Las acciones de Tesla bajaron alrededor de un 16% desde el inicio del año, pero su valor de mercado aún supera los 700.000 millones de euros, o más de cinco veces el valor combinado de Ford y General Motors. Para que os hagáis una idea: el buque insignia de Elon Musk cuadriplica en valor a Toyota, que vendió casi 10 millones de coches en 2020. Tesla apenas llegó a 500.000 ventas el año pasado. A pesar de ser el epicentro en el negocio de la fabricación de los EV no está exprimiendo las ganancias de esas ventas.
¿Cómo consigue ser una compañía tan valiosa entonces? El comercio de Bitcoin y los créditos de emisiones, no las ventas de coches, fueron las que ayudaron a que Tesla haya logrado una ganancia récord.
Vendiendo bitcoins. Elon Musk y el Bitcoin se están convirtiendo en buenos amigos. Esa es una conclusión que se extrae fácilmente de los resultados del primer trimestre de la compañía automotriz. Los ingresos de la empresa de EV fueron de 8.600 millones de euros. Las ganancias: la friolera de 362 millones, un récord trimestral. Sin embargo, y curiosamente, Tesla no obtuvo sólamente esos beneficios de la venta de automóviles. La compañía señaló que vendió algunos de los 1.300 millones en Bitcoin que compró en febrero, contribuyendo con 84 millones al resultado final. Eso es casi una cuarta parte de su beneficio total.
La compañía ha revelado que a día de hoy tiene un total de 1.100 millones de euros en "activos digitales". No han especificado exactamente a qué se refieren con "activos digitales", aunque se cree que se trata esencialmente de criptomonedas. Zack Kirkhorn, director financiero de Tesla, indicaba hace unos días que Bitcoin es una apuesta a largo plazo para Tesla: "creemos en el valor de Bitcoin a largo plazo y así lo mantendremos".
Y créditos de emisiones. Pero una de las principales fuentes de ingresos de Tesla son los créditos regulatorios por contaminación. ¿Por qué? Desde hace aproximadamente un año algunos estados de EEUU aumentaron la proporción obligatoria de vehículos de cero emisiones vendidos por fabricante. Si no pueden llegar a cierto porcentaje, las empresas tienen que comprar créditos de emisiones de otro fabricante que cumpla con esos requisitos, como Tesla, que vende exclusivamente coches eléctricos. Las ventas de estos créditos a otros fabricantes para ayudarlos a cumplir con esos mandatos de emisiones, que tienen un margen de beneficio del 100%, alcanzaron los 428 millones de euros para la compañía.
En sus declaraciones, Musk suele incluir esos millones de euros en ingresos de créditos regulatorios, la mayor parte pura ganancia, al vanagloriarse de que Tesla está ganando dinero, aunque no mucho. Pero excluyendo esa fuente, Tesla en realidad está sufriendo pérdidas en su negocio principal de venta de automóviles, baterías y servicios que probablemente sean un par de puntos más altos que el 1% que Musk cita para explicar sus ganancias.
En caída. A medida que los competidores comiencen a vender más vehículos eléctricos, se espera que esos ingresos se agoten. Es un negocio lucrativo para Tesla, que generó 2,7 mil millones de euros en el transcurso de los últimos cinco años, casi la mitad de eso solo en 2020. Los 1,32 mil millones en créditos regulatorios que recibió el año pasado superaron con creces los ingresos netos de Tesla de 600 millones, lo que significa que Tesla habría registrado una pérdida neta en 2020.
“Estos tipos están perdiendo dinero vendiendo coches. Están ganando dinero vendiendo créditos. Y los créditos están desapareciendo ”, decía Gordon Johnson, de GLJ Research y uno de los mayores bajistas de las acciones de Tesla. Los mismos altos ejecutivos de Tesla admiten que la compañía no puede contar con que esa fuente de efectivo continúe.
Competencia. La participación de Tesla en el mercado de EV se ha erosionado en mercados establecidos como Europa Occidental y los EEUU a medida que las compañías automotrices más grandes como Volkswagen, Ford y General Motors se están tomando en serio el mercado eléctrico. Tesla ha estado estableciendo recientemente récords de ventas en China, pero también están surgiendo competidores locales. Terminó el trimestre muy bien, sí, por lo que tiene el colchón para sobrevivir incluso a los golpes más severos a su negocio. Si bien Tesla es el principal fabricante de automóviles eléctricos, ahora se enfrenta a una mayor competencia a medida que prácticamente todos los fabricantes de automóviles lanzan sus propios vehículos eléctricos, o planean hacerlo.
El futuro de Tesla. El elevado rendimiento de las acciones de Tesla la convierte en una de las empresas estadounidenses más valiosas del mundo. Sin embargo, el medio millón de coches que vendió en 2020 eran sólo una pequeña parte de más de 70 millones de vehículos que se estima que se vendieron en todo el mundo. Las acciones de Tesla ahora valen aproximadamente tanto como las de los 12 fabricantes de automóviles más grandes combinados que venden más del 90% de los automóviles a nivel mundial. Lo que Tesla tiene que otros fabricantes de automóviles no tienen es un rápido crecimiento.
Aunque en la superficie parece la típica historia de empresa de coches despegando —no vista desde antes de la Segunda Guerra Mundial—, se encuentra en una situación inestable. Pero hay algo que la hace única, y es que está invirtiendo gran parte de su dinero en efectivo en plantas de ensamblaje, desarrollo de modelos y tecnología. Y ahí es donde recae uno de los atractivos de Tesla y por lo que se la valora tanto. Mientras que GM o Ford se consideran fabricantes de la vieja escuela, Tesla se considera una empresa de tecnología que fabrica automóviles. Esto hace que se la vea de manera diferente a los fabricantes de toda la vida. Pero en algún momento, esa distinción puede quedar en el camino.
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