Muy poca gente a día de hoy se acordará de Asheron's Call a día de hoy. Lo lanzó Turbine Entertainment para Windows en 1999. Fue el tercer MMORPG de la historia de los videojuegos, y se consideró más importante su segunda entrega, esta sí más extendida fuera de las fronteras estadounidenses. En total, se supone que Asheron's Call no llegó a tener más de 120.000 usuarios activos al tiempo, pico que logró en 2002.
18 años después Windows ha anunciado que en menos de un mes cerrará los servidores de este antológico universo de fantasía heroica, un tiempo más que considerable para que todos los usuarios que pudieran quedar hayan trasladado su esfuerzo online a otras comunidades de juegos multijugador. Pero eso no es lo que le sucede a un entrañable abuelo descubierto ahora por Internet.
Sus nietas graban al que parece el mayor amante de la historia de los videojuegos del Asheron’s Call, un señor de 74 años que ahora, al descubrir la noticia, va a ver cómo se le cierran las puertas del mundo en el que tanto tiempo, historias y buenos recuerdos había invertido. ¿Lo que más le duele? “Perder un tiempo que consideraba propio”.
Como cuenta, “el abuelo” se había metido todas las semanas en el juego para luchar con su avatar en mazmorras, conseguir tesoros o dialogar con otros personajes. Había construido más de 80 criaturas en estas casi dos décadas, y gracias al juego había entablado sólidas amistades de todas partes del mundo con varios jugadores de la comunidad, personas con las que ha compartido escenario en todo este tiempo. Ahora tienen menos de un mes para despedirse de sus escenarios.
Frente al volcado emocional de una persona, la fría dimensión burocracia bajo la que vive el ocio virtual, que provocará que lo que muchos podrían considerar un segundo hogar, sólo un puñado de bits, se pierda en cuestión de segundos. Algo que, como le ha sucedido a este hombre, podría ocurrirle en el futuro a cada vez más jugadores fieles de mundos online con fecha de caducidad.
En realidad el de la vida más allá de los servidores de un MMPORG es un tema presente desde hace tiempo, y las compañías de videojuegos tendrán que pensar cómo se conservan estos universos de la misma manera que la industria fílmica aprendió a preservar con cuidado las copias de las películas o las bibliotecas de cada país guardan a buen recaudo títulos de cada uno de los libros publicados. Mientras la legislación y las soluciones concretas avancen, veremos cómo a personas como "el abuelo del Asheron's Call" se les rompe una parte de su corazón.