"Pero cómo va a ser eso arte". "Jajaja, pero qué tomadura de pelo es esta". "Eso lo podría haber hecho mi sobrino de cinco años perfectamente, ¿a que sí, cariño?".
Pero no lo hizo él, ¿a qué no? No, claro que no, y por eso precisamente, por más que el arte conceptual te parezca el resultado de la mente imaginativa de un tierno infante, es algo más que una simple broma o que el intento estafador de un artiszuelo de tres al cuarto. Hoy hemos vuelto a tener la enésima chanza colectiva a costa del arte posmoderno en forma de un chaval que se dejó sus gafas en el suelo de un museo y que el público, más tarde, confundió con un elemento en exposición. Bum, ha explotado en viralidad.
Puede parecer muy gracioso, una ironía muy afinada del estado del arte moderno, pero en realidad también puede ser arte. Es más, cosas así, objetos mundanos y corrientes que se exponen como creaciones fantásticas, llevan siendo obras de arte desde principios del siglo XX. Y son maravillosas. Y hay ejemplos a raudales.
Las tres sillas de Kosuth
Porque llevamos jugando con la "idea" de arte frente a los objetos que componen esa "idea" desde mediados de los sesenta.
El dibujo borrado de Kooning
¡Destruir también es arte, destruir también es arte!
El globo hinchado de Manzoni
Ok, dejemos a un lado todas las metáforas conceptuales imaginables sobre lo finito de nuestra existencia y lo perecedero de toda creación humana. ¿No era lo mismo que hacía Death antes de los conciertos de Mayhem?
El Water Yam de Brecht
Que es una oda a la imaginación, bastante divertido, y también una forma de decirnos "ey, dejad de pensar en el arte como un cuadro bonito del Renacimiento. Que hay más".
Las sillas de Ai Weiwei
Las latas de Warhol
Ah, claro, pero esto como ha sido asimilado y regurgitado por la cultura pop sí, ¿no?
John Baldessari lo explica con un lápiz
"Tuve un lápiz sobre el salpicadero de mi coche durante un largo tiempo. Cada vez que lo veía, me sentía incómodo, dado que su función era tan estúpida y sucia. Siempre que quería afilarlo, hasta que finalmente no pude aguantarlo más y lo afilé. No estoy seguro, pero creo que tiene algo que ver con el arte".
O con una imagen más sencilla y directa
Los murales de Sol LeWitt también cuentan
Bastante, de hecho
Porque lo importante es el concepto
Como en esta obra de Maurizio Cattelan.
Y jugar con el lenguaje, con las ideas
De ahí que esto de Magritte sea tan, tan notable.
El inodoro de Duchamp, claro
Que es un "mira, me voy a reír de los cánones clásicos de la Academia pero también me voy a reír de ti, que tampoco lo has pillado". Y cien años después sigue siendo igual de efectivo.
Ah, y hasta Chiquito
Que a su modo, también es bastante conceptual. Además de tener mucho arte.