Mientras la flor y nata de la economía mundial se reúne en Davos, Suiza, para debatir algunas de las cuestiones más acuciantes de la actualidad, el resto del mundo observa con indiferencia. Es lógico: vivimos tiempos de notoria desigualdad. Quienes más tienen, cada vez amasan mayor cantidad de dinero, y quienes menos tienen, cada vez observan desde mayor lejanía al privilegiado y diminuto porcentaje de multimillonarios. Lo que hace lógico plantearse, ¿seré algún día tan rico como todos esos ricos que forman el 1%?
La respuesta es bastante contraintuitiva, y muy sorprendente. En realidad, es mucho más sencillo de lo que parece, y no requiere de fortunas estratosféricas. Sin embargo, hay muchos matices a añadir a la ecuación. No es lo mismo lograr formar parte del 1% en un empobrecido país africano que en Estados Unidos, donde las desigualdades de renta son cada año que pasa más acuciadas. ¿Y qué hay de España? Un término medio, pero, de nuevo y como exploramos en su momento en este post, se requiere de una categoría económica muy elevada.
En el mundo, en global
La desigualdad es un fenómeno presente en todos los países del mundo, pero se comprende mejor nuestra situación global, y la del resto de seres humanos del planeta, cuando observamos quién forma parte del 1% a escala terrestre. Un modo muy sencillo y rápido de averiguarlo es acudiendo a Global Rich List. Introduciendo tu salario anual y el país en el que lo has obtenido, Global Rich List lo ajusta a poder adquisitivo y lo compara con el resto de la población mundial. ¿Resultado? En España, ganando unos 25.000 euros anuales, se forma parte del 1% mundial.
Un dato para ofrecer perspectiva: el salario mediano en España es de unos 19.000 euros (dentro del 2% más rico del mundo). En una hora, alguien que cobrara ese salario anual ganaría 9,90€. En Zimbawe, por el mismo tiempo trabajo, ganaría 0,41€. Vivir en un país desarrollado y con alto nivel de vida como España facilita formar parte del 1%. Aún cobrando el sueldo mediano (o incluso el medio, ligeramente más alto), un ciudadano español común y corriente seguiría formando parte de la pequeña élite mundial cuyo salario es superior al del resto de la población del mundo.
Somos el 1%, porque el 99% restante vive en continentes y en países extremadamente pobres.
Eso sí, sólo nos hemos fijado en el salario. Si acudimos a la riqueza, incluyendo posesiones e inversiones, el cuadro es muy diferente. Una persona sin deudas (y también sin bienes inmuebles, por ejemplo), cuya única fuente de riqueza fuera su salario y que estuviera en idénticos parámetros a los del ejemplo anterior (25.000€) sólo sería parte del 18,71% más rico de la población mundial. El salario es un indicador de riqueza más, pero no el único, y suele ser el menos relevante a la hora de determinar si una persona es capaz de alcanzar el 1% universal. De ahí el fuerte contraste.
En global, para formar parte del 1% real del mundo deberías contar con una riqueza de alrededor de 697.000 euros. Es una cifra que se aproxima más a nuestra idea del 1%. Incluso dentro del decil más privilegiado hay diferencias: hay 123.000 personas cuya riqueza supera los 45 millones de euros, superando de forma conjunta el 45% de la riqueza mundial.
En cada país del mundo, comparado
El pasado mes de junio, el economista Branko Milanovic, de Luxembourg Income Study, se propuso saber cuánto tenía que ganar una persona para pertenecer al 1% más rico de su país. Algunas consideraciones previas: las cifras mostradas a continuación (en dólares PPP) representan las ganancias netas (después de impuestos) y ajustadas al nivel de vida de cada país. Además, la renta incluye otros aspectos (inversiones, vivienda, etc.) pero que quedan excluidas aquí. De modo que lo que vemos son cifras aproximadas y se circunscriben a las ganancias. Formar parte del 1% es algo más costoso.
