Ya habíamos anunciado que, pasados doce meses después de haber sido completamente vacunado, era probable que fuera necesaria una tercera dosis de refuerzo de la vacuna Pfizer contra el COVID-19. Hoy se confirma que será así, concretamente a los nueve meses, o como muy tarde a los doce.
Además, como también confirma el cofundador de la farmacéutica alemana que fabrica Pfizer, Ugur Sahin, cada año o cada dieciocho meses va a necesitarse otra dosis.
Dosis de refuerzo periódicas
Los datos aportados por la propia farmacéutica establecen que la eficacia de la vacuna Pfizer va disminuyendo progresivamente a medida que transcurre el tiempo, y puede pasar del 95 % al 91 % en solo seis meses.
Las personas también deberán vacunarse contra el coronavirus anualmente, como para la gripe estacional, porque hay indicios también de que la respuesta inmune inducida contra el SARS-COV-2, como también natural, se reduce paulatinamente.
Sabemos que nuestra inmunidad a diferentes coronavirus disminuye con el tiempo, como ocurre con los cuatro coronavirus del resfriado común, por ello siempre hay una cantidad suficiente de personas que han perdido su inmunidad que permiten que los virus sigan circulando y causando enfermedades respiratorias. Este parece que es el mismo escenario para el SARS-COV-2, así que nos deberemos vacunar, al menos de momento, tal y como lo hacemos para combatir otros coronavirus.
La vacuna también deberá ajustarse para cubrir las nuevas variantes de coronavirus a medida que surjan, como la que ha aparecido recientemente en India.
La ventaja de las vacunas de ARNm como la de Pfizer es que son mucho más fáciles de actualizar que las vacunas de 'vector viral' como la de AstraZeneca. Además, con vacunas que usan la tecnología de AstraZeneca un paciente no puede ser inmunizado repetidamente porque es probable que desarrolle inmunidad al vector de adenovirus (el vehículo de administración) en sí.
El director ejecutivo de Moderna (otra vacuna ARNm), Stephane Bancel, ha declarado a CNBC que la compañía también trabajando para tener disponibles dosis de refuerzo en otoño. La tercera dosis estaría preparada para proporcionar al paciente una mayor inmunidad contra las nuevas cepas y, especialmente, contra la B.1.351, más conocida como la variante sudafricana.
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