Los críticos de cine tienen un término para hablar de las películas que le caen bien a todo el mundo: crowdpleaser. Del inglés “complacencia de masas” y traducible por “ni a ese amigo amargado le puede caer antipática”, el crowdpleaser es un tipo de obra que bien por accidente o premeditación suele aparecer cada cierto tiempo en festivales y carteleras y que, sin que supongan una revolución fílmica, le dejan buen sabor de boca a todo tipo de públicos.
Ni el Show de Truman ni El Arca Perdida, ni siquiera Cadena Perpetua, han conseguido conquistar a la gente tan bien como Lady Bird: de momento un 100% de críticos que han visto la película han marcado en Rotten Tomatoes que el debut en la dirección de Greta Gerwig merece la pena.
El premio no sólo se lo lleva por haber sacado la mejor nota del popular medio agregador de críticas, sino también por ser la más sólida y mejor formada: ya ha han marcado su pulgar hacia arriba 170 críticos, un récord de notas positivas totales para una misma película de la historia de la web. Acaba de desbancar a Toy Story 2 de su puesto.
¿Una megaproducción de un gran estudio? ¿Algún trabajo de Pixar, esos genios de la manipulación emocional? No, una aventurita indie estadounidense entre el drama y la comedia basada en la relación materno-filial de Saoirse Ronan con su estricta madre Laurie Metcalf.
Podrías leer sobre la sinopsis, informarte un poco más de la puesta en escena o de los temas de la película, tan comunes y viejos como el mismo cine. Pero en realidad todo esto importa poco ante el fenómeno. Es por todos sabido (Boyero insiste bastante en este tema) que hay críticos de gustos muy dispares. Gente que bebe los vientos por el cine autoral más oscuro, tipos que disfrutan del enésimo e inane producto hollywoodiense como si fueran niños y señores con el ceño fruncido encantados de destrozar el último producto que está encandilando al público.
Sea cual sea el perfil, todos están de acuerdo en que Lady Bird es una película que merece la pena. O como mínimo, que es una película que no está mal. Ni siquiera cuando se sabía que estaba a punto de romper el récord de la plataforma dejó nadie que le venciese su Grinch interior y le plantase el primer tomatazo. Estamos ante los Beatles, los macarrones con tomate de la historia de Rotten Tomatoes.
Por supuesto, eso no quiere decir que sea la mejor película del mundo ni mucho menos la que más le guste a los críticos de Rotten Tomatoes. Por ejemplo: Toy Story 3 o Mad Max: Fury Road tienen más cantidad de notas positivas, aunque con alguna entrada negativa; y clásicos como Ciudadano Kane o El Padrino suelen tener una media de 100% "fresh", pero siendo obras tan viejas tienen muchísimas menos críticas en el portal cinéfilo.
Que sea una película de la importancia de las mencionadas lo dictará el tiempo, pero de momento todo juega a su favor: también está logrando conquistar a las audiencias. Su estreno en Estados Unidos se ha saldado con el récord de recaudación por copia para una película de lanzamiento limitado del año. Es decir, no podrá competir con Marvel en recaudación total, pero desde luego en términos de rentabilidad tiene pinta de que va a salir muchísima mejor parada que Los Vengadores. La gente sale contenta, repite, se lo cuenta a sus amigos.
Como contaban los que estaban por allí, en su estreno mundial en el festival de Toronto todos los pases de prensa colapsaron en aplausos, algo bastante raro entre un público profesional para en que ver una película no es estrictamente un placer, sino trabajo.
Y por cierto, la de Gerwig es también la cinta más exitosa dirigida por una mujer desde que Kathryn Bigelow estrenase La noche más oscura en 2012, y va camino de superarla en crítica y recaudación. Todo lo anterior respalda que los periodistas cinematográficos ya están hablando de ella de cara a su carrera en los Oscar.
Con este currículum, ahora sólo toca comprobar por nosotros mismos ver qué misteriosa fórmula de absoluto consenso encierra la película. ¿Serás la primera persona en hatearla? Tienes tiempo de sobra para acumular malos sentimientos: en España no podremos verla hasta el próximo abril.