Aunque las noticias al respecto se han sucedido de forma frenética en el último día, Finlandia no va a implementar una renta básica universal. El gobierno centrista de Juha Sipilä sí ha declarado públicamente su interés en la materia, pero Finlandia, por el momento, tan sólo va a experimentar con un programa piloto que comenzará en 2017 y que terminará en 2019, sin que de momento se sepa demasiado sobre él y sobre las condiciones en las que se desarrollará. Pero es un primer paso muy importante.
¿Qué ha pasado? Primero, que el paso dado por el gobierno de Sipilä es lo suficientemente relevante como para que medio mundo se haya hecho eco de la noticia. La renta básica universal es una medida revolucionaria que aspiraría a reducir de forma notoria las desigualdades dentro de los países. Pero es un paso arriesgado políticamente, del que hay poca evidencia en el campo de lo posible. Algunos partidos la apoyan públicamente (en España, Podemos), pero sigue siendo una idea que, pese a haberse introducido en la agenda de forma ruidosa en los últimos años, está lejos de ser real.
Segundo, que Finlandia sí es pionera en algo: por primera vez, un estado de la Unión Europea se planteará de forma seria instaurar una renta básica universal. ¿Cómo? Aquí reside la clave: el país, durante los siguientes tres años, va a estudiar qué posibilidades tiene de implementarla y en qué condiciones. Concluido el estudio, tanto el parlamento como el gobierno finlandés decidirán ejecutar la medida o no.
Qué va a hacer Finlandia en realidad
Lo explican en Vox, donde han hablado con uno de los responsables de Kela, el Instituto de Seguridad Social Finladés, parcialmente responsable de llevar a cabo la investigación. Durante el año que viene, diversos científicos sociales, tanto del instituto como independientes, discutirán las posibles variantes de la renta básica. ¿Universal? ¿Enfocada sólo a una parte de la población? ¿Cuantía total? ¿Qué beneficios sociales suprime? Además, determinarán quién se beneficia de la medida piloto y en qué municipios, así de si debería ser dirigida específicamente a población en riesgo de exclusión o en paro (10%).
No, el parlamento finlandés no va a votar a corto plazo la implantación de la renta básica universal.
Es un paso relevante. Finlandia se enfrenta a varios problemas metodológicos, condicionados en gran medida por la constitución del país, que asegura la igualdad de todos los ciudadanos. Un proyecto piloto de este tipo enfocado sólo a un pequeño porcentaje de la población lo invalidaría.
Decididas las condiciones del experimento, el gobierno finlandés lo implementaría entre 2017 y 2018. Serían dos años en los que los investigadores podrían evaluar las consecuencias de la medida. Si son positivas, es decir, si logran reducir la desigualdad, incentivar el trabajo y reactivar parcialmente la economía, o si por el contrario no consiguen atajar el desempleo y tiene efectos neutros o negativos. En 2019 se evaluarían los resultados. Es decir, dentro de cuatro años. Finlandia aún está lejos. Llegado el momento, tomará la decisión.
El rumor ha sido fuerte, no obstante, y hasta el propio Kela ha tenido que desmentir que nada parecido a una renta básica vaya a implementarse en Finlandia. El objetivo, como recuerdan en su web, es "identificar y comparar diferentes modelos".
Algunos ejemplos en los que mirarse
En parte, el gobierno de Sipilä se ha puesto manos a la obra con el proyecto piloto porque cuenta con el apoyo de la mayoría de finlandeses. Una renta básica de 1.000 euros mensuales es vista con buenos ojos por el 65% de la población. De forma segmentada, los votantes de todos los partidos están cómodos con la propuesta, incluso los del Partido Conservador.
Utrecht está implementando un proyecto experimental de renta básica.
En BIEN, asociación internacional que apoya activamente la introducción de la renta básica, han hecho un resumen del pequeño lío mediático montado esta semana alrededor de Finlandia, incluyendo otros interesantes enlaces a trabajos relacionados tanto del propio grupo como de Kela. Como apuntan en BIEN, Finlandia aún está bastante lejos de introducir la renta básica. En la web tienen un FAQ donde responden a las preguntas habituales alrededor de la renta básica. Es muy ilustrativo.
Hasta la fecha, ha habido numerosos experimentos relacionados con la renta básica, pero ninguno ha tenido arraigue firme a nivel nacional. El pequeño pueblo de Dauphin, en Canadá, introdujo una renta básica para todos sus habitantes durante los setenta. Como recuerdan en Quartz, funcionó bastante bien. Uganda también experimentó con la renta básica incondicional. La mayor parte de sus habitantes la invirtieron en formación, y el porcentaje de horas trabajadas total aumentó en un 19%. En Europa, algunas ciudades holandesas sirven de ejemplo a Finlandia, y Suiza va a tener un referéndum al respecto en una fecha indeterminada.
Imagen | CGP Grey
