Ayer fue el día del HTC One. Se presentó, lo conocimos a fondo, os comentamos nuestras primeras impresiones y hasta lo comparamos de forma directa con sus principales rivales de otras plataformas en el mercado. Incluso entre los androides sale bien parado.
Pero hay una fotografía mucho mejor del HTC One que nos permite con distancia valorar lo que este terminal con Android va a representar. De entrada tiene tres buenas noticias pero también un titánico reto por delante.
Diseño premium con pantalla espectacular
Si vas a pagar más de 600 euros por un terminal, que el acabado vaya en consonancia así como los detalles del diseño, ayuda. El cuerpo de aluminio muy delgado es un acierto y al sostenerlo en la mano uno agradece tener una obra de ingeniería destacable. Y el HTC One lo es.
Una buena noticia me parece también que HTC se haya quedado en las 4.7 pulgadas del HTC One X. Podría haber dado el salto a las cinco pulgadas, pero no lo ha hecho.
Sí que ha apostado por dar una densidad de píxeles abrumadora, más de 450 ppp, gracias a su resolución de 1080p. Pero lo mejor de nuevo estará en el panel LCD, tecnología en la que se han convertido en maestros.
Funciona bajo Android pero se diferencia con personalidad
Si bien una parte importante de usuarios no mira ni tan siquiera el número de versión de Android que lleva un dispositivo, especialmente en las gamas de entrada y medias, con los smartphones cada decimal cuenta. Y los toques de cada compañía suman. O restan.
El nuevo HTC Sense sumará. Frente a la simplificación de otras marcas, HTC vuelve un poco a sus orígenes y demuestra que ha sido siempre un "hacedor" de capas que ocultan un sistema operativo, aunque en este Sense solo se vea reflejado en la pantalla de inicio.
BlinkFeed transforma la pantalla de inicio del HTC One en la de un equipo que costaría decir que es Android. De hecho vira más hacia Windows Phone y sus paneles, con mucho contenido surcando continuamente la diagonal de 4.7 pulgadas de su pantalla.
Y luego aporta más detalles como que pueda funcionar como mando a distancia o HTC Zoe.
Por fin una cámara de fotos que abandona la carrera de los megapíxeles
Con modelos de 8 megapíxeles, los primeros de 13 ya pululando por el mercado y hasta una cámara de 41 millones de puntos, HTC ha puesto algo de pausa y sentido común en este apartado. Y lo tendrá que explicar, porque la carrera por los megapíxeles que sufrimos con las compactas ha llegado a los smartphones. Y me temo que el desconocimiento sobre su utilidad real se mantiene en buena parte del mercado potencial de los smartphones.
El sensor de "solo" 4.3 megapíxeles del HTC One parecerá en la hoja de especificaciones de un escaparate algo común frente a números más contundentes. Pero no os equivoquéis. Al final, sobre todo si no quieres empapelar la habitación con falta de nitidez, de forma general lo importante es que el sensor recoja la mayor luz posible, y en eso el UltraPixel de HTC lo hace bien. Es un gran primer paso que junto con la estabilización óptica y la tecnología PureView original del 808 (donde los 41 millones de píxeles sí tenían una razón de ser más allá de las cifras) deben serlas bases de las cámaras de fotos de los próximos smartphones.
Llega en el momento más complicado del mercado, no solo bajo Android
Si el año pasado HTC ya mereció mucho más de lo que obtuvo, este HTC One confirma el buen hacer pero nos tememos que hay peligro a priori de tropezar de nuevo.
Y no es él. Son los otros. El HTC One llega al mercado en un momento de máxima tensión en el ecosistema smartphones, no solo bajo Android. Blackberry busca resucitar, Windows Phone tiene a Nokia y Microsoft a la espalda y no será un rival sencillo, y Apple juega en su liga particular.
Pero los mayores enemigos los tiene en casa. En Android quiero decir. La competencia bajo su sistema operativo se preveé más dura que nunca este año. Hay rivales más que poderosos por todos lados, y cada uno tiene sus razones para que confiemos también en ellos.
Google aportará con sus próximos Nexus máxima calidad, menor precio y actualizaciones en primer lugar. A su lado se levanta el imperio Galaxy de la mano de Samsung. EL renombre que ha ganado ya es suficiente para darle un éxito asegurado presente lo que presente el próximo 14 de marzo.
Y luego están los segundos espadas que este año no se conformarán por las sobras: Sony con su impecable Xperia Z, LG vendiendo sus gama media a buen ritmo y Huawei con ansias de comerse el mundo. Y encima puede hacerlo por músculo y lanzamientos de este año.
Al menos el usuario Android o de smartphones en general tiene la diversión (e intriga) asegurada.
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