El acuerdo "un país-dos sistemas" que rige la vida de los hongkoneses desde 1997 siempre tuvo un horizonte de caducidad: 2047. De no haber cambios, en 28 años Hong Kong perdería todas las libertades y derechos que hoy reivindica en sus calles. Las protestas que ya duran casi tres meses han acogido a la rana Pepe como un nuevo símbolo pro-democracia. Sin comerlo ni beberlo y gracias a la magia de internet, el meme asociado a la extrema derecha americana se ha convertido en un rostro de esperanza para los hongkoneses que se resisten a la dictadura china.
¿Qué ha pasado? La represión en Hong Kong lejos de disminuir, aumenta conforme transcurren las semanas y el conflicto no se soluciona. Los ciudadanos de la ex colonia británica continúan compartiendo el mismo objetivo que a principios de junio: quieren evitar la implantación de una nueva ley de extradición perjudicial para su territorio. Sin embargo, a este cometido ahora se suma la lucha contra la violencia china y la extorsión de la principal aerolínea de la zona: Cathay. Después de que el gobierno chino apretase las tuercas a la compañía aérea para conocer la implicación política de sus trabajadores, ahora, la rana Pepe se alza como símbolo de protesta global en todo el territorio hongkonés.
¿Por qué Pepe? Según han declarado al New York Times varios manifestantes, la rana Pepe se ha convertido en un rostro de lucha y libertad juvenil. Su popularidad surgió gracias a un paquete de stickers presente en Whatsapp donde la conocida rana aparecía vestida de policía o ataviada con peluca. A muchos jóvenes les pareció un personaje gracioso y decidieron incorporarlo a pancartas, mensajes activistas y diferentes pintadas presentes en las calles. Tanto es así que con motivo de la huelga general convocada el pasado 5 de agosto, la periodista Sarah Zheng compartía en Twitter la foto de una tarjeta de embarque en la que, a través de un código QR presidido por la rana Pepe, los activistas invitaban a los visitantes a unirse a los diferentes actos de protesta.
A close-up of the boarding passes they are handing out to tourists, which invite them to join the strike - with the five demands listed as the destination. pic.twitter.com/sqyEa9Num2
— Sarah Zheng (@_szheng) August 5, 2019
¿Culpa de la censura? A pesar de que los hongkoneses están en pie de guerra reivindicando sus libertades, la censura que tanto caracteriza a la china continental no está presente en su territorio. Hong Kong es un oasis occidental donde los ciudadanos y turistas tienen acceso a Whatsapp o Google y redes sociales como Twitter o Instagram. Si en un inicio desconocían las connotaciones racistas asociadas al meme era simplemente por la brecha cultural que existe entre occidente y oriente, no porque tuviesen vetado el acceso a este tipo de contenido.
Triple identidad. La rana Pepe nació en un cómic que el dibujante Matt Furie publicó en MySpace allá por 2005. Sin embargo, en 2015 y por obra y gracia de Twitter, se convirtió en un símbolo del movimiento alt-right americano. Donald Trump, el racismo o el antisemitismo completaban de esta forma las acepciones en la página del diccionario de memes relativa a la rana. Ahora gracias al movimiento social hongkonés, a la rana Pepe le ha llegado la redención y lavado de cara que su creador siempre deseó.
Casos similares. No es la primera vez que un elemento cultural amplía su significado al traspasar fronteras geográficas gracias a internet. Del mismo modo que la rana Pepe ahora también es un símbolo de libertad en China, los memes del Risitas son una representación de la extrema derecha francesa. Mientras en España la imagen de Juan Joya se asocia simplemente al humor y al chiste más popular de los "cuñaos", en Francia los seguidores del Frente Nacional y los movimientos racistas en general han hecho de su risa su particular himno.
Imagen: Sarah Zheng/Twitter