Lleva 17 años en el poder, y el pueblo le ama. Al menos eso dicen las urnas. Con un escrutinio del 93% de los votos, Rusia Unida se ha llevado el 54.2% de los votos de la ciudadanía. Los demás partidos, casi todos también favorables al líder ruso, se han quedado muy lejos de acercarse a los resultados de Putin.
Las elecciones de 2016 se han presentado como los comicios legislativos menos disputados en Rusia en 25 años. Y por mucho que hayan sido las elecciones con la asistencia más baja desde principio de siglo o que se hayan filtrado videos maliciosos dudando de la legitimidad de sus cifras, RU sigue siendo el triunfador de la noche.
Para encontrar unas cifras tan buenas hemos hecho arqueología electoral. Buscamos a los candidatos más queridos de la historia de la democracia participativa. Estos son algunos de los dirigentes de diferentes regiones y épocas que han superado en porcentaje de voto los últimos resultados del zar ruso.
El militar al que España apoyó en 1967
El Jefe Supremo del bando sublevado de la República Española, Francisco Franco Bahamonde, organizó algunas elecciones durante sus 36 años de ininterrumpido mandato. En ellas buscaba el calor del pueblo y el apoyo social necesario para legitimar su gobierno. En una de esas elecciones, la de 1967, el voto de oposición se quedó en un 17,9 %. Casi dos millones de españoles votaron Sí a Franco. Un 82 % de la población.
Lukashenko, un estadista con abrumadora mayoría
Las elecciones presidenciales de 2006 de Bielorrusia le supieron a triunfo absoluto a Aleksandr Lukashenko, que recibió el apoyo del 84.4% de los votantes de su país. Los observadores internacionales no estuvieron muy de acuerdo con la legitimidad del proceso, que tildaron de fraude. Fue su resultado más favorable, pero desde hace más de 20 años triunfa en cada elección que se presenta, siempre con unos resultados favorables superiores al 70% de los votos.
Mubarak, o empezar ganando
Hosni Mubarak llevaba ganando décadas las elecciones de su país. Claro que, hasta las de 2005, éstas eran de un único candidato. En este año se presentaron otros políticos a parte del mandatario egipcio, pero ni por esas fueron capaces de expulsarle del poder. Las urnas le dieron el 88% de los votos. Los resultados fueron criticados por la prensa y los organismos internacionales, y Ayman Nour, su rival, dijo que había recibido el 30% de los votos, y no el 7% como decían los registros oficiales. Pese a todo, Mubarak siguió siendo el dirigente preferido por Egipto hasta 2011, cuando perdería. Un año más tarde, los tribunales le condenarían a cadena perpetua por represión.
Los 600.000 de Ngô Đình Diệm
Allá donde no le querían, como en las zonas rurales, llego a ostentar un 90% de votos favorables. En las zonas urbanas, le querían tanto que aparecían como setas a votarle: en total, de un censo en Saigón de 450.000 personas, 600.000 votos le dieron la mayoría a Ngô Đình Diệm. Al final un 98% de los vietnamitas de todo el país le convirtieron en el Nuevo dirigente de Vietnam del Sur. Dio lo mismo que fuera un político católico en un país mayoritariamente budista, o que fuese bastante contrario al comunismo en un país cuyo movimiento no hacía más que crecer. Las papeletas le dieron la victoria (pero no le libraron el asesinato unos años más tarde, en 1963).
Mugabe y su bache en el poder
En 2008 el poder de Robert Mugabe en Zimbabue parecía una roca inquebrantable y así se confirmó en las nuevas elecciones. En su primera vuelta la oposición al régimen de Mugabe contaba con un 48% de los votos, pero el partido rival se "retiró" de la segunda vuelta una semana antes de la fecha en que estaba programada que tuviera lugar. Este susto estuvo a punto de robarle el puesto de dirigente del país por primera vez en más de 20 años.
Sea como fuere, esa pérdida de apoyo democrático del 2008 no afectó demasiado a la opinión pública, que revalidó la elección de Mugabe como presidente en 2013 con más de un 60% de los votos. Con la mayoría absoluta, el partido de Mugabe podría modificar a voluntad la nueva Constitución.
2014: la confirmación del Gran Líder
Unanimidad absoluta. Un 100% de apoyo a Kim Jong-un, el hijo de Kim Jong-il. La elección de Kim para presidir la Asamblea Presidencial Suprema de Corea del Norte en los últimos comicios (y que se organizan cada cinco años) se definió como "una expresión del apoyo absoluto del personal de servicio y el pueblo" según la agencia KCNA, que insistió en la idea de "unidad monolítica" en torno al líder promulgada por el régimen en las últimas semanas.
Charles D. B. King, el hombre con un 1500% de votos
Imagina que tu pueblo te quiere tanto que aparecen nuevos ciudadanos en el país sólo para votarte. Eso es lo que le ocurrió al aclamado Charles D. B. King en las elecciones de 1927 en Liberia. Sólo había 15.000 personas censadas en el país, pero el político recibió en las urnas 243.000 votos, quince veces más papeletas que las que tocaban. La oposición, claro, no tuvo nada que hacer con sus apenas 7.000 votos. Está claro que lo de King se salía de toda tabla democrática.
El Presidente actual no es el único político amado en la Rusia postsoviética
Y volvemos a Rusia, en las que también fueron unas elecciones controvertidas: el 3 de julio de 1996 un 54.4% de la masa censal dijo sí en segunda vuelta a Boris Yeltsin, unos resultados mínimamente superiores a los que acaba de lograr Vladimir. Visto en perspectiva, parece que a Putin todavía le queda margen para seguir ganando adeptos en su nación.