Cuatro elecciones generales después, el Congreso de los Diputados tiene muy poco que ver con aquel disuelto en el otoño de 2015. Nuevos partidos de ámbito nacional han empequeñecido el espacio electoral de PSOE y PP, y otras formaciones de carácter autonómico han logrado retener o ampliar su representación en la cámara baja. El resultado hoy es un Congreso muy fragmentado, con casi una quincena de formaciones políticas, muchas de ellas regionales, llamadas a recoger sus actas de diputados. Y entre todas ellas, una destaca por extraordinaria: Teruel Existe (TE).
Con apenas 19.000 votos, TE ha logrado una resonante victoria electoral en la segunda provincia menos poblada de España. Se trata del primer partido de carácter provincial, no ya autonómico, que obtiene representación parlamentaria. Un partido que no lo es tal, y que proviene de una plataforma cívica con más de veinte años de experiencia, sin una línea ideológica definida y articulado en torno a las reivindicaciones de un territorio despoblado, envejecido y carente de infraestructuras. Un movimiento popular transformado en agrupación electoral.
¿Pero de dónde sale y qué podemos esperar de él? TE brota del magma desafecto del interior aragonés, de un electorado que ha oscilado históricamente entre la izquierda y la derecha y acostumbrado a votar a formaciones locales de elevado peso clientelar (el PAR). También de una despoblación galopante, de la carestía de servicios públicos y de una sensación de abandono y olvido, acentuada por diputados regionales de PP o PSOE que han funcionado como correas de transmisión de sus partidos antes que como defensores de la provincia.
En ese contexto, TE se ha articulado en torno al programa. A las mismas peticiones que popularizaron el lema "Teruel Existe" décadas atrás y que generan un consenso amplio entre los habitantes de la provincia. Desafío poblacional, infraestructuras y servicios públicos. Aquí van unas pinceladas.
Infraestructuras, tren y autovía
Una de las áreas donde las reivindicaciones de TE están más definidas. Hasta la construcción de la A-23, que une el puerto de Sagunto con la frontera francesa, la capital era la única del estado junto a Soria que no contaba con conexión de autovía. Hoy el vial cruza la provincia de norte a sur, siguiendo el corredor del Jiloca, pero deja a desmano a multitud de comarcas. Muchas localidades de relativa importancia geográfica, como Alcañiz (13.000 habitantes) o Andorra (8.000), quedan a más de 30 kilómetros del acceso de autovía más cercano.
TE reclama la construcción de los cinco tramos pendientes de la A-68, la autovía que une Zaragoza con las provincias cantábricas y que, sobre el papel, debería unir también el Bajo Aragón con el norte de la provincia de Castellón. También las obras de mejora de la N-330, la sinuosa carretera a la vera del Turia que conecta Teruel capital con el Rincón de Ademuz y más tarde, a través de la N-420, con Cuenca. El vial cuenta con cierto tráfico pesado, cruza una decena de pueblos y en numerosos tramos no cuenta siquiera con arcén.
A largo plazo, exige el "desbloqueo y aprobación del estudio informativo entre Cuenca y Teruel", la A-40, autovía proyectada hace años con el objeto de conectar las dos vertientes del Sistema Ibérico atravesando algunas de las comarcas más despobladas de Europa. La carretera se prolongaría hasta el corazón de la provincia, en las Cuencas Mineras, alcanzando quizá Alcañiz "y hasta Tarragona". Según TE, situaría a "más de la mitad de los pueblos de Teruel" a menos de 30 kilómetros de ella, un gran logro "vertebrador".
En materia ferroviaria, una petición: doble vía electrificada para la conexión entre Sagunto y Zaragoza, uno de los corredores logísticos con mayor potencial de la península y la única vía de tren que atraviesa la provincia a día de hoy. Sigue operando con locomotoras diésel incapaces de competir en tiempo o precio con las conexiones de autobús. Durante los últimos meses se han avanzado algunas obras de mejora, en especial por el interés del Puerto de Valencia con la conexión hacia el Cantábrico.
