Desde hace cuatro años el anuncio de la Navidad de Loterías y Apuestas del Estado se ha convertido en la particular misa del gallo de las redes sociales: ese evento navideño del que tú pasas pero al que te acaba arrastrando algún familiar. Bien, la agencia Leo Burnett ha querido echar toda la carne en el asador contratando a Amenábar y este no se ha conformado con hacer un spot, sino que ha decidido hacer su propia película de veinte minutos de duración. Ni en tus peores pesadillas.
¿Y quién tiene 20 minutos de su vida para ver un anuncio? Nadie. Nadie debería. Por eso nos hemos encargado nosotros mismos de hacerte una miniguía de visionado. En resumen, los de la lotería se han dado cuenta de que los millennials estamos arruinando el negocio de apuestas estatales porque no compramos décimos, así que nos han dedicado un especial generacional muy similar a una película norteamericana de los años 80 que, por ser amables, ha envejecido regular.
Vamos allá:
La versión de hora y media del anuncio de Lotería de este año. pic.twitter.com/tobsnV9EUn
— Borja Cobeaga (@borjacobeaga) November 13, 2017
Sorpresa, un inocente alien baja a la tierra y se transmuta en rubia de anuncio de El Corte Inglés. Spoiler: no, en ningún momento esto va a convertirse en Critters 2.
Llevamos un minuto de video y ya lo estamos pasando mal. La chavala camina por la Gran Vía en noviembre con un vestido fino de poliéster y lo único en lo que podemos pensar es en echarle una rebeca.
La chica ve la cola de Doña Manolita y no ve mejor opción que hacer cola. Porque eso es integrarse en otro planeta, dejarse llevar por sus costumbres más alucinantes, las de comerse colas que racionalmente no tienen ningún sentido.
Llega nuestro héroe. No conoce a la chica de nada, pero le compra un décimo porque la jugada tiene ya más posibilidades de éxito que pagarse el Tinder Plus.
Daniel vuelve a ver a Daniel* por la calle y la invita a desayunar. Por lo que vemos le gusta el jamón. Este es claramente un truco narrativo para hacernos entender que no puede tratarse de un extraterrestre maligno porque sólo los puros de corazón aman este alimento.
*Por lo que a nosotros respecta la chica sólo copia sus palabras, con lo cual se llama así.
Daniel se lleva a Daniel a su piso y Aménabar hace que entre en acción el realismo social: la casa está cerca del metro Esperanza, lejos del centro, y dado que Daniel trabaja como guía turístico sabemos que se tiene que comerse unos 50 minutos de transporte cada mañana para ir a currar. Vive con un compañero de piso que es probablemente su ex colega de universidad, y por tener tienen hasta la pecera cascada de los chinos de toda persona que viva en Madrid de menos de 35 años.
Atención, sale un Tió de Nadal y es importante comentarlo porque nos saca muchísimo de la narración y nos hace soñar con un spot donde un leño malvado intenta exterminar a todo el que no haya comprado un décimo. Igual es un sondeo encubierto sobre las reacciones de las redes hacia el tronco para ver si éste puede protagonizar el corto del año que viene. Lo esperaremos con ilusión.
Por cierto, ¿oís eso? ¿Esas notas iniciales de la composición? ¿No te estarás imaginando a Ryan Gosling y Emma Stone en una cinta romántica paseando por el cielo estrellado de Los Ángeles, ¿verdad?
Wow dreaming sequence. So romanticism. Much cinematography.
¡Eh! ¡Un momento! ¿Cómo que Daniel va a vivir de gratis en su casa? Por lo que nosotros sabemos se trata de un alien que sólo come jamón serrano. ¿Nos intentan vender una ficción de un madrileño precario manteniendo a alguien que se alimenta de lujos? ¿En qué cabeza cabe?
Daniel y Daniel se han enamorado, el extraterrestre se pierde y... No sé, en realidad nos da todo igual porque hemos desconectado del todo. Daniel se tendría que haber puesto desde hace mucho tiempo a reponer supermercados o a intentar captar socios para una ONG. Una mantenida que pasa las tardes paseando por Madrid sin gastar ni un euro no nos suena mínimamente creíble. Hasta en Girls se lo curraron mejor.
Bueno, parece que vuelven a reunirse cuando les toca el décimo. Daniel podrá dejar su carrera como animador de turistas y Daniel podrá comer todo el jamón que quiera.
Suenan los últimos acordes de La ciudad estrellada y vemos unas imágenes de descarte de Avatar que le dejó Cameron a precio de saldo a la agencia para cerrar el anuncio con un halo épico e internacional “muy bonito”, que “le va a gustar mucho a la gente”, como probablemente pensó el cineasta-publicista.
“El mayor premio es compartirlo”.
Fin.