Los nuevos iPhone XS y XS Max que Apple ha presentado hace unas horas tienen por delante, si nos ceñimos estrictamente al apartado fotográfico, el importante desafío de medirse de tú a tú con varios competidores que se sienten muy cómodos en este escenario de uso. El duelo que preparamos hace unos meses entre el P20 Pro de Huawei y el Pixel 2 XL de Google, que sin duda son dos de los mejores smartphones fotográficos del mercado actual, lo refleja con claridad.
En lo que concierne al diseño los nuevos terminales de Apple no nos ofrecen novedades destacables porque respetan a pies juntillas las líneas del iPhone X del año pasado, pero, precisamente, uno de los apartados en los que los de Cupertino sí han introducido mejoras interesantes es el fotográfico. Aunque, eso sí, para indagar en el calado de estas novedades es necesario profundizar más allá de lo evidente. Eso es, precisamente, lo que nos proponemos hacer a lo largo de este artículo.
En el apartado fotográfico las novedades de los nuevos iPhone XS y XS Max tienen que ver con el tamaño de los fotorreceptores de los sensores y el procesado de imagen
iPhone XS y XS Max: especificaciones técnicas
Antes de que profundicemos en las prestaciones fotográficas de los nuevos smartphones de Apple no está de más que repasemos brevemente las características de su hardware para intuir con la máxima precisión posible qué tenemos entre manos. En la tabla que tenéis debajo de estas líneas podéis ver que el nuevo iPhone XS incorpora una doble cámara trasera con dos sensores de 12 Megapíxeles cada uno, ópticas con apertura f/1.8 y f/2.4 para gran angular y teleobjetivo y doble estabilizador óptico.
En lo que concierne a la cámara frontal apuesta por un sensor de 7 Megapíxeles y una óptica con apertura f/2.2. Hasta aquí no hay ninguna diferencia con lo que nos ofrece el iPhone X del año pasado: misma resolución para los sensores y misma apertura para las ópticas. Pero esto no significa que no existan diferencias entre el iPhone X y los nuevos XS y XS Max. Existen e indagaremos en ellas a continuación.
iPhone XS | |
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Dimensiones físicas y peso | 143,6 x 70,9 x 7,7 milímetros y 177 gramos |
Pantalla | OLED 5,8 pulgadas Super Retina HD |
Resolución | 2.436 x 1.125 píxeles, 458 ppp |
Procesador | Chip A12 Bionic con arquitectura de 64 bits y 7 nm, Neural Engine |
Núcleos | Hexa-core |
Gráfica | GPU Apple de 4 núcleos |
Memoria | 64/256/512 GB (no ampliables con micro-SD) |
Versión software | iOS 12 |
Conectividad | LTE, WiFi 802.11ac con MIMO, Bluetooth 5.0 y NFC con modo de lectura |
Cámaras traseras | 12 + 12 megapíxeles gran angular y teleobjetivo (f/1.8 y f/2.4), doble OIS Zoom óptico, grabación 4K@24/30/60fps, flash 4 LED |
Cámara delantera | 7 megapíxeles, f/2.2, grabación 1080pRetina flash, vídeo 1080p |
Otros | Face ID, resistencia al agua IP68, 3D TouchGLONASS, Galileo y QZSS |
Precio | Desde 1.159 euros (64 GB) |
El hardware y el diseño de los iPhone XS y XS Max son esencialmente idénticos. La única diferencia entre ambos terminales reside en las características de la pantalla, que tiene 6,5 pulgadas en el modelo XS Max y 5,8 pulgadas en el XS. Ambos dispositivos apuestan por un panel OLED, pero la resolución es ligeramente mayor en el modelo XS Max. Como consecuencia del incremento del tamaño de la pantalla, el chasis de la versión XS Max es también más voluminoso y un poco más pesado.
