Si hay algo en España que más repercute en el bolsillo de los ciudadanos es el alquiler. El esfuerzo económico que las familias de España dedican al pago de éste ha aumentado en todas las capitales de provincia del país a lo largo del último año. Tanto, que los hogares de un total de 13 grandes ciudades ya se ven obligados a destinar más del 30% de sus rentas a costear la vivienda, porcentaje a partir del cual se considera que se está sufriendo un sobreesfuerzo.
Eso sí, no todas las ciudades tienen la misma casuística. Y en comparación con otros países de Europa estamos, claramente, en la peor situación.
Las cifras. Un estudio del portal inmobiliario Idealista evidencia cómo ha cambiado la situación del mercado en tan solo 12 meses. En marzo de 2021 únicamente seis capitales registraban un sobreesfuerzo, con las mayores dificultades en Bilbao, donde las familias dedicaban el 34,6% de sus rentas al alquiler. La cifra, aunque por encima del límite recomendado, se quedaba muy lejos del esfuerzo anotado a día de hoy en Barcelona, donde la cuota se ha disparado en más de 14 puntos porcentuales, hasta el 47,5%.
Tras la capital catalana se sitúan Bilbao, que avanza hasta el 38,3%, Madrid, que pasa del 33,1% al 37,7%, y San Sebastián, donde el esfuerzo crece del 31,5% al 35,4%. Otras localidades como Cádiz, Huelva, Segovia, Sevilla, Valencia y Zaragoza, que hace un año se quedaban fuera de la frontera del 30%, entran en el grupo. A nivel provincial únicamente Málaga ha conseguido reducir su ratio de sobreesfuerzo de un año a otro, pasando del 26,4% al 26,3%. En el resto de zonas, el porcentaje oscila entre el 48,7% de Barcelona y el 20,2% de Jaén. En total son 16 las provincias en las que la tasa supera el 30%.
¿Qué significa ese sobreesfuerzo? Según explican desde Idealista, la tasa de esfuerzo mide el peso de la vivienda sobre el poder adquisitivo del hogar. Y para sobrepasar con gran holgura el límite del 30% han tenido que juntarse una serie de factores. Por un lado, hay que tener en cuenta un contexto en el que la falta de oferta y el exceso de demanda ha propiciado un aumento de los precios, principalmente a raíz de la paulatina recuperación de la actividad y la movilidad tras lo peor de la pandemia.
A esto se le suma que el poder adquisitivo de los hogares españoles ha menguado por las consecuencias de la crisis sanitaria, primero, y por la escalada de los precios tras los problemas en las cadenas de suministro y el inicio de la guerra en Ucrania, después. La consecuencia obvia, recalcan, es el aumento del sobreesfuerzo en el conjunto del país.
Otros estudios. Si en 2020, de media, se destinaba un 41% del sueldo al alquiler, en 2021 la cifra se redujo un punto porcentual, según recoge otro estudio de Fotocasa, que se basa en los datos de los sueldos medios de las ofertas de empleo de la plataforma InfoJobs y en los precios medios de la vivienda de alquiler del Índice Inmobiliario Fotocasa. El precio de la vivienda en alquiler cerró 2021 con un descenso anual del 3,6%, en 10,27 euros/m2 al mes en diciembre, mientras que el salario bruto medio de España registrado por InfoJobs, que en 2021 era de 24.555 euros anuales tras reducirse un 2,5% sobre 2020.
Esto supone que el inquilino medio tuvo que destinar un 40% del sueldo a pagar la renta mensual en una vivienda tipo de 80 metros cuadrados.
La ley Brooke de EEUU. La regla de considerar que los gastos que una familia puede dedicar a la vivienda no deberían superar el 30% de sus ingresos tiene su origen en EEUU. Tradicionalmente se aceptaba que el gasto máximo mensual debería limitarse al salario de una semana, es decir, como máximo el 25%. La Enmienda Brooke limitó en 1969 la renta de las viviendas públicas al 25% de los ingresos y en 1981 se elevó al 30%, naciendo así la regla del 30% que actualmente es una convención en los países desarrollados.
Solo griegos y rumanos destinan más sueldo. Grecia, Rumania y España ocupan el pódium de países de la Unión Europea con un mayor número de ciudadanos que se ven obligados a tener que destinar más de la mitad de sus ingresos a pagar el alquiler. La medalla de oro en el esfuerzo por pagar a sus caseros se la lleva Grecia, donde más de un 62% de la población destina al alquiler, al menos, la mitad de sus ingresos, según Eurostat.
Las cifras ponen de relieve que el esfuerzo que hace una gran parte de españoles, respecto a su renta disponible, está lejos de lo que ocurre en otros mercados. En Francia, el porcentaje de ciudadanos que destinan más de la mitad de sus ingresos al alquiler es el 8,6%; en Portugal, el 14,5%; y en Italia, el 17,7%, ligeramente por encima de lo que ocurre en el conjunto de la UE, donde la media se sitúa en el 15,8%. En el caso español, se percibe una tendencia a la baja en esa exigencia que se inició en 2014. Ese año se alcanzó el pico más alto, más del 35%. Entonces también Grecia tocó máximos, ya que suponía 75% de la población.
Compra más cara. La falta de oferta inmobiliaria que ha propiciado mayores precios en el alquiler también se deja notar en el mercado de la compraventa. Según los datos publicados por el Colegio de Registradores, el precio medio de las viviendas vendidas hasta marzo se incrementó un 5,3% respecto al mismo mes del año pasado. La vivienda usada se revalorizó un 6,8%, mientras que la de obra nueva lo hizo un tímido 1,4%.
El precio medio en España se situó en los 1.856 euros el metro cuadrado, con los mayores precios medios localizados en Baleares (3.132 euros), Madrid (3.003 euros), País Vasco (2.890 euros) y Cataluña (2.391 euros).