Justo cuando pensabas que lo estabas haciendo bien con tu vida, te encuentras en las redes sociales con la siguiente noticia: un pingüino del zoo de Edimburgo ha sido ascendido a jefe de la brigada policial. El adulto pingüino rey, Nils Olav, es un importantísimo miembro de las comunidades noruega y escocesa (ya que trabaja para el Rey noruego pero vive en el Zoo escocés, en un gesto diplomático entre ambos países).
Pero espera, hemos dicho “ascendido”. Eso significa que ha mejorado su posición en la que parece una imparable carrera militar. Hace ocho años Olav ya fue honorado como “caballero”, obligando al común de los miembros de la Guardia Real Noruega a la que él pertenece a tratarle de “sir”.
Este es su currículum profesional:
- 1982: Ascenso a cabo
- 1987: Ascenso a sargento
- 1993: Sargento Mayor del Regimiento
- 2001: Ascendido a Sargento Mayor Honorable del Regimiento
- 2005: Coronel Jefe
- 2008: Miembro de la caballería
Tal y como decían en la noticia sobre su ceremonia de ascenso, “el pingüino se detuvo por el camino para pasar revista a la Guardia sobre la marcha”, como sería esperable de alguien de su categoría y que además se toma su trabajo muy en serio.
Así que sí, frente a seres como Olav los méritos que creas haber logrado en tu carrera profesional últimamente quedarán totalmente eclipsados. Lo peor de todo es que el pingüino norteño no es para nada el único caso, y hay todo un submundo de animales preciosos y llenos de talento que pueden hacer de rabiar a la mayoría de los currelas de todo el planeta.
Jefa de trenes, la gata Tama
Tama dándose un baño de masas.
Por ejemplo tenemos a Tama, la gata jefa de estación y directora de operaciones en la estación de Kishi en Kinokawa, Japón. Los funcionarios de esta estación, que pasaba por una situación financiera difícil, adoptaron a la minina para que saludara a los pasajeros, y gracias a que los algunos transeúntes se acercaban exclusivamente para hacerse una foto con ella las visitas aumentaron un 10% en un año. Hubo que ascenderla, claro.
“El cargo incluía un sombrero de jefe de estación, una chapa distintiva y, en lugar de un salario, el ferrocarril le ofrecía a Tama comida para gatos gratuita”. La directora de la estación era tan importante que hasta tenía a otros animales asistentes a su cargo. Lamentablemente Tama falleció el año pasado, pero su labor diaria nunca será olvidada.
El perro que era alcalde (y había sido reelecto hasta tres veces)
Ese es Duke, el perro de la raza montaña de los Pirineos y afincado en un pequeño pueblo de Minnesota que mantiene a día de hoy el honor de ser el único can electo como alcalde de la historia de Estados Unidos. Su primera nominación fue fruto de un accidente, pero no parece que le importase demasiado a sus conciudadanos.
Su popularidad es inmensa, mucho mayor que la de otros alcaldes de pueblos cercanos. Tal y como dijo una ciudadana local en el día de elecciones que saldría ganador por tercera vez consecutiva: "No sé quién se atrevería a presentarse como su rival político, ha hecho demasiadas cosas buenas para esta comunidad”.
El Gardfield de Alaska
Pero Duke no está sólo en esto de ser un animal e inmiscuirse en la política humana (ni mucho menos). Stubbs fue un gato de Alaska que, por 16 años, fue el honorable alcalde de Talkneetna. Según los 900 votantes que le dieron su confianza al felino pelirrojo, ha sido el mejor dirigente con el que han contado y alguien con una gran inteligencia para las negociaciones políticas. “Nunca nos ha aumentado los impuestos o intervenido en nuestros negocios. Es honesto y puede confiarse en él”.
Un político de gruesa piel gris
Cacareco (“basura” en portugués) no sólo se convirtió en el rinoceronte que batió al resto de competidores políticos en la carrera como concejal de Sao Paulo en las elecciones de octubre de 1959, fue también la figura que inspiró a otro movimiento distinto diez años más tarde y al otro lado del mundo, El Partido de los Rinocerontes de Canadá. Aunque los residentes brasileños votaron inicialmente de broma al joven animal de cinco años, siguieron haciéndolo. Para la sociedad del momento, Cacareco era todo un símbolo de las frustraciones políticas locales.
Humphrey Appleby, minimo Real
Aunque muchos conocerán la tradición de asignar a gatos para el trabajo como “ratoneros jefes” en el 10 de Downing Street, sólo algunos sabrán la historia de Humphrey Appleby, el felino de esta estirpe de funcionarios que estuvo a las órdenes de Margaret Thatcher, John Major y Tony Blair. Eso sí, dejando algunos escándalos por el camino, como el asesinato de cuatro polluelos, crimen del que fue después exonerado.
También vivió una dura desaparición en 1995, pero se le encontró meses después en el hospital, del que salió con renovadas ilusiones para ejercer su cargo público. “He pasado una estupenda estancia en el Hospital Universitario de la Armada Real, pero quiero volver a mi trabajo y empezar la nueva temporada parlamentaria”, dijo Humphrey Appleby en su comunicado oficial. Según algunos, fue el más audaz de los gatos que poseyeron este rango, y de seguro fue uno de los que trabajó bajo una de las etapas más convulsas de la historia de la política británica.
Llevando lejos el esquí acuático
Para empezar, el inicio de carrera de la ardilla Twiggy fue como practicante de esquí acuático. Esa fue la profesión que le enseñó su familia adoptiva después de que la rescataran en una madriguera destrozada por el Huracán David, allá a finales de los 70. Sí, Twiggy no ha sido una única ardilla, como ocurre con otros animales famosos, sus descendientes van heredando nombre y puesto, haciendo así que varias generaciones puedan hacer crecer el legado familiar.
Pero después de aquello vendría la fama internacional y sus primeros pinitos en el showbusiness, donde se convirtió en una estrella del entretenimiento de masas al tiempo que era capaz de enseñarle seguridad marítima a los más pequeños. En 40 años el roedor y su equipo deportivo han aparecido en varias películas, como El reportero, así como en campañas publicitarias o videoclips como River Bank, de Brad Paisley.
El It Dog
No podía faltar el perro más guapo de Internet, que citamos aquí en representación de todos esos otros animales que en los últimos tiempos han creado un imperio dedicado a su imagen y el magnetismo que la misma proyecta sobre nosotros, los simples humanos. Empezó como tantos otros, como instagramer de moda, pero su presencia le ha garantizado campañas con las más importantes firmas de ropa, un puesto privilegiado en la industria y una rentabilidad que le coloca en el podio de las mascotas más rentables de la historia. Todo eso a la vez que se erige como una criatura mil veces más fotogénica de lo que ningún humano será jamás.
