La historia de Johnny Depp es una montaña rusa llena de excentricidades, luces y sombras. Tras convertirse en uno de los iconos de la pantalla más aclamados en los años 90, el actor que interpretó una vez a Eduardo Manostijeras o al pirata Jack Sparrow se enfrenta a decenas de acusaciones de haber maltratado a su exesposa. Un pasado marcado por historias tan turbulentas como que el actor ofreció supuestamente marihuana a su hija de 13 años, que llevó acabo varios episodios de violencia doméstica y que atravesó un periodo muy oscuro de drogas y alcohol del que todavía no se sabe si ha conseguido salir.
Como sea, la carrera del intérprete ha sufrido un duro golpe y se le han ido esfumando los patrocinios y contratos que le quedaban de la noche a la mañana. A día de hoy, solo la firma francesa Dior mantiene su publicidad con el actor, pese a que multitud de organizaciones critican a la marca por trabajar con él. ¿Se apagará del todo la estrella que tanto brilló hace unas décadas?
Expulsado de la industria
De momento, ni los estudios quieren trabajar con él. Hace unos meses Depp nos sorprendía con su salida de la franquicia ‘Animales fantásticos’ en la que iba a interpretar al personaje Gellert Grindelwald en la tercera entrega de la saga. No es de extrañar. Testimonios anónimos de productores de cine hablaron de cómo era trabajar con el actor: “Es radiactivo. Simplemente, ya no se puede trabajar con él a día de hoy. El bombazo que salió a la luz en el proceso judicial por sí solo ya sería suficiente para asustar a cualquier estudio". A Depp no le salió tan mal: 10 millones de dólares de indemnización por haber rodado una única escena de la película.
Al muro que se interpone entre Depp y su carrera se suma también su marcha de la franquicia de Piratas del Caribe, pues Disney tampoco quiere contar con él para la sexta entrega de la saga, en la que Depp llevaba interpretando al mítico capitán Jack Sparrow desde 2003.
Dior ha sido la única empresa que no ha anunciado aún un cambio en el contrato que firmó con el actor. Y eso después del aluvión de críticas tras emitirse el anuncio del perfume en el que aparece Depp en la publicidad de uno de los programas de mayor audiencia en Gran Bretaña, The Great British Bake Off. “Hemos recibido un total de 11 quejas sobre este anuncio”, dijo un portavoz de la Autoridad de Estándares de Publicidad de Reino Unido, “y los denunciantes creen que Johnny Depp no debería aparecer en el anuncio debido a los detalles sobre su reciente caso judicial”.
Desde la emisión del anuncio, los fans de Depp, usando el hashtag #Justiceforjohnnydepp, también publicaron mensajes de apoyo en las redes sociales a favor del actor y de que Dior siga trabajando con él.
So happy to open up my Ulta magazine and seeing this gorgeous face! Thank you @Dior for doing the right thing and standing by Johnny! As someone who's a DV survivor this is amazing considering how many others turn their back on him. #JusticeForJohhnyDepp #JohnnyDepp #DiorSauvage pic.twitter.com/BNYKFB7ep2
— A Simple Redhead (@trurdhd74) December 3, 2020
Los trapos sucios del juicio
Todo comenzó en mayo de 2016 cuando Amber Heard presentó una demanda de divorcio de Johnny Depp, con quien se había casado en febrero de 2015, por "diferencias irreconciliables". Dos días después, la actriz acusaba públicamente a su expareja de violencia doméstica y se presentaba ante un juez con un moratón en la cara producto, presuntamente, de los abusos físicos de Depp. Entonces no solo pidió la orden de alejamiento sino también afirmó que había sido víctima de ataques de forma "repetida" durante los 15 meses que duró el matrimonio y mostró varias fotografías que así lo confirmaban. El juez de Los Ángeles aceptó las pruebas y dictó una orden de alejamiento temporal.
Tras tres meses de tensión, la actriz retiró la petición de una orden de alejamiento contra su ya exmarido y las dos partes llegaron a un acuerdo. "Ninguna de las dos partes ha hecho acusaciones falsas", decía un comunicado conjunto de la pareja.
En 2018, el actor demandó al diario británico The Sun por un artículo publicado en 2018, donde el periódico afirmaba que el actor había golpeado a la que entonces era su esposa Amber Heard. El veredicto de los tribunales falló contra del actor estadounidense. En el juicio se desgranaron hasta 14 episodios en que Heard sostuvo que su exmarido la agredió. El juez encontró probados 12 de ellos.
“He llegado a la conclusión de que la gran mayoría de los supuestos ataques del señor Depp contra la señora Heard han quedado demostrados, según los requisitos mínimos del procedimiento civil”, afirmaba el juez Nicols en su detallada sentencia. El magistrado iba incluso más allá al rechazar el argumento de fondo de los abogados del actor, que pretendían señalar a su exesposa como una “buscavidas” que pretendía hacerse con una fortuna a base de acusaciones falsas.
