Llevamos meses diciendo que la primavera es fundamental para "ganarle la partida" al virus. Llevamos semanas anunciando que solo en abril se van a recibir más vacunas que en todos los meses anteriores. Llevamos días diciendo que la cuarta ola empieza a llamara la puerta del país. Así que hoy, en vísperas de lo que parece un inevitable parón de Semana Santa, la pregunta clave parece ser "¿Cómo estamos, cómo llegamos a este (aún teórico) punto de inflexión?"
Sobre todo, en lo que respecta al tema central de 2021: la velocidad de vacunación, el porcentaje de inmunizados que tiene una sociedad y, por supuesto, las existencias de vacunas. Porque no nos engañemos, como se lleva repitiendo desde casi el principio de la pandemia, el fin de esta pesadilla global solo se puede sostener sobre la base de las vacunas. Así, pues, ¿Cómo llegamos al parón de Semana Santa?
Cifras récord de vacunación, pero no suficientes
La media actual es de casi 200.000 dosis puestas al día. Voy a detenerme un momento. Hace menos de un mes, España destrozaba todos los récords de vacunación hasta el momento superando las 110.000 dosis al día. A día de hoy, y pese a todos los problemas que hemos arrastrado con los retrasos y las polémicas vacunales, ya hemos doblado esa cifra. Y esto debe ser solo el principio.
Fundamentalmente, porque lo necesitamos. Esas 200.000 dosis están muy lejos aún de permitirnos alcanzar el objetivo del Gobierno y la Unión Europea. De hecho, para conseguir vacunar al 70% de los españoles adultos a principios de verano necesitamos duplicar esa cantidad y llegar a las 440.000 dosis. No obstante, si todo va bien, con 330.000 podríamos cumplir el objetivo antes de octubre.
¿Podríamos hacerlo mejor?
Con siete comunidades en riesgo alto o muy alto y la cuarta ola creciendo en toda Europa, la primera pregunta que nos viene a la mente es si podemos aprovechar las vacunas que tenemos y aún no hemos puesto. Tiene sentido: al principio de la campaña de vacunación poníamos solo un 12% de las vacunas disponibles. El problema es que eso ya no es una opción.
Ese 12% es una anécdota. Durante la mayor parte de la campaña hemos sido muy eficaces poniendo todo lo que llegaba e inoculando más del 90% de las dosis disponibles. De hecho, las variaciones que se pueden ver en la gráfica superior se deben a la llegada de nuevas remesas de vacunas. Es decir, solo hay una solución viable para vacunar rápidamente: conseguir más vacunas.
Esperando a las vacunas
Así que, de una manera o de otra, lo que necesitamos son más vacunas. De hecho, es la capacidad para conseguir más vacunas per cápita lo que supone la mayor diferencia entre países cuando comparamos sus índices de vacunación. Hasta hace poco, esto nos dejaba en una situación complicada porque no había previsiones claras sobre lo que iba a llegar.
Sin embargo, la "crisis de las vacunas" ha llevado a la Unión Europea a clarificar los calendarios y eso nos permite estimar lo que nos espera. En el gráfico superior, hemos incorporado tanto las vacunas recibidas como las que están por recibir. La buena noticia es que se puede conseguir, la mala es que no será fácil. Más vale que usemos el parón para coger impulso.
Imagen | Hospital Clinic
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