Tres noticias diferentes que leí ayer trababan sobre el mismo tema. Tres personas que han acabado delante del juez (o casi) por usar su teléfono móvil para algo más que llamar. En Italia, en Padua, un hombre ha sido multado con 300 euros por enviar mensajes de texto no solicitado a una compañera de oficina. El asunto parece bastante raro porque uno de los mensajes simplemente decía: "Desde que apareciste ante mis ojos no puedo hacer nada más que pensar en ti". Aunque para bochorno el de una novia saudí que golpeó furiosamente a una mujer que la fotografió con la cámara de un teléfono móvil en su cortejo nupcial, pese a que los teléfonos con cámara están prohibidos en ese país. Pero el colmo está en una historia de Engadget, donde cuentan que un juez ha condenando a tres semanas de cárcel a una chica de 17 años porque su teléfono sonó mientras estaba frente al tribunal, pena da, sólo hay que verle la cara a la pobre chica.
Three weeks in jail for a ringing cellphone. Multan a un italiano por coquetear usando sms. Novia saudí golpea a una invitada.
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