La historia de Palestina durante la primera mitad del siglo XX es la historia de un conflicto en permanente escalada. Desde que el Imperio Británico declarara casi de forma simultánea tanto su apoyo a un hipotético estado árabe independiente a surgir de las cenizas del Imperio Otomano como su reconocimiento del "hogar nacional" judío en la misma región, Palestina ha sido una cuestión abierta. Un escenario extraordinariamente complejo para el que sigue sin haber solución.
Una forma de entender el conflicto es acudiendo a los mapas. El de hoy dibuja un escenario en el que los territorios palestinos han quedado o bien constreñidos a pequeñas franjas de terreno, como Gaza, o bien a espacios progresivamente colonizados por Israel, como Cisjordania. A priori, tanto Israel como Palestina deberían quedar constreñidos a los límites marcados por Naciones Unidas en 1948, un plan que dividía ambos territorios en porciones de terreno y población similares.
La partición original de Palestina, ideada para acomodar las reivindicaciones árabes y judías, jamás se cumplió. La guerra civil de aquel mismo año y el posterior conflicto internacional, intervención de las principales potencias árabes mediante, se saldó con la victoria de Israel y la ocupación tanto de su hipotético terreno como del 60% correspondiente al estado árabe. Aquel episodio, bautizado por los palestinos como "nakba", o catástrofe, provocó un masivo desplazamiento de población.
Se calcula que alrededor de 700.000 árabes abandonaron sus localidades y hogares ante la llegada de las autoridades israelíes. Gran parte de los desplazados se concentran hoy o en Gaza, con una densidad de población entre las más altas del planeta, o Cisjordania. Medio siglo largo después, Israel ha reutilizado, destruido o reedificado gran parte de las poblaciones árabes que ocupó tras su victoria militar, un proceso que ha redefinido el mapa histórico de Palestina.
¿Pero cómo era la región antes de 1948? Tan ambiciosa pregunta trata de responder Palestine Open Map, un proyecto simpático a la causa palestina y financiado por varias organizaciones que ha logrado reunir diversos mapas históricos para comparar la distribución demográfica de antaño y la actual. Se encuentra en una fase beta y se puede explorar aquí. Se incluyen mapas otomanos, los numerosos ejemplos cartográficos británicos, y un mapa satélite de este mismo año.
El proyecto es interesante por varios motivos. Primero, por su carácter documental: gran parte de los mapas empleados en la plataforma se encontraban en la red, pero su digitalización había sido errática y su visualización era harto compleja. Palestina Open Map los ha simplificado y expuesto al modo de un Google Maps moderno. Segundo, por su carácter histórico: los mapas permiten comparar de forma sencilla qué poblaciones árabes existían y ya no existen antes de Israel.
Dado que gran parte de las reivindicaciones de las autoridades palestinas rotan en torno a la recuperación de los territorios perdidos tanto en 1948 como en 1967, los mapas ilustran de forma clara qué espacios estaban poblados por los árabes y cuáles dejaron de estarlo tras los conflictos. El mapa incluye una leyenda donde podemos ver qué pueblos siguen en pie y ocupados por palestinos, cuáles fueron abandonados y destruidos, abandonados y reutilizados por Israel, y abandonados y reconstruidos por las autoridades judías, además de los construidos de cero por Israel.
Hipotéticamente, la labor documental de Palestine Open Map permitiría asentar de forma clara las disputas en base a un archivo histórico fidedigno. En todo caso, es una hipótesis muy optimista: años de conflictos entre ambos bandos han mostrado lo complejo de una negociación que permita, en algún momento, recuperar el plan de partición de 1948. Se trata de un mapa ya oxidado sobre el que pesan demasiados años de historia, demasiados muertos mediante, como para recuperarlo.
En todo caso, Palestine Open Map es un viaje útil para entender mejor qué ha pasado durante las últimas siete décadas en Palestina. Un ejercicio que permite descubrir cómo se distribuía la población árabe antes de la creación del estado de Israel y cómo Israel ha construido nuevas localidades (en ocasiones gigantescas y partiendo prácticamente desde de cero, como Ashdod o Dimona).