Cualquiera que haya jugado al ping-pong lo sabrá bien: la fragilidad de las pelotas suele hacer que tengamos que interrumpir las partidas antes de lo que queremos. Al menos hasta ahora, porque la versatilidad de las impresoras 3D parece haber hecho posible lo imposible: la pelota de ping-pong perfecta.
Philipp Günther, un emprendedor alemán, es el responsable de la llamada Airball, una pelota de tenis de mesa que está fabricada con una impresora 3D y que hace una singular estructura y de un material plástico que la hace virtualmente indestructible.
Esa estructura hace que podamos deformar la pelota, guardarla en el bolsillo por ejemplo, y luego sacarla para comenzar a jugar sin problemas. En el vídeo mostrado por Günther se puede ver cómo la pelota sirve para jugar aparentemente bien, aunque no queda del todo claro que el bote o la sensación durante la partida sea la misma que ofrecen las pelotas convencionales.
Curiosamente este diseñador ha decidido fabricarlas y venderlas él mismo en packs de tres pelotas por 27 dólares, en lugar de liberar los diseños 3D como suele hacerse en otros casos. No es que sean baratas, pero si realmente duran para siempre la inversión puede merecer la pena.
Vía | Gizmodo
Más información | Airball
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