La gráfica es del Washington Post.
Como explican en el propio artículo de Wonkblog, hay diversos motivos para juzgar algo engañosas las cifras. Por un lado, en países como Dinamarca o Alemania, diversos servicios, como educación o sanidad, son aportados por el estado, de modo que sus ganancias netas pueden tener más valor que las de países donde, como en Estados Unidos, esos servicios sean mucho más caros. Por otro, la gráfica anterior no sirve como referencia para saber tu lugar en el mundo. Ser clase media en Francia te hace ser un privilegiado, aunque dentro de tu propio país estés lejos de las personas con mayores ganancias.
En Estados Unidos
The New York Times creó en 2012 una herramienta estupenda (aunque hoy algo desactualizada) para calcular cuánto deberías ganar en cada gran ciudad del país para formar parte del 1%. Incluyó, además, al 5%. El periódico lo hizo en base a renta por hogar anual. Los resultados fueron los siguientes:
Ciudad | Renta anual 1% |
---|---|
Nueva York | 554.000€ |
San Francisco | 509.000€ |
Boston | 482.000€ |
Washington DC | 468.000€ |
Chicago | 436.000€ |
Los Ángeles | 425.000€ |
Baltimore | 395.000€ |
San Diego | 390.000€ |
Dallas | 387.000€ |
Filadelfia | 386.000€ |
Houston | 385.000€ |
Seattle | 372.000€ |
Charlotte | 349.000€ |
Conviene especificar que el 1% oficial deja al margen a los ultraricos, sin cuya exclusión se requeriría más de un millón de euros de renta anual por hogar para formar parte de la élite (su riqueza no proviene de su renta, sino de sus inversiones y ganancias de capital). Las cifras siguen siendo enormes, por supuesto. La renta por hogar media en EEUU se sitúa en unos 47.000 euros. Para los afroamericanos es sensiblemente inferior, quedándose en los 31.000 euros. En cuanto a la renta personal, en Estados Unidos sólo el 6% de la población supera los 100.000 dólares (91.000 euros).
"Oh, está bien, pero no es tan excepcional. Esto siempre ha sido así". Parte del problema de la desigualdad a día de hoy es el contrario: hacía mucho tiempo que los ricos no eran tan ostensiblemente ricos. En Estados Unidos esto es particularmente cierto, pero también en el resto del mundo. Si a principios de los noventa era impensable que el 1% de las personas de un país lograra amasar más riqueza que el 99% restante, la situación se modificó con la entrada en el siglo XXI. Occupy llevaba razón:
En España
La crisis económica ha tenido efectos devastadores para una gran mayoría de la población, mientras que la privilegiada minoría ha mantenido su estatus económico cuando no lo ha aumentado. En materia de desigualdad, estamos a la cola de la OCDE. Según un informe de Intermon Oxfam, una veintena de millonarios concentran el 30% de la riqueza total del país (115.000 millones de euros). La brecha aumenta, y la distnacia entre el 1% y el 99% es cada día más acuciada. Si nos fijamos en el salario, el 10% más rico cuenta con un mensual bruto 18 veces superior al 10% más pobre.
¿Pero exactamente cuánto gana el 1% más rico? El trabajo de Milanovic no incluía a España, de modo que hay que acudir a otros indicadores (y cualquier comparación es aventurada). En Knoema cuentan con una base de datos donde comparan el salario anual requerido para entrar en el 1% en cada país del mundo. La serie es histórica y se remonta a los años ochenta, de modo que también es útil para observar cómo ha evolucionado la puerta de entrada a los más ricos. En 2009, en España se situaba en los 150.000 euros anuales. Pero estaba en franco retroceso desde su pico un par de años antes.
De nuevo, la gráfica anterior sólo se fija en los ingresos, pero deja de lado muchas otras variables que ofrecen un relato mucho más preciso sobre la riqueza. El 1% real es mucho más alto.