Pese a su firma apuesta por Windows Phone con el Nokia Lumia 800, la finlandesa no puede pasar por alto el enorme mercado de telefonía de países emergentes en los que el internet móvil está comenzando a llegar poco a poco.
La antigua saga de terminales S60 se ha rebautizado como Nokia Asha. Aunque mantienen el mismo espíritu de teléfonos asequibles y sencillos, los nuevos S60 se van complicando cada vez más en cuento a servicios online hasta el punto de que casi podríamos hablar de smartphones básicos si no fuera por otros detalles como las conexiones. El Nokia Asha 200, y su gemelo el 201 son los primeros que pasaron por nuestras manos en el Nokia World.
El Nokia Asha 200 y el Nokia Asha 201 son, en realidad, el mismo teléfono. Tan sólo les diferencia que el Nokia 200 tiene doble ranura para tarjetas SIM, la primera está ubicada debajo de la batería. A la segunda se accede fácilmente desde una tapa en el lateral. La idea es poder recibir mensajes o llamadas de cualquiera de ellas. Un sencillo menú nos permite pasar de una a otra e incluso pueden intercambiarse en caliente de forma rápida y cómoda.
Aparte de 10MB de memoria interna, el Asha 200 cuenta con una ranura para tarjetas de memoria con capacidad para hasta 32GB, lo que permite el uso del móvil como sencillo reproductor musical.
Físicamente, el Nokia Asha 200 tiene una manufactura simple pero de aspecto sólido en plástico de variados colores. Bajo el característico grupo de botones y pad de control de Nokia encontramos, eso sí, un teclado qwerty completo bastante amplio y cómodo.
La razón de ser de este teclado está en que el Nokia Asha 200 intregra clientes de e-mail, Facebook, Twitter y otras redes sociales, y hasta un sencillo navegador web. Todas estas aplicaciones se han optimizado para que generen el mínimo tráfico posible.
No hay que olvidar que el Nokia Asha 200 opera únicamente sobre redes Edge, no sobre 3G. Esta es probáblemente la característica que menos entendemos del terminal. Es posible que en países emergentes no haya muchas redes WiFi y haya que operar más sobre redes móviles, pero la ausencia de esta conexión es un obstáculo grave a su comercialización entre los jóvenes de países como España.
Con una pantalla TFT correcta de 2.4 pulgadas y resolución 320×240 píxeles, y una larga autonomía de 7 horas en conversación o 23 días en espera con doble Sim, el Asha 200 parece el móvil ideal para hablar desde Namibia. En España algo nos dice que su antecesor, el Nokia C3, le gana por un WiFi de ventaja.
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