Su relación fue tóxica desde el principio, como demostraron las sesiones del juicio. La actriz acusa a su exmarido de llamarla habitualmente con apelativos como “puta” y zorra". Depp, al que se le ha llegado a acusar de arrancar mechones de la cabeza del pelo de su mujer e incluso romperle la nariz de un cabezazo durante la luna de miel, aseguraba que él también fue víctima de estos ataques. Según él, Heard le arrojó dos botellas de vodka por una disputa acerca de un acuerdo económico posterior al matrimonio: "Una de ellas me pasó rozando la cabeza, mientras que la otra se rompió y me rajó uno de los dedos”.
Ahora Depp se prepara para un segundo asalto que esta vez será en Estados Unidos, país de ambos. Un tribunal del estado de Virginia atenderá la denuncia del actor contra Heard por describir presuntos abusos y amenazas de muerte en un artículo publicado en el periódico The Washington Post unos meses después de llegar a un acuerdo de divorcio.
En agosto de 2020, Heard cargó contra Depp, alegando que el actor había coordinado "una campaña de acoso a través de Twitter" al intentar orquestar supuestas peticiones para hacer que la despidieran de Aquaman y L'Oreal, y que podrían acabar en una multa de más de 40 millones de euros para el actor por difamación.
Auge y caída: drogas, alcohol y una vida de excentricidades
Pero no solo el veredicto del juez ha diezmado la reputación de Depp. Durante un tiempo, su vida ha sido absurdamente exagerada. Cuando le preguntaron en 2018 si era cierto, como alegaban sus gerentes, que gastaba 24.000 euros al mes en vino, respondió que eso era “un insulto, porque era mucho más". Sin mencionar los testimonios sobre jets privados o cocaína en el desayuno.
Depp siempre representó una forma diferente de ser famoso. Incluso con algunas salidas de tono esporádicas e indumentarias estrambóticas, Johnny Depp siempre ha sido muy querido por los espectadores. En los años 90 Depp se labró una de las carreras más interesantes que jamás haya logrado un adolescente. Trabajó con Lasse Hallström en ¿Quién ama a Gilbert Grape?, Jim Jarmusch en Dead Man, Roman Polanski en La Novena Puerta y Mike Newell en Donnie Brasco (en la que probablemente hizo su mejor papel). Y se llevó a su audiencia con él; toda una generación descubrió las películas independientes y sus autores a través de Depp.
Sin embargo, desde hace unos años, el romance con la crítica que el actor vivió en los noventa, cuando Marlon Brando le declaró el mejor actor de su generación, se torció no solo por sus fracasos en taquilla como le ocurrió con El Llanero solitario (2013), que se lo llevó a lo personal, o Mortdecai (2015), la comedia en la que comparte plano con Gwyneth Paltrow.
Apartado de las mieles del éxito, sus idas y venidas con Amber Heard no han sido lo único que han convertido a Johnny Depp en carne de cotilleo. También su elevado tren de vida marcado por las adicciones y las disputas que ha protagonizado hasta hace bien poco con sus exrepresentantes. En 2017, el actor inició acciones legales contra The Management Group, la empresa que se encargó de sus asuntos durante 17 años. Depp les acusó de gastar millones sin su permiso y les reclamaba 22,8 millones de euros en concepto de daños. Ellos argumentaron que el único responsable de sus problemas financieros era el propio artista que había gastado millones en caprichos locos: vino a raudales, casas de lujo, seguridad, aviones privados, y le reclamaban más de 500.000 euros por difamación.
Hasta hace muy poco, tenía la reputación de ser uno de los actores con los que era más fácil trabajar, elogiado por el elenco y el equipo de sus películas por su profesionalismo y amabilidad. Pero su reputación comenzó a resquebrajarse. Retrasó el rodaje de la quinta película de Piratas del Caribe debido a lo que dijo que era una lesión en la mano, que según Heard en la corte ocurrió cuando golpeó una pared durante una de sus peleas. Incluso el equipo de la película afirmó que Depp no paraba de beber hasta el punto de que necesitaba que le transmitieran sus líneas a través de un auricular.
En 2018, Depp fue demandado por supuestamente golpear a un miembro de del equipo dos veces en las costillas durante un rifirafe en el set de City of Lies. Los documentos judiciales declararon que el actor "apestaba a alcohol" y consumía drogas en el set.
En 2018, el actor ya anunció a los periodistas que su fortuna de 530 millones de euros se había esfumado, acusando a sus representantes. Pero no siempre su vida fue un tumulto de problemas. Hubo una época en el que Depp donó casi un millón de euros al hospital de Great Ormond Street después de que su hija hubiera sido tratada allí, y luego visitó a los niños enfermos para leerles historias, e incluso cuando su vida comenzó a ser excesiva, sus buenos amigos se mantuvieron leales.
Pero durante la última década, las cosas empezaron a cambiar. Una muestra es la entrevista que concedió a la revista Rolling Stone, aparentemente sobre cómo perdió todo su dinero, y donde terminó reteniendo al periodista Stephen Rodrick con él durante tres días. Rodrick lo describió como "alternativamente hilarante, astuto e incoherente", con una "mirada asustada y perseguida". "Si su vida actual no es una copia perfecta de los últimos días de Elvis Presley, es un facsímil decente", escribió Rodrick.