En lo que concierne a las cámaras, que es lo que realmente nos interesa en este artículo, no hay ninguna diferencia entre las del iPhone XS y la del XS Max. Son idénticas tanto la cámara frontal como las traseras, y sus prestaciones de grabación de vídeo también son las mismas. Por esta razón, todo lo que veremos en adelante en el artículo podemos aplicarlo a ambos modelos.
iPhone XS Max | |
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Dimensiones físicas | 157,5 x 77,4 x 7,7 milímetros y 208 gramos |
Pantalla | OLED 6,5 pulgadas Super Retina HD |
Resolución | 2.688 x 1.242 píxeles, 458 ppp |
Procesador | Chip A12 Bionic con arquitectura de 64 bits y 7 nm, Neural Engine |
Núcleos | Hexa-core |
Gráfica | GPU Apple de 4 núcleos |
Memoria | 64/256/512 GB (no ampliables con microSD) |
Versión software | iOS 12 |
Conectividad | LTE, WiFi 802.11ac con MIMO, Bluetooth 5.0 y NFC con modo de lectura |
Cámaras traseras | 12 + 12 megapíxeles gran angular y teleobjetivo (f/1.8 y f/2.4), doble OIS Zoom óptico, grabación 4K@24/30/60fps, flash 4 LED |
Cámara delantera | 7 megapíxeles, f/2.2, grabación 1080pRetina flash, vídeo 1080p |
Otros | Face ID, resistencia al agua IP68 y 3D TouchGLONASS, Galileo y QZSS |
Precio | Desde 1.259 euros (64 GB) |
El sensor tiene la misma resolución, pero los fotorreceptores son mayores
La resolución de los sensores asociados a la doble cámara trasera de los iPhone XS y XS Max es la misma de los captadores del iPhone X del año pasado, pero esto no significa que los sensores sean iguales. El número de fotorreceptores del sensor, que es la cantidad de celdillas que son capaces de recoger la luz presente en el ambiente, nos indica cuántos píxeles pueden componer la imagen como máximo. Pero este no es en absoluto el único parámetro que nos permite determinar la calidad de una cámara fotográfica, sea del tipo que sea.
La superficie de cada uno de esos fotorreceptores tiene un impacto claro en la cantidad de luz que es capaz de recoger. Si la superficie del fotorreceptor es mayor podrá capturar más fotones, que son las partículas elementales que se encargan de transportar la luz, que no es más que una forma de radiación electromagnética. Más superficie, más luz. ¿Y esto qué significa? Pues, sencillamente, que la mayor superficie de los fotorreceptores de los sensores alojados en las cámaras traseras de los nuevos iPhone debería permitirles capturar mejores fotografías en escenarios en los que la luz escasea.
Sobre el papel podemos esperar que tengan un mayor nivel de detalle en las zonas en sombra y menos ruido (lo comprobaremos tan pronto como uno de los nuevos teléfonos caiga en nuestras manos). Y esto no está pero que nada mal, si finalmente se cumple.
Lo siguiente que podemos preguntarnos es en qué medida el sensor de los nuevos iPhone tiene fotodiodos mayores que los del iPhone X. Cada una de estas celdillas ha pasado de 1,22 µm a 1,4 µm, y este es un incremento bastante notable que en la práctica debería notarse. Aun así, no es nada sorprendente porque lo que ha hecho Apple es acercarse a sus competidores más avanzados.
El captador de 12 Megapíxeles de una de las cámaras traseras del P20 de Huawei, por ejemplo, tiene fotorreceptores con un tamaño de 1,55 µm, que, por tanto, son aún mayores que los de los nuevos smartphones de Apple. Y los fotodiodos de la cámara principal del Pixel 2 XL de Google tienen un tamaño de 1,4 µm. El mismo que tienen los de los sensores de los iPhone XS y XS Max.
El paso que ha dado Apple es atractivo y seguro que tendrá un impacto positivo en la calidad de las fotografías tomadas en condiciones de escasa luminosidad. Pero, como os decía, no es nada realmente espectacular porque otras marcas han dado pasos similares antes.
HDR inteligente y control de la profundidad de campo
Otra de las mejoras introducidas por Apple en sus nuevos smartphones que, sobre el papel, pinta bien, deriva de un procesador de señal de imagen mejorado y unos algoritmos de procesado que consiguen, según los de Cupertino, recuperar más información tanto en las zonas oscuras como en las altas luces.
