Actualización: tras las quejas del gobierno vasco, del ministerio de Exteriores y de RTVE, Eurovisión ha retirado a la ikurriña de la lista de banderas prohibidas en el recinto.
En un sorprendente giro de los acontecimientos, Eurovisión acaba de prohibir la ikurriña, la bandera oficial del País Vasco. Se trata de un hecho un tanto excepcional: el concurso siempre había rechazado toda clase de manifestación política tanto en el escenario como entre el público, pero nunca había publicado una lista de banderas no permitidas en el recinto. Lo ha hecho este año, con el objetivo de evitar actos impregnados de simbolismo político, y, claro, ha levantado ampollas: la ikurriña aparece al lado de la bandera de Kosovo, de Crimea, de Transnistria o de Nagorno Karabaj. ¿Pero por qué están ahí?
Por sus implicaciones políticas, claro, ¿pero cuáles? El mejor modo de endenter lo extraño de la inclusión de la ikurriña en la lista de la discordia es acudiendo a los conflictos que motivan la prohibición de todas las demás. Tanto el PNV como Bildu han salido prestos a denunciar la decicisón del concurso, dirigiéndose a la embajada sueca en España. No se trata sólo de la derogación de una bandera oficial de la Unión Europea, sino de la implícita asociación de ideas que propone Eurovisión. De modo que veamos brevemente por qué están prohibidas cada una de las banderas prohibidas este año en Eurovisión.
1. Kosovo
Estado de carácter semiautónomo que no cuenta con el pleno reconocimiento de la comunidad internacional (España entre ellos). Kosovo es en muchos sentidos una suerte de protectorado de Naciones Unidas, cuyo gobierno está limitado por los obstáculos naturales del limbo político legal que afronta. Serbia aún reclama el territorio y no acepta su declaración de independencia. El contexto histórico de Kosovo, de población mayoritaria albanesa encuadrado durante décadas en un estado de mayoría étnica serbia, es altamente violento, y aún hoy polémico. Primero en forma de guerrilla y después en forma de conflicto entre la OTAN y la antigua Yugoslavia, la Guerra de Kosovo dejó miles de muertos.
Su bandera, en Eurovisión, tendría un claro carácter político. Serbia es país participante.
2. Nagorno Karabaj
De la peculiar naturaleza de Nagorno Karabaj, una región de población armenia encuadrada dentro del estado de Azerbaiyán pero que goza de autonomía de facto, hablamos en este artículo. El conflicto se ha avivado de nuevo durante los últimos meses. En Nagorno Karabaj se entremezclan los particulares conflictos étnicos del Cáucaso con el caótico proceso de desintegración de la Unión Soviética: su población desea formar parte de Armenia y cuenta con el apoyo del ejército armenio, pero territorialmente está separada de Armenia (no hace frontera) y jurídicamente pertenece a Azerbaiyán.
Una guerra a mediados de los noventa enfrentó a ambos países por el control de la región. Se mantuvo el status quo, aunque sólo a nivel formal: desde entonces, tras un conflicto en el que perdieron la vida miles de azeríes y armenios y que ha enturbiado las relaciones entre ambos estados independientes durante dos décadas, Nagorno Karabaj ha mantenido una cierta autonomía política, en una suerte de no-estado fantasma que administra sus asuntos pero que, de forma oficial, continúa siendo parte soberana de Azerbaiyán. De nuevo, dudoso estatus político y un contexto de alta volatilidad bélica y violenta.
La bandera, ante todo, podría motivar quejas por parte de la delegación de Azerbaiyán.
3. Crimea
Único caso en el que Eurovisión prohíbe dos banderas. Por un lado, la oficial de Crimea, península de iure bajo soberanía de Ucrania pero controlada de facto por Rusia desde 2014. Por otro, la de los tártaros de Crimea, grupo étnico minoritario históricamente habitante de la región expulsado por la fuerza por Ioseph Stalin durante la Segunda Guerra Mundial. Es un tema candente: Rusia ocupó por la fuerza la península pero sin conflicto bélico abierto, excusándose en la mayoría étnica rusa de sus habitantes. Junto al Donbass, del que hablaremos a continuación, es la gran pérdida territorial de Ucrania desde el Euromaidán.
Ambas banderas pueden ondearse con diversas finalidades reivindicativas, tanto desde el lado ucraniano como desde el ruso (la tártara, por su parte, tiene un carácter opositor al gobierno ruso en la península).
