Emiratos Árabes Unidos, al igual que Arabia Saudita con NEOM, está intentando, por todos los medios posibles, desvincular su economía de la dependencia de sus reservas de petróleo y gas natural.
Atraer al sector del turismo se está convirtiendo en uno de los objetivos, y Emiratos Árabes no pierde la ocasión de abrir nuevas oportunidades de negocio. La última: construir un megacasino al estilo de los de Las Vegas en una de las islas artificiales que se han construido para ganarle terreno al mar. El problema es que en Dubái el juego está prohibido por la sharía (la ley islámica), pero eso parece ser un mero trámite.
4.000 millones para un casino como los de Las Vegas. Hace un año, el operador de casinos de Las Vegas Wynn Resorts, hizo una oferta al gobierno de Emiratos Árabes Unidos para invertir 4.000 millones de dólares en la construcción de un complejo turístico de cinco estrellas, con tiendas, villas de lujo valoradas en más de 7 millones de dólares cada una, hoteles y, claro, un gran casino.
El proyecto se aceptó y, en la actualidad, las grúas de construcción se encuentran a pleno rendimiento en la zona. “El casino y el resort de Wynn ha cambiado las reglas del juego para Marjan. Todo el mundo tiene la expectativa de que el turismo de la zona crezca rápidamente con el casino. Básicamente, estás trayendo un mini Las Vegas a Ras Al Khaimah”, declaraba a Bloomberg Khalid Bin Kalban, director ejecutivo de Dubai Investments PJSC, uno de los fondos que está construyendo un hotel y un complejo residencial allí.
Unas islas desiertas que ahora valen oro. El proyecto turístico se desarrollará en las islas Marjan, situadas frente a la costa del emirato de Ras Al Khaimah, al norte de Dubái. Estas islas artificiales de 2,7 kilómetros cuadrados se han pasado una década totalmente abandonadas.
El último proyecto que planeó ocuparlas estaba relacionado con el mundo del fútbol y una academia auspiciada por el Real Madrid. Finalmente, el proyecto se concretó como un parque de atracciones en una de las islas con forma de palmera que se construyeron frente a la costa de Dubái.
Con la llegada del nuevo proyecto, el precio del metro cuadrado de las islas se ha disparado, incentivando nuevos proyectos turísticos en los alrededores. El metro cuadrado de terreno en la isla cuesta unos 800 euros el metro cuadrado. Hace poco más de dos años, su precio era de apenas 300 euros.
Hay un pequeño inconveniente: la shaíra. Emiratos Árabes Unidos es una monarquía federal formada por siete emiratos que se agruparon en 1972. Su religión oficial es el islam, culto que profesa el 76% de su población, aunque es permisiva con la práctica de otros cultos como el cristiano (12,6%) o el hinduismo (6,6%).
La condición religiosa del país hace que los juegos de azar y las apuestas estén prohibidas en todo el país. Los infractores podrían ser sancionados con una multa, condenados a hasta dos años de prisión, o ambas cosas. Eso choca frontalmente con la idea de construir un casino en un país en el que está prohibido el juego y los jugadores pueden terminar en prisión.
Poderoso caballero don Dinero. Por el momento, debido a esta ley islámica, no existen casinos en los seis países que forman el Consejo de Cooperación del Golfo, aunque sí en Líbano y Egipto, que han adaptado sus leyes para crear un marco legal que proteja el juego en el ámbito de un casino.
Según Swissinfo, ante la evolución del proyecto, Emiratos Árabes Unidos ha creado la Autoridad Reguladora General del Juego Comercial, organismo que se encargará de proporcionar un marco jurídico para el juego legalizado, aunque hasta ahora no se ha aprobado ninguna ley o se ha hecho público ningún proyecto que apunte a una posible legalización.
Pelotazo urbanístico al estilo Benidorm. El emirato Ras Al Khaimah, uno de los siete que forman el país, es uno de los menos desarrollados a nivel de infraestructuras. Es, básicamente, una extensa llanura de dunas rojas y escasa vegetación. El rascacielos más cercano está a 70 km de distancia. En este momento, el emirato está experimentando un boom turístico. Desde el estallido de la guerra de Ucrania, la zona se ha llenado de ciudadanos rusos que huyen del conflicto.
El emirato recibió 1,2 millones de visitantes el año pasado, pero solo cuenta con 8.000 plazas hoteleras. “Marjan es diferente del ajetreo diario y el bullicio de estar en el centro de Dubái o Abu Dhabi. Es una escapada”, declaraba a Bloomberg Al Abdouli, director ejecutivo de las islas Marjan. Ras Al Khaimah ya está planificando la construcción de 12 hoteles y ya hay siete en construcción. El promotor de la torre más alta del mundo, ya está construyendo apartamentos y casas adosadas de lujo en la zona.
Imagen | Google Earth, Unsplash (Adrian Trinkaus)
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