Suele decirse que “somos lo que comemos”, pero en los últimos años la conexión entre mente y estómago de la que empezamos a tomar consciencia no tiene que ver solo con lo que ingerimos. También tiene que ver con lo que habita en nuestro aparato digestivo, nuestro microbioma gastrointestinal.
Envejeciendo mejor. Un nuevo estudio ha hallado que algunos suplementos prebióticos tienen un efecto positivo sobre la memoria de las personas mayores. Lo que es más, los suplementos en cuestión, inulina y fructooligosacáridos (FOS), son, explican los responsables del estudio, “baratos y fáciles de obtener”.
Inulina y FOS. Los compuestos utilizados en el experimento son dos suplementos de fibra alimentaria. Llamamos fibra alimentaria a esos componentes de los alimentos que nuestro cuerpo no digiere por sí mismo. Lo habitual es que esta fibra pase intacta a lo largo de nuestro sistema digestivo sin mayores cambios.
Sin embargo hay algunos tipos de fibra que sí son digeridas en nuestro sistema gástrico. Solo que no por nuestro sistema per se, sino por las bacterias que habitan en él. Hablamos de alimentos prebióticos cuando cumplen la función de alimentar a los microorganismos de nuestro sistema gastrointestinal.
36 pares de gemelos. 72 participantes tomaron parte en el estudio. Se trataba de 36 parejas de gemelos, en su mayoría mujeres, con edades superiores a los 60 años. Cada gemelo fue asignado de forma aleatoria y secreta a un grupo, experimental o de control.
Los gemelos en el grupo experimental recibieron diariamente un suplemento en polvo combinado de fibras y proteínas, mientras que el suplemento del grupo de control se componía de polvo de proteínas y placebo. 12 semanas después, el equipo responsable del estudio realizó una prueba de memoria semejante a las empleadas para detectar signos tempranos de la aparición del Alzheimer.
Mejorando la memoria. Observaron que los gemelos del grupo experimental lograban mejores resultados en esta prueba que los gemelos del grupo de control. El equipo también comprobó si se dieron cambios en la masa muscular de los participantes, pero en este caso los resultados no fueron significativos.
Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista Nature Communications.
El microbioma, con lupa. La relación entre el consumo de suplementos de fibra y la mejora en las funciones cerebrales podría encontrarse en la función prebiótica de estos suplementos. El equipo observó cambio en la composición de la microbiota intestinal en forma de un incremento en la presencia de bacterias del género Bifidobacterium, las cuales son consideradas positivas para nuestra salud.
Conexión misteriosa. La posibilidad de que nuestro microbioma tenga efectos de largo alcance no es nueva, tampoco en lo que respecta a la conexión entre nuestro cerebro y las bacterias de nuestro sistema gastrointestinal. Un ejemplo reciente lo tenemos en el estudio que vinculaba formas de ayuno con cambios en el cerebro, acompañados de alteraciones en la microbiota intestinal.
En Xataka | s esta relación es un misterio: aún no sabemos bien qué mecanismos pueden estar operando para que este tipo de correlaciones aparezcan. Conocer estos mecanismos pueden ayudarnos a identificar las relaciones de causalidad existentes. Lo que sabemos cada vez con mayor certeza es de la importancia de los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo más allá de los patógenos.
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Imagen | Katarzyna Grabowska / Alexander Grey
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