Si eres aficionado a la astronomía habrás marcado en tu calendario el próximo día lunes 26 de septiembre. Ese día, a las 18:00 horas GMT, la NASA celebrará una rueda de prensa en la que revelará un descubrimiento importante sobre Europa, una de las lunas de Júpiter que no debe confundirse con el continente de nuestro planeta.
Esa luna es, con muy pocos científicos dudándolo, el astro más interesante de nuestro sistema solar. ¿Pero por qué? Hay docenas de otras lunas, asteroides y planetas ahí fuera, ¿Por qué Europa se presenta como un objetivo de la NASA casi tan ambicioso como Marte? Hay razones, y son de peso.
Europa en datos
Europa es la sexta luna más cercana a Júpiter y la cuarta más grande en tamaño, descubierta por Galileo en enero de 1610 y bautizada co ese nombre en honor a la amante del dios griego Zeus. Su diámetro de 3100 km la hace sólo un poco más pequeña que nuestra Luna, aunque su color es más blanquecino y anaranjado.
La temperatura en la superficie de Europa es de -163°C en su ecuador y -223°C en los polos, pero hay una fuente de calor: la gravedad de Júpiter hace que el material de su corteza se mueva en mareas similares a las de la Tierra, y ese movimiento genera calor. Eso hace que se el hielo se funda en agua que queda protegida bajo la capa congelada que permanece en la superficie por las bajas temperaturas.
Eso provoca que en la corteza de la luna se muevan grandes placas de hielo de forma similar a como lo hacen las placas tectónicas de la Tierra, provocando fricción y choques entre ellas que causarían las grietas anaranjadas que vemos en las fotografías de su superficie. Incluso se habla de géiseres de agua que salen disparados hacia el espacio en cuanto esos choques provocan una fractura en el hielo que abre una vía de escape del agua subterránea hacia el exterior. He aquí una representación artística de esos escapes:
Ese calor también hace que el agua e incluso el hielo de la superficie se evapore y posteriormente se descomponga en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno se va hacia el espacio exterior por su poca masa, pero el oxígeno queda atrapado y forma una tenue atmósfera. No te molestes en imaginar si podrías respirarlo, la densidad de ese oxígeno es demasiado baja e igualmente te congelarías al instante a tan bajas temperaturas. Para nosotros, vivir en Europa es imposible.
La clave de todo: en los océanos de Europa puede haber vida
¿Podríamos descubrir vida extraterrestre en Europa? Muchos científicos así lo creen, aunque sea en forma de microorganismos o bacterias. Se apuesta que el agua fundida que puede haber bajo la corteza de hielo puede albergar esa vida, y a partir de aquí uno ya puede imaginarse desde organismos unicelulares hasta ballenas alienígenas. Es esa suposición la que hace que desde las agencias espaciales terrestres se quiera explorar esta luna al milímetro.
Hay varias apuestas abiertas sobre dónde podríamos encontrar esta vida, y para eso hay que saber qué teorías se barajan acerca de lo que hay bajo la corteza helada de Europa.
La primera es la de un océano que ocupa toda la capa inferior de Europa, con el manto de la luna justo debajo. Es en ese océano donde se podría encontrar vida, del mismo modo en el que se encuentra en algunas fumarolas submarinas de nuestro planeta.
Otra teoría es la de que no hay agua líquida, sino más bien hielo que se fragmenta y se mueve bajo el de la superficie. Aquí pueden entrar en juego los lagos subglaciales: masas de agua fundida que quedan entre el hielo y donde podrían vivir microorganismos. Tenemos ejemplos de eso en la misma tierra, donde científicos han descubierto organismos jamás vistos en el lago subglacial antártico Vostok.
Rastros de esos lagos pueden verse en los llamados "terrenos caóticos", que consistiría en el hielo de la superficie de Europa que flota encima del agua de ese lago y es más inestable. Hay varias fotografías de esos terrenos captadas por las sondas de la NASA.
Se espera que una misión de la NASA llegue a Europa a mitad de los años 2020, en forma de un satélite que orbite a su alrededor y una sonda que aterrice en el planeta y analice su superficie. Antes que eso, en 2022, la misión 2022 que llevará rumbo a Ganímedes aprovechará para tomar fotografías de Europa a su paso.
¿Qué puede anunciar la NASA la semana que viene?
Shock announcement NASA to reveal major news about alien life on MONDAY https://t.co/7MPh6VWXb3 pic.twitter.com/tznnsnStCN
— Report UK (@ReportUK) 21 de septiembre de 2016
Borrad de vuestra cabeza algo como lo de este tuit. La NASA no va a confirmar vida extraterrestre (y mucho menos de hombrecitos con ojos grandes) en Europa. Repasemos la noticia: astrónomos de la agencia espacial estadounidense presentaran evidencias de una "actividad sorprendente" en Europa, que podría (e insisto en "podría") estar relacionada con la presencia de un océano subterráneo en la luna.
Podría ser la detección uno de esos géisers de agua, aunque el Daily Mail comenta que hay quien piensa que podría ser algo como pruebas de que en ese océano hay contacto con el manto del planeta y por lo tanto eso daría lugar a "interesantes reacciones químicas en su interior".
Europa en nuestra cultura
No sólo los científicos muestran interés pos las posibilidades que da Europa: también lo hace el mundo del cine y la literatura. En una película llamada Europa Report, un equipo de astronautas viaja hasta Europa para analizar la superficie del planeta y averiguar lo que hay bajo el hielo. En formato de documental ficticio y con grabaciones de cámaras fijas, el film es el excelente ensayo de una hipótesis que muchos se atreven a imaginar.
Otra obra en la que la luna Europa tiene cierto protagonismo es en Armada, la segunda novela de Ernest Cline tras el éxito de Ready Player One. No tan alabada como esta última pero perfecta para el lector geek, trata sobre la reacción de la humanidad cuando naves que hasta ahora formaban parte de un videojuego atacan la Tierra.
NASA's announcement on Monday about Europa might stir memories... pic.twitter.com/0G7hMC64zT
— Greg Smye-Rumsby (@gregsmyerumsby) 21 de septiembre de 2016
Finalmente, muchos recordaréis la saga de películas basada en las novelas de Arthur C Clark iniciada con 2001: Odisea en el espacio. En las novelas podemos leer como Júpiter se convierte en una estrella y funde el hielo de Europa para que la vida de la luna evolucione hacia una civilización inteligente. Tanto las novelas como las películas son dignas de leer y se han convertido en todo un símbolo del género de ciencia-ficción.