Una de las cosas de las que suelo quejarme por aquí cuando hablamos de un teléfono móvil muy delgado es la sensación de fragilidad que transmite. Sentarse por error encima o simplemente ponerte a jugar con él de forma brusca puede acabar con una preciosa pantalla quebrada e inutilizada por mucho tiempo, quizás para siempre.
Intel, que no sabemos qué pinta en el mundo de las pantallas para móviles, dispone precisamente de una patente para hacer las mismas flexibles, y quien sabe si con ello, romper la barrera que Samsung tiene como móvil más delgado del mercado.
Vía | Electronista.
