Actualización: tras la apertura de la bolsa esta mañana en Nueva York, United Airlines se deja un 3,7% en el parqué, por lo que sí, los inversores sí han prestado atención a la polémica mediática en la que se ha visto envuelta la compañía. A esta hora, según se explica aquí, la aerolínea se habrá dejado 830 millones en capitalización bursátil. Un giro radical tras una jornada negra a nivel de imagen para United Airlines que, de paso, deja a todo nuestro artículo bastante desfasado ¯\_(ツ)_/¯
Disclaimer: el titular ha sido actualizado respecto al original "Si creías que a United Airlines le iba a pasar factura tratar así a un pasajero, error: a Wall Street le parece ok".
Día 1 tras la gigantesca tormenta mediática que asola a United Airlines, la aerolínea que decidió expulsar de su avión, ensangrentado y a golpes, a un doctor que tenía su billete en regla: los memes han copado las cuatro esquinas de la red, en Reddit no se habla de otra cosa, han surgido decenas de clientes relatando situaciones similares y el mero nombre de United ya es sinónimo de chiste o de profunda vergüenza. Mal asunto, ¿no?
No: desde el domingo por la tarde, cuando el vídeo colgado por una pasajera del mismo avión estalló en Facebook, el valor en bolsa de United Airlines no ha hecho más que subir. La crisis de imagen y de reputación de United no sólo no le ha penalizado en Wall Street, sino que ha tenido cierta recompensa. Y utilizamos las cursivas porque no hay causa-efecto directa, pero sí un patrón: a cada escándalo de United Airlines, y llevamos varios en los últimos meses, los inversores reaccionan impasibles.
I know I shouldn't find this totally amazing but I do. pic.twitter.com/OOTz8etNQw
— Ben White (@morningmoneyben) 10 de abril de 2017
Echar pasajeros es mal pero es bien (en la bolsa)
La lectura es más o menos clara: a Wall Street no le preocupa demasiado lo que una compañía haga con sus pasajeros siempre y cuando sus perspectivas económicas sigan siendo buenas. Y en el caso de United Airlines lo son, porque se espera que la aerolínea cierre un curso más con importantes beneficios. En parte por su rentable política de "overbooking", la práctica regulada y regalizada que permite a las aerolíneas vender más billetes que asientos disponibles para minimizar la tasa de ausencia entre sus pasajeros.
¿Debería sorprender? No demasiado, cuando hace varias semanas United impidió a dos adolescentes subirse a bordo de su avión porque llevaban leggins, su stock en bolsa también creció.
@United overbook #flight3411 and decided to force random passengers off the plane. Here's how they did it: pic.twitter.com/QfefM8X2cW
— Jayse D. Anspach (@JayseDavid) 10 de abril de 2017
La lógica detrás de Wall Street, como siempre, no es tanto moral como económica: pese a las llamadas al boicot repartidas por Twitter y por Reddit, es difícil que se materialice. Como explican en Fortune, United Airlines pertenece a uno de los cuatro grandes grupos de aviación comercial de Estados Unidos, y juntos dominan el 70% del mercado nacional. Dicho de otro modo, los clientes no tienen demasiadas alternativas si deciden boicotear a United. Tarde o temprano, tendrán que recurrir a ella ante la falta de competencia.
Para United Airlines, además, ha sido un buen año: sus pasajeros han crecido en un 33% entre un curso y otro y eso se ha traducido un mejor cuadro económico. Además, si bien United es la protagonista de la tormenta mediática de hoy, lo cierto es que todas las compañías, en mayor o menor medida, sobrecargan sus aviones y dejan a pasajeros en tierra con sus billetes. Al final, es un problema estructural. Y los inversores lo saben: no puedes escapar de United.
Siempre nos quedarán los memes
Lo que no impide que puedas hablar mal de ella.
Desde ayer, este hilo de Reddit está recopilando historias de lo más estrambóticas sobre pasajeros que también se han quedado en tierra por culpa de la política de United Airlines: que si un niño termina extraviado en la otra punta del país, que si dejaron desamparada a una mujer ciega en el aeropuerto, que si se negó a pagar las pensiones a sus empleados, que si el CEO de la compañía escribió un mail a sus trabajadores culpando al hombre expulsado del avión, etcétera.
Como siempre, Internet ha atravesado el circuito emocional habitual ante estas situaciones: sorpresa → indignación → rabia → humor. Y ya estamos en la última fase, con memes de todo tipo asaltando los cielos: que si Indiana Jones trabajaba también para United Airlines, que si este videojuego ya había previsto la política de la compañía ante el "overbooking", que si imagina que de repente alguien grita "¿hay algún doctor en el avión?" y resulta que lo han dejado en tierra, que sí United ha "unido" a toda la comunidad de la red.
El fenómeno se ha disparado en todas las direcciones y ha derivado en un "las aerolíneas son lo peor" con imágenes del uniforme sexista de las azafatas hace treinta años en Delta y con juramentos y muestras de desprecio más o menos velado hacia Continental y otras compañías estadounidenses. Los medios están repletos de debates sobre cómo evitar que las empresas de aviación comercial te saquen a patadas del aparato, de otros CEO culpando también al cliente y de preguntas sobre qué deberían hacer en realidad ante situaciones así.
Pero lo cierto es que la pesadilla de relaciones públicas en la que se ha convertido el vídeo del doctor ensangrentado, el escándalo mundial que está asolando a United Airlines, no se traduce en preocupación por parte de los inversores. United es una empresa lo suficientemente grande y lo suficientemente rentable como para escapar de la dinámica mediática y viral a la que se ve sometida: tarde o temprano el tiempo amainará, el cielo se despejará, los titulares se esfumarán y todo volverá a la normalidad. Y United seguirá ganando dinero.
Eso es lo importante en Wall Street. Eso y nada más.