No todos los azúcares afectan por igual a nuestra salud. Una nueva guía quiere aclararnos este embrollo

La guía, editada por la Universidad del País Vasco, analiza las características de los edulcorantes más comunes

Azucar
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Los azúcares son a la vez un componente inevitable de nuestra dieta y uno de nuestros mayores miedos. Por ello es normal que surjan dudas sobre su valor nutricional, sus riesgos para la salud y cómo optimizar su aporte nutritivo.

Nueva guía. Para separar mito de realidad y solucionar estas dudas, un equipo de expertos acaba de lanzar una nueva guía para sobre azúcares y edulcorantes. La guía, explican sus ceradores, trata de explicar las características de los distintos edulcorantes con los que podemos encontrarnos en nuestro día a día.

19 en total, que son los aprobados en el contexto de la Unión Europea. Casi una veintena de compuestos que pueden ser combinados de distinta forma para endulzar un producto.

En el equipo responsable de esta guía se encuentran miembros de la Sociedad Española de Nutrición, del grupo ‘Nutrición y Obesidad’ de la Universidad del País Vasco y del CIBEROBN, así como de la Universidad Complutense. El propio texto fue editado por la propia Universidad del País Vasco.

Azúcar y azúcares. Los azúcares son un grupo de compuestos químicos pertenecientes a los hidratos de carbono, cuya principal característica es la de aportar dulzor. Estos compuestos abarcan monosacáridos (azúcares simples), disacáridos (algunos de los más comunes) y polisacáridos (azúcares compuestos por varios monosacáridos).

El azúcar “de mesa” es uno de estos compuestos: la sacarosa. Se trata un disacárido compuesto por dos azúcares más simples, glucosa y fructosa. Tanto el azúcar blanco como el moreno y la panela están basados en este compuesto, lo que varía es el proceso de refinado.

Aclarando conceptos. El equipo responsable de la guía explica que esta puede ayudar a conocer qué azúcares pueden ayudarnos si nuestra intención es controlar las calorías que consumimos o si por el contrario nos preocupa más vigilar nuestra glucosa para evitar problemas derivados de la diabetes.

El equipo pone como ejemplo edulcorantes como el sorbitol o el xilitol. Estos contienen menos calorías que el azúcar convencional y no producen caries, pero un consumo excesivo puede generarnos problemas gástricos y tener un efecto laxante.

Quizás más grave es el potencial dañino de la sucralosa y el aspartamo, los cuales pueden degradarse a partir de cierta temperatura y liberar toxinas. La guía también analiza aspectos más culinarios, como su solubilidad.

La cuestión de los edulcorantes. Una de las fuentes inagotables de polémica en lo que a este tema se refiere a los edulcorantes que tratan de sustituir a los azúcares, los “edulcorantes no azucarados”, como la sacarina o la estevia. Hace unos meses la Organización Mundial de la Salud pasó a desaconsejar el uso de estos edulcorantes como sustitutivo del azúcar entre quienes querían bajar de peso.

Aunque la OMS también desaconsejaba su consumo entre quienes querían reducir su riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como la diabetes, esto no implicaba que se tratara de productos con riesgo. Más bien que estos no eran menores que los que asociamos a azúcares convencionales.

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Imagen | Mali Maeder

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