Despoblación: propuestas más vagas
Si las infraestructuras componen el grueso de las demandas concretas, la lucha contra la despoblación y el abandono demográfico ocupa la centralidad del discurso de Teruel Existe. Es su pulso emocional, uno, en ocasiones, no correspondido con ideas o peticiones específicas. Por ejemplo, se aboga por un "Pacto de Estado por la Repoblación y el Reequilibrio Territorial" que incorpore un "mecanismo estable de financiación", aunque no se desgrana hacia dónde se destinarán las partidas y de qué modo impedirán el vaciamiento de la provincia.
Sí se reclama una "fiscalidad diferenciada positiva", es decir, ventajas impositivas que incentiven la estancia en los pueblos o el traslado de nuevas familias. También el impulso de una "economía social" o una "descentralización" administrativa de empresas e instituciones públicas. TE propone una "rehabilitación" del parque de vivienda rural, un "empoderamiento y orgullo rural" que neutralice los tradicionales estereotipos sobre el campo, y una reforma de los criterios de la UE para asignar fondos comunitarios a las zonas despobladas, "modificando los criterios injustos de PIB/habitante".
Con apenas dos núcleos por encima de los 10.000 habitantes, Teruel Existe dedica gran parte de su programa a la cuestión rural. Plantea un "equilibrio" en la PAC y un apoyo a "las explotaciones familiares agrícolas y ganaderas, y en especial a las personas jóvenes". Para ello, reclama la recuperación de la Ley 45/2007 para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural. Aquel proyecto, aprobado por el gobierno de Rodríguez Zapatero y congelado por falta de financiación pocos después, aspiraba a modernizar los sectores económicos del interior y a paliar las carencias en materia de servicios y oportunidades. Es una histórica reivindicación de las asociaciones agrícolas y rurales.
TE también incluye referencias al mantenimiento y la promoción del "Patrimonio cultural y natural" de la provincia, muy abundante en ambos sentidos, y a desarollar los "recursos endógenos" de la provincia, es decir, la "riqueza natural y ambiental" al servicio del turismo o de una economía de servicios.
El carbón y la tecnología
Teruel es provincia minera, y el cierre de las explotaciones y de las centrales térmicas a las que abastecían causa gran preocupación dentro de la provincia. TE exige una "transición justa" que compagine la clausura de la central de Andorra, la más grande de Aragón, con una "reindustrialización" y una "inversión económica" que amortigüe las pérdidas de empleo previstas. Exige tanto a Endesa como al Estado un "compromiso" por el futuro económico de la comarca, sintetizado en la autovía de las Cuencas Mineras (la A-40) y en su reconversión industrial.
TE centra parte de sus exigencias en la cuestión tecnológica. Reclama la temprana "implantación del 5G" en Teruel, convirtiendo a la provincia en un "piloto". La idea es acabar con la "brecha digital" reinante en las regiones del interior, adelantando su llegada para que no lo haga "con décadas de retraso". En este sentido, pide "cumplir la ley" y crear "nodos de fibra óptica" a menos de veinte kilómetros de todas las poblaciones. Se basan en la directriz ministerial que obliga a los grandes operadores a garantizar Internet en zonas rurales con "un mínimo de 30 Mbps".
Teruel adolece de una limitada conectividad. Alrededor del 40% de la población aún no disfruta de conexión de cable o fibra, lo que limita cualquier perspectiva de raigambre demográfica. Aislados tanto en lo físico como en lo digital, los jóvenes del interior tan sólo tienen una opción para encontrar oportunidades laborales o culturales: la huida. La aparición de empresas locales que proveen de Internet mediante satélite, como Embou, tan sólo ha ejercido como parche en una provincia, en muchos sentidos, desconectada.
El programa, en suma, tiene un carácter instrumental. Teruel Existe plantea la crisis territorial desde un punto de vista no identitario y no nacionalista. En su lugar, articula sus demandas en torno a beneficios sociales y económicos tangibles para los habitantes de la provincia. El carácter pragmático la plataforma le ha granjeado un éxito singular y poliédrico, basado en un votante mixto que sacrifica sus preferencias ideológicas en favor de soluciones reales para su provincia. De lo que consiga en Madrid, por tanto, y no del relato, dependerá su supervivencia.
Imagen: Teruel Existe Facebook