"No creo que nadie pueda decir que nuestro diseño se parece al de otros fabricantes". Esas eran las palabras de Henry Hongmin Kim, responsable de estrategia y diseño para la división móvil de Samsung, en la entrevista que nos brindó en 2020. Lo hacía en un momento clave para Samsung: habían lanzado el Samsung Galaxy Note 20 Ultra y ese mismo año vio la luz un Samsung Galaxy S20 Ultra que, si bien dio que hablar por diseño, era efectivamente distinto a todo lo que habíamos visto por aquel entonces.
La estrategia ha ido cambiando en los últimos años, y Samsung ha ido adoptando una filosofía que le permite dos claves: hacer que sus dispositivos sean claramente reconocibles y, por otro lado, evitar reacciones ante la sorpresa de posibles cambios generacionales.
Si accedemos a la página web de Samsung y echamos un ojo a sus principales modelos, observamos fácilmente que el diseño en su familia es más similar que nunca. Mirándolo desde una distancia considerable, a un usuario medio no se le haría sencillo distinguir un Samsung Galaxy A54 de un Samsung Galaxy S23.
Incluso la nueva familia de dispositivos, como el Samsung Galaxy Z Fold5, tiene una parte trasera bastante parecida, a excepción de la pequeña franja metálica que viste su módulo de cámaras. Un lenguaje claro de diseño: plano, minimalista y sin movimientos arriesgados.
Por un lado, esto permite a Samsung fabricar dispositivos claramente reconocibles, por otro (y aunque no haya datos oficiales al respecto), la reutilización de algunos componentes en modelos que apenas varían el diseño en la nueva generación, puede traducirse en un dique de contención para futuras subidas de precio.
Un plan en el que no parecen estar solos
Sony, Apple y, para este curso 2024, OnePlus, son otras compañías que siguen la senda del continuismo en lo que a diseño se refiere. Los saltos generacionales no pasan por nuevas interpretaciones de una línea estética: pasan por refinarla.
Esto también permite no dejar obsoleto el diseño de la generación anterior, añadiendo mejoras y pinceladas al nuevo modelo para reinterpretar una idea en la que (a priori), el fabricante creía de forma férrea.
La guerra por liderar en diseño está pasando así de obligar a los fabricantes a reinventar la identidad visual de sus productos año a tras año, a apostar por una línea sólida y reconocible que va mejorando generación tras generación.
Imagen | Xataka
En Xataka | Samsung Galaxy A54, análisis: considerarlo un gama media va en contra de todo lo que ofrece
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