¿Qué podemos esperar de esta innovación? Por un lado, un HDR más logrado y capaz de restituir una gama dinámica más amplia que otros teléfonos de la marca. No obstante, esta mejora no debería notarse solo cuando utilizamos el HDR, sino también en cualquier otra fotografía, aunque posiblemente el acabado más espectacular lo obtendremos al activar el HDR. Lo comprobaremos y os lo contaremos cuando tengamos la oportunidad de probar los nuevos iPhone a fondo.
El procesador de señal del que acabamos de hablar también interviene cuando utilizamos las cámaras de los nuevos iPhone XS y XS Max para tomar un retrato. El firmware de estos teléfonos es capaz de identificar que estamos capturando el rostro de una persona para habilitar la toma de varias imágenes consecutivas con diferente exposición. Una vez que ha recogido estas imágenes las procesa para revelar el máximo nivel de detalle tanto en las zonas oscuras como en las más iluminadas.
Pero esto no es todo. Una de las prestaciones a las que Apple ha dado más importancia durante la presentación de estos teléfonos móviles consiste en la posibilidad de controlar la profundidad de campo y el desenfoque de fondo (bokeh) con más precisión a posteriori, después de hacer la fotografía. Esto es posible gracias a un procesado que actúa sobre las imágenes una vez que han sido capturadas, y que debe identificar con precisión el rostro o el objeto que tenemos en primer plano para discriminarlo del fondo.
En principio podemos esperar que el desenfoque de fondo de los nuevos iPhone tenga más calidad que el de los modelos anteriores, siempre y cuando se cumpla lo que Apple nos ha prometido durante la presentación. Y, lógicamente, los retratos y los selfis deberían salir beneficiados. Una vez más, lo comprobaremos cuando los analicemos y os contaremos con detalle nuestras impresiones.
El procesado de imagen también ha recibido mejoras importantes
Uno de los componentes que parece que va a tener un impacto directo en la calidad de las fotografías que vamos a tomar con los nuevos iPhone es el Neural Engine mejorado, un motor de inteligencia artificial que recurre al aprendizaje automático en tiempo real para mejorar las fotografías, pero que también interviene en los juegos y las aplicaciones de realidad virtual.
Este es el componente, de hecho, que tiene la responsabilidad de identificar el rostro de las personas que estamos fotografiando cuando utilizamos el modo retrato. Además también fija un conjunto de puntos de referencia faciales (podéis verlos en la imagen que tenéis debajo de estas líneas) para permitirnos aplicar efectos de iluminación a posteriori.
Pero esto no es todo. Apple también ha confirmado que el procesado de las imágenes recurre a un mapeo de profundidad realizado por el procesador de señal a partir de los datos de segmentación que recoge el Neural Engine. Esto significa, sencillamente, que estos dos componentes colaboran para identificar con precisión el contorno del sujeto que estamos fotografiando y separarlo del fondo.
Como os adelanté unos párrafos más arriba, este proceso es muy importante para que podamos obtener un desenfoque de fondo de calidad y tengamos un control más preciso de la profundidad de campo. Un dato curioso: uno de los elementos cuyo contorno es más difícil de trazar es el pelo de algunas personas, así que este será uno de los escenarios en los que probaremos los iPhone XS y XS Max.
iPhone XS y XS Max: precio y disponibilidad
Los nuevos iPhone podrán reservarse a partir de este 14 de septiembre y estarán a la venta el 21 de septiembre. Llegarán en tres colores (oro, gris espacial y plata) y tres capacidades (64, 256 y 512 GB) con estos precios:
- iPhone XS 64 GB: 1.159 euros
- iPhone XS 256 GB: 1.329 euros
- iPhone XS 512 GB: 1.559 euros
- iPhone XS Max 64 GB: 1.259 euros
- iPhone XS Max 256 GB: 1.429 euros
- iPhone XS Max 512 GB: 1.659 euros
Más información | Apple
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