4. República Popular de Donetsk
Tras la huída del presidente electo ucraniano y el movimiento Euromaidán, las regiones de mayoría poblacional rusa, al este de Ucrania, se levantaron en armas y declararon su independencia. El conflicto del Donbass sigue candente: tanto que la delegación ucraniana ha acudido al concurso de Eurovisión con una canción de marcado carácter político. Como política sería la presencia de la bandera de la República Popular de Donetsk, una de las dos entidades independientes creadas por los separatistas del Donbass con la aquiescencia de Rusia (que no participa directamente en el conflicto, pero que sí da apoyo logístico y militar a los rebeldes). No tiene reconocimiento internacional. Y la guerra continúa.
5. Palestina
Más sencilla: el conflicto, de amplia cobertura mediática cada vez que se reaviva, es de sobra conocido en Europa. Palestina es desde 2012 estado no miembro, observador, de Naciones Unidas, reconocido parcialmente por la comunidad internacional. Sin embargo, no goza de plena aceptación, y el único país occidental que ha reconocido oficialmente su independencia es, paradojas de la historia, Suecia. Los límites de su territorio reclamado siguen siendo objeto de disputa con Israel, y la violencia y el conflicto bélico son habituales protagonistas de las relaciones entre ambos estados, en uno de los enfrentamientos político-militares más divisivos del mundo. La participación de Israel en Eurovisión motiva su prohibición.
6. República Turca del Norte de Chipre
Hablamos de ello, por encima, con motivo del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para devolver a los refugiados que llegaran a las costas griegas al país turco. A día de hoy, Chipre es una isla divida en dos: el sur es un estado independiente y miembro de la Unión Europea. El norte es una entidad de limitado reconocimiento que goza de autonomía de facto bajo el manto protector de Turquía. En 1974, una operación militar rápida de las tropas turcas ocuparon parte de la isla en aras de asegurar la protección de la comunidad turcochipriota (minoritaria, frente a la mayoría grecochipriota). Tanto Grecia como Turquía desplegaron tropas, y la isla quedó partida en dos. Continúa así desde entonces.
Ni Grecia ni Chipre, participantes en el concurso, considerarían apropiado una bandera de la República Turca del Norte de Chipre en Eurovisión.
7. Transnistria
Posiblemente el más oscuro de los conflictos hasta ahora mencionados. Trasnistria es una delgada franja pegada a la frontera ucraniana que, al igual que Crimea o Nagorno Karabaj, pertenece a Moldavia de iure, pero goza de autonomía política de facto. De minoría étnica rusa, cuenta con el apoyo del estado ruso desde que un pequeño conflicto armado tras el fin de la Unión Soviética, a principios de los noventa, permitiera a un gobierno autónomo controlar la región. Es un vestigio nostálgico del comunismo y una de las regiones más pobres del continente. No cuenta con reconocimiento internacional alguno, y Moldavia lo considera propio. El país también participa en el concurso de Eurovisión.
8. El Estado Islamico
Porque, obviamente, es la bandera del Estado Islámico.
9. Euskadi
Es improbable que la prohibición de las anteriores banderas en el recinto del concurso cause demasiados quebraderos de cabeza a la organización sueca. Al fin y al cabo, todos ellos son no-estados que funcionan de forma autónoma pero de limitado reconocimiento internacional, y todos ellos arrastran una historia de violencia interétnica cuando no se encuentran inmersos en un conflicto bélico aún candente. ¿En qué se parece el País Vasco a todos los anteriores? En muy poco: Euskadi es una comunidad autónoma, una entidad jurídica oficial dentro del Estado español que goza de autogobierno, interlocurores políticos reconocidos internacionalmente e instituciones propias y funcionales.
Al contrario que los casos anteriores, el ondeamiento de la ikurriña no implica por sí mismo un acto político, más allá de una adhesión identitaria perfectamente legítima. Eurovisión recela de todo tipo de manifestación política, pero se antoja complicado entender la presencia de una bandera oficial de un estado miembro de la Unión Europea como un acto de provocación... hacia ese mismo estado. Por otro lado, las características del conflicto vasco, apagado tras el fin de ETA, son muy distintas a los mencionados anteriormente, de carácter bélico e interestatal. Bajo ninguna condición su prohibición es acorde al resto de casos.
