Por primera vez en el mundo, un país ha aprobado el uso de una pastilla contra el COVID-19. No una vacuna, si no una pastilla. Se trata de un medicamento experimental llamado molnupiravir fabricado por Merck, y ha sido aprobado por los reguladores del Reino Unido. Otros países y sus respectivas agencias también están considerando hacer lo mismo.
"Es segura y efectiva"
El molnupiravir se administrará a pacientes británicos de 60 o más años, o aquellos más jóvenes con factores que puedan agravar la enfermedad (obesidad, dolencias cardiacas, problemas respiratorios...). La administración asegura que la pastilla "es segura y efectiva" después de haberla sometido a ensayos "rigurosos".
Esos ensayos han mostrado que el medicamento es capaz de reducir las muertes por COVID-19 un 50% en adultos con síntomas leves y moderados, lo que no iguala la efectividad de las vacunas pero sí que puede ser una gran ayuda para minimizar las hospitalizaciones. Para Sajid Javid, secretario de sanidad del Reino Unido, "es un día histórico".
Una pastilla contra el COVID-19 también puede aliviar los efectos de la pandemia a un ritmo mucho mayor a nivel global: son más fáciles de transportar y almacenar, más sencillas de fabricar y pueden ser clave en aquellos países en vías de desarrollo donde los contagios sigan frenando la vuelta a la normalidad.
De momento, el medicamento se distribuirá en el Reino Unido bajo el nombre de Lagevrio. Los Estados Unidos tienen bastantes papeletas para ser el segundo país en el que se apruebe, ya que su gobierno se ha reservado 1,7 millones de pastillas anticipadamente. Australia, Singapur y Corea del Sur también tienen acuerdos firmados para poder conseguir más dosis.
Imagen | Christina Victoria Craft
Ver 24 comentarios