Que levante la mano quien no se ha encontrado navegando en redes sociales a altas horas de la madrugada, muerto de sueño y sabiendo que al día siguiente tiene que levantarse temprano, pero aún así se resiste a dormir. ¿Te ha pasado una vez? No eres un caso aislado y la ciencia le ha puesto un curioso nombre: procrastinación del sueño por venganza.
Esta forma de procrastinación es un fenómeno psicológico que llamó la atención de los investigadores de Países Bajos y se describió en una publicación en Frontiers in Psychology en 2014. Este fenómeno consiste en postergar la hora de irse a la cama sin un motivo lógico aparente, sacrificando tiempo de descanso y siendo plenamente consciente que ese comportamiento hará que al día siguiente tu cuerpo esté agotado.
Procrastinación del sueño: aplazar hasta el extremo la hora de ir a dormir
Su nombre viene dado por las similitudes en la lógica contraproducente de la procrastinación de las tareas, que provoca sufrimiento mental y estrés por aplazar alguna tarea que, sí o sí, vas a tener que hacer más adelante, pero con menos tiempo.
Los investigadores encontraron que este comportamiento guarda una relación muy estrecha con la falta de tiempo libre durante la jornada. Durante la noche, cuando las tareas ya se han finalizado, el cerebro intenta compensar arañando tiempo de sueño para tener la sensación de que se está haciendo algo más que trabajar, estudiar o mantener la casa.
De ahí la denominación “por venganza”, porque, de alguna forma, el cerebro se rebela y reclama tomar el control de tu tiempo de ocio, ya que las tareas no le han dejado margen para hacerlo durante el día. Es una especie de venganza subconsciente de tu yo interno.
Según investigaciones de la Escuela de Enfermería Frances Payne Bolton de Cleveland, no descansar lo necesario por el aplazamiento de la hora de irse a dormir tiene serias consecuencias para la salud. Lo confirman distintos estudios que apuntan a que no dormir las horas necesarias podría derivar en un incremento en los niveles estrés, falta de concentración, pérdida de memoria, incremento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y Alzheimer, así como mayor exposición a enfermedades mentales.
¿A todos nos gusta dormir?
El fenómeno psicológico de la procrastinación se asocia a postergar una tarea que nos resulta desagradable o poco inspiradora, y sustituirla por otras que nos aportan bienestar. Es decir, sustituir la percepción de algo negativo, por algo que proporciona placer.
En cambio, la procrastinación del sueño no cumple con ese patrón, ya que dormir no se percibe como una actividad desagradable. A todos nos gusta dormir y sufrimos cuando no lo hacemos. Por eso la procrastinación del sueño resulta tan fascinante para los psicólogos.
Irse a dormir tarde por estar con amigos, estar en un evento social, estudiando, terminando una tarea o realizando cualquier otro trabajo no se considera procrastinación del sueño ya que, de hecho, el uso de ese tiempo de descanso para otra tarea obedece a un motivo.
Sin embargo, ver un story más, empezar otro episodio de la serie, leer otro capítulo del libro o jugar otro nivel en el juego no tiene una justificación lógica, y sabes que el cansancio va a pasarte factura al día siguiente.
Según el estudio The State of Sleep in America 2022 de la consultora Gallup, un 33% de los estadounidenses afirmaba que no dormía lo suficiente y el 70% de los adultos jóvenes de menos de 30 años afirmaba que tenía problemas de sueño por el stress.
Evita que tu cerebro se vengue a la hora de dormir
Las investigaciones en esta área apuntan a que las personas que tienden a procrastinar en otras áreas de su vida, trabajan en empleos muy demandantes o que tienden a reprimir sus deseos durante todo el día por estar sometidos a un horario exigente o a demasiadas obligaciones, son propensas a procrastinar a la hora de dormir.
Si crees que podrías ser un procrastinador a la hora de dormir, los expertos sugieren ser intencional sobre tu descanso, establecer objetivos realistas a la hora de acostarse y adoptar nuevos hábitos para mejorar la higiene del sueño.
Tampoco está de más programar actividades de ocio, deportivas o, simplemente concederte tiempo para no hacer nada, en lugar de organizar una agenda frenética llena de cosas por hacer, pero sin nada de tiempo para ti. Está en juego que tu cerebro se vengue de ti por la noche por no haberle dejado tiempo para relajarse y jugar.
Imagen | Pexels (SHVETS production)
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