. El caso más emblemático es el de la Egnatia, la más larga de país, transformada en carretera de pago en 2016. Hoy hay hasta siete viales con peajes, todos ellos de precios variables. Los que se dirigen hacia Atenas son algo más asequibles que los italianos o franceses (a unos 0,065€/km). La Egnatia, el ramal que cruza el norte del país desde Turquía hasta el Mediterráneo, era más barata: 0,036€/km (en 2019 subió su tarifa a los 0,05€/km).
Si la vieja se aplicara en España, los precios quedarían así:
- Madrid - Barcelona (620 km): 22,3€
- Madrid - A Coruña (591 km): 21,2€
- Madrid - Sevilla (530 km): 19€
- Valencia - Almería (437 km): 15,7€
- Bilbao - Zaragoza (302 km): 10,8€
- Bilbao - Gijón (265 km): 9,5€
- Málaga - Sevilla (206 km): 7,4€
Si fueran como en... España
Y por último, una referencia extrema: la España del futuro vs. la España de la actualidad. Aunque la mayoría de las autovías son de libre circulación, unas pocas, muy significativas, son o eran hasta hace muy poco de pago. De mucho pago. Tanto la AP-68 como la AP-7 presentaban tarifas superiores o limítrofes a los 0,10€ el kilómetro. En todos los casos resultaban más caras que la media europea. Si el gobierno manejara esta referencia para implantarla en el resto de vías de España y tomando como ejemplo uno de los tramos más caros (Bilbao-Zaragoza, 33€ por unos 300 kilómetros, a razón de 0,109€ el kilómetro) los peajes quedarían así.
- Madrid - Barcelona (620 km): 67,5€
- Madrid - A Coruña (591 km): 64,4€
- Madrid - Sevilla (530 km): 57,7€
- Valencia - Almería (437 km): 47,6€
- Bilbao - Zaragoza (302 km): 33€
- Bilbao - Gijón (265 km): 28,8€
- Málaga - Sevilla (206 km): 22,4€
Imagen: José Gonzalo Vivas/Flickr