Que los ideales republicanos sean patrimonio de la izquierda es una de las grandes mentiras de la política española. En la historia de nuestro país han existido una buena retahíla de propuestas, personalidades y eventos políticos que demuestran que el liberalismo o el conservadurismo pueden tener espacio junto a la idea de República. Hoy hemos vuelto a tener una prueba fehaciente de que la corona no está tan relacionada con la derecha como pensamos. Hoy hay mucho conservador declarándose republicano. Y todo tiene que ver con la investidura de Sánchez.
La propuesta del Rey. El motivo principal es que el Rey ha propuesto al líder del PSOE, Pedro Sánchez, como candidato para un nuevo debate de investidura en el Congreso. Lo hace después de que la candidatura del líder popular, Alberto Núñez Feijóo, acabara en fracaso al no conseguir la mayoría necesaria.
"De acuerdo con lo establecido en el artículo 99.1 de la Constitución, tras celebrar consultas con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, vengo a proponer al excelentísimo señor Don Pedro Sánchez Pérez- Castejón como candidato a la Presidencia del Gobierno”, comunicaba el monarca.
Las críticas. Como era de esperar, la derecha ha cargado rápidamente contra el jefe de estado al proponer al líder socialista, asegurando que no está obligado a proponer a nadie y que lo más "lógico" hubiera sido convocar elecciones. Hay quien incluso pide su abdicación inmediata en el caso de que se apruebe una supuesta amnistía a políticos independentistas por parte de Sánchez. Sí, la monarquía, que ha sido desde siempre una institución casi sagrada e intocable para los conservadores, ha cabreado a cierto bando político.
"El rey está obligado a cumplir con sus deberes constitucionales, pero entre estos no figura el de creer a un mentiroso", escribía el columnista y opinador de derecha Alfonso Ussía.
"Felpudo VI". Las críticas han llegado acompañadas de duros comentarios, ataques e incluso insultos en redes sociales, donde ahora mismo está teniendo lugar una campaña de desprestigio contra el monarca. "Felpudo VI" es Tendencia en Twitter. "El rey no puede cambiar de opinión. Insisto, si su majestad el rey Felipe VI acepta firmar alguna ley de amnistía debe abdicar inmediatamente e irse a Lisboa o al carajo", señalaba un usuario en la red social en una publicación que cuenta con 100.000 "me gusta".
Hay algunas personas que incluso van más allá y aseguran que si ahora mismo hubiese un referéndum entre monarquía o república, votarían a lo segundo. "Si permitís que enemigos de España nos roben España, yo seré la primera en votar por una república. Total, ya manda y decide Pedro Sánchez", señalaba una usuaria.
"Ha dejado de ser mi rey, para mí es el príncipe de las galletas de chocolate”, espetaba otro en un vídeo publicado. "Ha firmado su propia destrucción" o "Felipe VI está cavando la tumba de la monarquía", también han sido otro tuits que han podido leerse a lo largo de la mañana. De momento, estos ataques no están siendo amplificados por los altavoces mediáticos de la derecha, salvo cuestiones muy puntuales, por lo que podría considerarse más una reacción visceral en redes.
No tenía muchas opciones al respecto. Muchas de estas críticas no tienen en cuenta el funcionamiento de las instituciones y de la Constitución. Hay que recordar que, tal y como ha justificado la Casa Real en su comunicado, al no haber sido otorgada la confianza para la investidura al candidato previamente propuesto y como señala el apartado 4 del artículo 99 de la Constitución se toma la decisión en la que "se tramitarán sucesivas propuestas" de candidatos. Además, corresponde al Congreso de los Diputados y no al jefe del Estado elegir al presidente del Gobierno otorgando o negando su confianza al aspirante
La Constitución es clara en ese aspecto: el Rey también debe encargar formar Gobierno a las siguientes fuerzas políticas del Congreso, o al menos a aquellas que muestren apoyos. Esta situación sería diferente si Sánchez no contara con los apoyos de "Sumar" o de otros partidos.
El papel de Sánchez. Por su parte, el socialista ha aceptado el papel que se le ha encomendado e intentará formar gobierno. En un discurso reciente, ha reiterado su oposición a un referéndum de autodeterminación, una demanda del independentismo. Sin embargo, ha hecho hincapié en la importancia de la “generosidad” en la política en Cataluña: "Hacer política implica generosidad, implica compromiso con tu país y implica lógicamente liderazgo", ha sostenido.
Aunque no ha mencionado explícitamente la amnistía, la llave que le garantizaría el apoyo de Carles Puigdemont para su investidura, ha calificado la situación en Cataluña como un "conflicto" que debe resolverse en el ámbito político.
Y volviendo al felpudo, recordemos que no es la primera vez que este objeto doméstico se convierte en un arma política en este país...
Imagen: Commons
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