El tráfico ferroviario fue un caos en Madrid el pasado sábado. Atocha y Chamartín colapsaron por dos incidencias que coincidieron en el tiempo. Incidencias que han levantado todo tipo de conjeturas, donde las declaraciones son confusas y contradictorias y sobre las que también se ha pronunciado el Ministro de Transportes, Óscar Puente.
Esto es lo que sabemos.
Un sábado de auténtico caos. Se aproximan las cinco de la tarde en Madrid cuando el tráfico ferroviario está a punto de explotar en la ciudad y convertirse en un infierno. En ese momento, salta la noticia: un tren ha descarrilado en el túnel que une Chamartín con Atocha. Minutos más tarde, el alivio. No hay heridos de gravedad ni fallecidos.
Poco después, en la misma estación de Atocha se vivirá el segundo incidente de la tarde. Sobre las 19:00 horas, un ciudadano amenaza con tirarse a las vías desde un puente cercano. Se activa automáticamente el protocolo de seguridad. Se corta la tensión para evitar que nadie se electrocute y se busca una solución a la situación.
Las consecuencias, se pueden imaginar. Con el túnel cortado, los trenes con salida de Chamartín dirección Levante son desviados a esta última estación. Con la tensión cortada, todo queda parado. Hasta 8.000 viajeros quedan atrapados en los trenes, según Renfe, y un total de 14.000 personas (dentro y fuera de Madrid) se vieron afectadas en una tarde fatídica de aglomeraciones en las estaciones, trenes parados en las vías e información que llega con cuentagotas.
El descarrilamiento. Poco a poco y a lo largo del fin de semana, la situación queda restablecida. Con los trenes en marcha, queda preguntarse cómo un tren ha podido descarrilar cerca de la estación de Atocha. Cómo es que nadie ha salido gravemente herido de una situación en la que todo el mundo se imaginaba un daño material y personal muy alto.
Lo que sucedió es que en el tren sólo viajaban un par de operarios. El vehículo estaba siendo remolcado a talleres en Chamartín porque estaba averiado. En un momento dado, ya cerca de la estación, se desprende del tren remolcador y se lanza sin frenos túnel a bajo, ya que existe una diferencia de unos 130 metros de altura entre ambas estaciones.
El túnel de 7,3 kilómetros, como se puede observar en esta infografía de El País, es recto en su mayor parte pero a la altura del Jardín Botánico, ya casi en la estación de Atocha, se suceden dos curvas. En la primera de ellas (dirección Atocha) es donde el tren descarrila.
Un error que no se entiende. Pero, ¿cómo se han soltado los trenes? Es una de las grandes preguntas que surgen y que está bajo investigación por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios. Aunque no hay datos concluyentes, todo indica a un problema en el material rodante y no en la infraestructura. Y, además, apunta a un error humano.
Qué pasó con el enganche es uno de los grandes misterios. El tren averiado debería estar unido al remolcador con un enganche tipo Scharfenberg. Si todo funciona correctamente, no se necesita la intervención humana para acoplar el tren. Para separarlos, es necesario utilizar un mando en la cabina pero si no funciona hay que realizar a mano la operación.
"No es normal ni que se desacople ni que al desacoplarse el tren no se quede frenado; hay que averiguar qué es lo que ha sucedido", aseguraba Rafa Escudero, portavoz del sindicato ferroviario, en declaraciones recogidas por Antena 3.
¿Cómo se actuó? Aquí hay diversas teorías aunque el Ministro Óscar Puente ya ha aceptado una de ellas. Lo primero que se pensó es que el tren descarriló por la propia velocidad alcanzada en el túnel. Sin frenos, el vehículo habría superaod el máximo para el que está preparada la vía y no pudo tomar la curva.
Puente, sin embargo, subraya la versión de un audio filtrado en el que un trabajador asegura que desde el Puente de Mando se cambiaron las agujas a propósito para provocar el descarrilamiento. Según esta información, el técnico de ADIF habría actuado de esta manera para evitar una situación fatídica. El tren se dirigía sin control a chocar contra otro vehículo de Iryo, detenido poco antes de entrar en Atocha. Así se habría evitado el accidente.
El audio. Como decimos, las declaraciones de Puente dan veracidad a un audio de un trabajador del centro de control de Adif enviado por WhatsApp al finalizar la jornada. En el califica lo sucedido como "lo más grave que ha pasado con el AVE desde que estoy yo".
En el documento, publicado en exclusiva por VozPópuli y que es fácil encontrarlo en redes sociales, el supuesto trabajador asegura que el error fue humano y que poco antes de llegar a Chamartín soltaron la unidad averiada, aunque no se explica qué pudo haber sucedido para que esto pasara.
Con la unidad a la deriva, el tren habría cogido velocidad y la única solución que se encontró en ese momento fue un cambio de agujas que hizo descarrilar el tren a la altura del Jardín Botánico. Se asegura en el audio que, de no ser así, el tren habría chocado contra otro vehículo lleno de viajeros que esperaba su entrada a Atocha en las cercanías a la estación.
Informaciones contradictorias. Aunque el Ministro de Transportes ha dado veracidad a la actuación salvadora del personal de Adif, desde Renfe ponen en duda algunas de las informaciones que se aseguran en el audio. Desmienten que el tren alcanzara una velocidad de 100 o 200 km/h, como se ha dicho, y desmienten que exista "una pendiente del 30%".
Esas mismas fuentes de Renfe, aseguran en El Mundo, no han entrado a valorar la veracidad del audio pero sí creen que existen algunas incongruencias en el mismo que deberán ser esclarecidas por la investigación y piden paciencia hasta conocer el resultado de la misma.
Además, Iryo ha desmentido que el tren que supuestamente estaba esperando al entrada a Atocha, y contra el que podría haber impactado el vehículo a la deriva, fuera de la compañía como se ha rumoreado en los últimos días.
Foto | Renfe
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