Si crees que las líneas ferroviarias de alta velocidad españolas son un esfuerzo de ingeniería notable, hoy es un buen día para que recuerdes la línea del tren Transiberiano. Lleva recorriendo sus 9259 kilómetros de recorrido desde hace justo cien años, uniendo las ciudades de Moscú, Pekín y Vladivostok en sus ramales.
Y hoy, con el motivo de su centenario, recordaremos el logro que fue construir esta línea tan larga a principios del siglo XX en una serie de imágenes.
1. El larguísimo recorrido de sus vías
Cruzar toda Rusia y parte de China no es ninguna broma. Las vías del Transiberiano lo consiguen, atravesando ocho zonas horarias en siete días y parando en 72 estaciones intermediarias antes de llegar al destino final. (Imagen: Wikimedia)
2. Su equivalente en carretera: La Ruta Siberiana
Antes de las vías del Transiberiano los rusos usaban la Ruta Siberiana, que se construyó en 1730 y se usó en los siglos XVIII y XIX. Ahora mismo es una Autopista, pero en ese entonces sirvió (entre otras cosas) para que China exportara más de 70.000 toneladas de té hacia Rusia. (Imagen: Wikimedia)
3. Todo empieza en Yaroslavsky
Esta estación de Moscú, llamada Yaroslavsky, es el punto de partida de todas las líneas del ferrocarril Transiberiano. Depende del ramal que tome el tren y su destino también se habla de ferrocarril Transmanchuriano o Transmongoliano. (Imagen: Wikimedia)
4. Convierte Vladivostok en un punto estratégico para competir con Oriente
El Transiberiano termina (o empieza) en Vladivostok, ciudad costera en el Mar de Japón. La vía dota a la ciudad y a su puerto de competitividad contra las actividades comerciales de China, Corea del Sur y Japón. En la imagen podéis ver la estación ferroviaria de la ciudad. (Imagen: Alexxx Malev/Flickr)
5. Hay que cambiar todas sus ruedas en pleno recorrido
Para poder respetar el ancho de vías de China, el Transiberiano tiene que cambiar los "bogeys" de todos los vagones una vez llega a la frontera retrasando varias horas el viaje. Los vagones también dependen del servicio de varias locomotoras y del bombeo de agua fresca en varias paradas de su recorrido para que no haya escasez de nada.
6. Sus obras duraron más de dos décadas
Inauguradas por el Zar Nicolás II en 1890, las obras del Transiberiano empezaron en la zona más oriental desde Vladivostok. La construcción duró 26 años, y en ella trabajaron soldados y hasta convictos rusos. El objetivo para el zar era poder viajar en la comodidad de su tren personal por todo el territorio ruso. (Imagen: Wikimedia)
7. Los trabajadores hicieron toda una hazaña
En esta fotografía podemos ver a varios obreros transportando las maderas que irían debajo de la vía del Transiberiano a pulso en la zona del Taiga. Nada de maquinaria moderna: la ruta de casi 10.000 kilómetros se construyó a pulso humano, por zonas en los que la civilización humana simplemente no había llegado. Imagen | Wonders of World Engineering)
8. Y lo hicieron en unas condiciones horribles
Trabajar en el clima siberiano sin carreteras, ni ayudas y con Rusia autorizando unas obras con el presupuesto lo más barato posible no fue nada fácil. Esta precariedad, de hecho, provocó defectos por permitir unas construcciones de las vías demasiado débiles (Imagen: Maarten Takens/Flickr).
9. Hubo que hacer hasta 574 puentes para acortar el recorrido
Para las obras y para poder ofrecer un recorrido más rápido, los trabajadores del transiberiano tuvieron que hacer 574 puentes que cruzaban ríos y lagos o cualquier terreno escarpado. El de la fotografía superior, de Wonders of World Engineering, cruza el río Tom.
