Los suscriptores de Netflix prefieren invertir su tiempo en producciones como Friends o Las Chicas Gilmore que viendo las últimas novedades de la plataforma. ¿La razón? Se trata de ficciones de consumo fácil que aseguran a los espectadores unas emociones positivas y, sobre todo, familiares. Tal es el enganche al revisionado de este tipo de sitcoms que hasta hay quien ha perdido su trabajo por verlas en horario laboral.
6 millones de euros y un despido. Esta es la cantidad que la productora de Robert de Niro reclama a Chase Robinson por dedicar cuatro días de su jornada laboral en ver Friends. Según informa Variety, la que fuera vicepresidenta de producción y financias de la empresa del actor se pasó 4 días enganchada a Netflix: en total vio 55 capítulos de la serie. Teniendo en cuenta que su salario rondaba los 300.000 euros anuales, tras despedirla la productora ha pedido una indemnización de 6 millones de euros por malversación y pérdida de tiempo en el trabajo.
Friends en bucle. Desde que Netflix adquirió los derechos de emisión allá por 2015 la popularidad de la ficción no solo ha vuelto a estar sobre la mesa, sino que se ha acentuado. Uno de los pocos informes publicados por Netflix en colaboración con Nielsen reveló que Friends era lo segundo más visto de toda la plataforma. Por si esto no fuese suficiente, la plataforma de VOD compartió con Vulture que el éxito de la sitcom también se ha visto impulsado por el consumo de las nuevas generaciones. Medios como Teen.com o Seventeen adelantaron a Netflix que los temas de Friends interesan a sus lectores tanto como otros de series más actuales.
Una obsesión incentivada. Tal es el nivel de fanatismo que para celebrar el 25 aniversario de la serie, la compañía de telecomunicaciones Frontier ha lanzado un órdago a los seguidores: quien consiga ver Friends durante 25 horas seguidas y retransmitirlo a través de Twitter podrá ganar 1.000 euros y una suscripción anual a Netflix. Teniendo en cuenta que para comienzos del 2020 la serie emigrará a la plataforma VOD de Universal, iniciativas como éstas exprimen aún más si cabe la rentabilidad de Friends en Netflix.
Nostalgia en datos. Los buenos datos de audiencia que acumulan otros títulos como Las Chicas Gilmore, The Office o Anatomía de Grey en Netflix Estados Unidos confirman la tendencia: estamos enganchados a Friends, pero más a la nostalgia. De hecho, el caso de Las Chicas Gilmore es uno de los que mejor lo evidencia. La serie puede presumir de tener mejores datos de audiencia en la plataforma de streaming que durante sus años de emisión en CW (2000-2007).
Según apuntan varios espectadores consultados por The Guardian una de las razones por las que los suscriptores recurren a series que ya han visto es por "el confort, la calma y el placer" que les reporta. Por ejemplo, Ciara una analista de Londres de 29 años explicaba al diario británico que ver Modern Family durante todo un mes le ayudó a sobrellevar una mala época laboral porque los personajes y las tramas le hacían sentir acogida y le transmitían una sensación de calidez.
Consumo fácil y emociones familiares. Los millennials tardan una media de 9,4 minutos en elegir qué quieren ver en las plataformas de streaming y los más de 5.559 títulos que acumulaba Netflix Estados Unidos a finales de 2018 no facilitan la tarea. Si, además, tenemos en cuenta los beneficios emocionales que hay detrás de la nostalgia, comprendemos mejor este fan por ver Friends como si fuese la primera vez. Según revela este estudio, tomar contacto con los buenos momentos del pasado nos conecta con las emociones que sentíamos en aquel momento y tiene la capacidad de inspirarnos y hacernos sentir más positivos.
Imagen: NBC
