No era andaluzófobo. Tampoco odiaba a Susana Díaz. El ahora excónsul de España en Washington Enrique Sardá Valls sólo estaba echándose unas risas antes de que le despidieran.
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Posiblemente hayas visto la noticia ya en otros medios. Sale a la luz un estado de Facebook de Sardá donde, dicen, imita el acento andaluz desprestigiando a la líder del PSOE andaluz frente al buen porte de la Reina de España. Esta imagen.
El cónsul español en #Washington Enrique Sardá Valls no ha estado precisamente "diplomático" #España #Andalucia #Sevilla @MAECgob pic.twitter.com/aqHKYb3ETL
— Dominguez Arjona (@DominguezArjona) August 1, 2017
Todo cuadra dentro de nuestros prejuicios nacionales. Parece la típica pullita clasista de los catalanes burlándose de lo que ellos consideran está muy por debajo de su nivel, la España sureña. Díaz responde en sus redes: está “orgullosa de ser andaluza” y de su “acento andaluz”. Los tertulianos e internautas piden una reprimenda modélica, la Junta remite una carta al Ministerio y el cese no tarda en llegar.
Orgullosa de ser andaluza y de mi acento andaluz. pic.twitter.com/aek0dxxRR8
— Susana Díaz Pacheco (@susanadiaz) August 1, 2017
El cónsul humorista aguanta el chaparrón y acepta todas las críticas, pero se defiende con unas coletillas que ya nos conocemos: en España “ya no hay sentido del humor” y su comentario se ha “sacado de contexto”.
El contexto, ese mismo que faltaba en los mismos tuits entrecomillados que le costaron el cese a Guillermo Zapata. Que si los chistes eran mensajes interconectados con un discurso desarrollado en varios comentarios, que si había que tener en cuenta el medio y las maneras de comunicarse dentro de la red de microblogging…
Parece que es esa misma falta de contexto la que ha llevado a los andaluces aludidos en esta historia a considerar el mensaje de Sardá como un ataque hacia ellos, cuando en verdad el cónsul veterano estaba imitando el estilo literario del “aficcionado” Juan Antonio Santos.
Ese misterioso Juan Antonio, tinerfeño y admirador profundo de la Reina, es el administrador de la página AMIGOS QUE AMAN A LETIZIA Y SE AFICCIONAN A SU BELLEZA. Juan Antonio y su particular desapego por las construcciones semánticas y ortotipográficas normativas han conseguido que 3.000 miembros le sigan la corriente en su defensa de nuestra soberana como la mujer perfecta, convirtiéndose ellos también en “aficcionados”.
Entre los mensajes de Juan Antonio se suman los posteos de comentaristas que imitan su estilo desde el cariño y algo de condescendencia, como apuntaba esta mañana el periodista Antonio Villarreal.
La gente imita la forma de hablar del creador del grupo, de ahí lo de escribir con faltas de ortografía intencionadas, como en... pic.twitter.com/XiEUtA3DJq
— Antonio Villarreal (@bajoelbillete) August 2, 2017
En el grupo, del que Enrique Sardá forma parte, están todo el rato con esa coña y ya han inspirado a otros imitadores... pic.twitter.com/Kdt7PE6F2e
— Antonio Villarreal (@bajoelbillete) August 2, 2017
Entonces, el cónsul simplemente estaba hablando en ese registro, para otros del grupo. No afrentando a la forma de hablar de los andaluces. pic.twitter.com/IFrYP0DsSI
— Antonio Villarreal (@bajoelbillete) August 2, 2017
Sardá estaba en este grupo, y de ahí que hiciera un comentario similar a los que pueden verse en la página.
En fin, pura jerga de comunidades. De la misma manera que podemos hablar como cientefico, imitar el estilo hoygan de los comentaristas de Yahoo Answers o incorporar a nuestras conversaciones expresiones chanantes popularizadas por Muchachada Nui sin que seamos manchegos.
me e levantao a acer pis y se me a quitao el soeño que rabia aber si me doermo por que no es ora de desayonar todabia
— cientefico (@cientefico) July 28, 2017
En cualquier caso de ninguna manera el excónsul se había reído de Susana Díaz ni de los andaluces, como defendió el artículista de El Diario que hizo que saltara la liebre, del que se hicieron eco todos los medios a posteriori y que a.provocado que ke sesen a ese pobre aficcionado.