10. El lago Baikal fue el peor obstáculo de esas obras
Este lago situado justo al norte de Mongolia es el Baikal, y está justo en medio de la ruta ideal del Transiberiano. Al principio la cortaba, con una serie de barcos que trasladaban a los pasajeros de un lado a otro del lago para cambiar de trenes. Más tarde ese obstáculo se salvó con la construcción de una vía que rodeaba al lado por su extremo sur. (Imagen: Wikimedia)
11. El tren despertó la economía de zonas alejadas de Rusia
Campesinos de siberia miran, en esta fotografía, la llegada de un tren Transiberiano. Más de 4 millones de personas provenientes de la Rusia Occidental y Ucrania llegaron a Siberia y a otras zonas a través de este tren, zonas en las que se empezó a producir y exportar grano y harina motivadas por la facilidad de llevar el producto a zonas más lejanas. (Imagen: Wikimedia)
12. También facilitó operaciones en la guerra Ruso-Japonesa
Si no hubiese sido por el Transiberiano, los rusos no habrían podido enviar refuerzos militares a batallas como la del río Yalu, representada en esta ilustración japonesa de 1904. Dicha guerra bloqueo el transporte civil de pasajeros durante 1904 y 1905. (Imagen: Wikimedia)
13. Tuvo su papel en la Segunda Guerra Mundial
Mientras la Unión Soviética se mantuvo neutral en la Segunda Guerra Mundial, Japón aprovechó el Transiberiano para transportar materiales como goma natural, que podéis ver en esta fotografía. Más tarde esa ruta se cortaría después de que la Alemania Nazi invadiera la Unión Soviética. (Imagen: Sean Beesley/Flickr)
14. Actualmente es la línea de ferrocarril más usada por los rusos
Ni las líneas aéreas han hecho obsoleto el Transiberiano. Hoy en día transporta a 200.000 rusos en dirección a Europa cada año y de sus vías dependen el 30% de las exportaciones del país. También es un viaje que atrae a multitud de turistas de todo el mundo. (Imagen: Richard Thomas/Flickr)
15. También sirve como ruta de mercancías entre varios países
China, Mongolia, Bielorrusia, Polonia y Alemania han estrechado lazos para poder facilitar el transporte de mercancías a través del Transiberiano. Estas mercancías atraviesan Asia y parte de Europa en menos de la mitad del tiempo que tardarían en barco: de Bielorrusia a la costa pacífica de Rusia en unos doce días a un ritmo de 900 kilómetros diarios. (Imagen: Derek Low/Medium)
16. Sus billetes para viajes de ocio son bastante caros
Viajar en uno de estos trenes Transiberianos no es barato. Entre visados, traslados adicionales, actividades varias y estancias en hoteles de varias ciudades del recorrido, un viaje de Moscú a Pekín de varios días en el Transiberiano puede costarte 2230 euros como mínimo. Más del doble si eliges viajar en las clases más lujosas.
17. No se escatima en lujo a bordo
Si eliges viajar en el Transiberiano por todo lo alto no te va a faltar de nada: estas son las pintas que tiene el restaurante de primera clase dentro del tren. (Imagen: El-transiberiano.com)
18. Puedes llegar a Corea del Norte con él
No es algo que quizás tengas ganas de hacer y tampoco es un recorrido que se organice por agencia, pero hay quien ha conseguido subirse en un tren en Viena y llegar hasta la capital norcoreana de PyongYang usando el Transiberiano. Esta fotografía nos enseña una stación de tren de Corea del Norte cuando el ferrocarril pasa por dicho territorio. (Imagen: Provodnik/Blogspot).
19. Ha inspirado algunas películas
El tren ha servido de base para una película estrenada en 2008 y protagonizada por Woody Harrelson, Kate Mara, Eduardo Noriega y Ben Kingsley. Ganó dos premios Gaudí ese mismo año por mejor dirección artística y mejor montaje, aunque tuvo seis nominaciones más. Otra película que transcurre en el Transiberiano es Horror Express.
20. Y aún así no es la vía más larga del mundo
A pesar de todo, el recorrido del Transiberiano no es el más largo del mundo. Ese premio se lo lleva una vía que parte de Madrid, pasa por Moscú y termina en Yiwu, China. Roza los 13.000 kilómetros de longitud, aunque se usa principalmente para mercancías. (Imagen: Skye Gould/Business Insider)
21. Su futuro pasa por reparaciones y... ¿conectar con América?
Todavía hoy hay defectos en el Transiberiano, cuyo mantenimiento es evidentemente caro. Putin anunció en 2013 un plan para reformar la línea, y hay propuestas como esta del llamado Trans-Eurasian Belt Development para unir Londres y Nueva York por Rusia y el Estrecho de Bering. Serían 20.777 kilómetros de vías.