Conducción autónoma, publicidad engañosa: el gran proyecto de Tesla sigue multiplicando sus problemas

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El sistema de conducción de ayuda a la conducción más avanzado de Tesla, el que debería ser una parte fundamental del futuro de la compañía y que aspira a la automatización completa sigue siendo una espada de doble filo para la compañía.

Recientemente, Tesla ha anunciado que aspira a vender a otros fabricantes su FSD y hace unos meses ya apunto a que el software será una parte tan potente de su línea de negocio que en el futuro podrían llegar a vender coches sin ningún tipo de margen de beneficio, dejando en manos de la conducción autónoma gran parte de su supervivencia.

Pero el sistema de conducción semiautónoma ha generado una polémica a su alrededor que no se ha visto en otros fabricantes, a pesa de que Mercedes o Ford ya pueden circular (en algunas condiciones concretas) sin exigir al conductor que mantenga las manos en el volante.

Aunque es uno de los software más avanzados del momento (en carretera abierta tiene muy pocos rivales), el FSD ha estado en el ojo del huracán. En primer lugar, sencillamente, porque todo lo que gira alrededor de Tesla levanta mucha expectación o ácidas críticas en función de quién emita su opinión. Las reacciones están, en su mayoría, muy polarizadas.

En segundo lugar porque el propio Elon Musk lleva años alimentando la idea de que su FSD es, prácticamente, un sistema de conducción completamente autónoma. Y por el camino ha llevado a cabo algunas acciones, cuanto menos, criticables como falsear las imágenes de un anuncio o poner a los propios conductores en la calle como betatesters.

A esto hay que sumar algunos ataques no menos criticables, como el dudoso anuncio aparecido durante la última Superbowl, o el de algunas instituciones como el de la Insurance Institute for Highway Safety (IIHS, por sus siglas en inglés) quienes ya dieron un toque de atención a los fabricantes (Tesla entre ellos, pero también Mercedes) por considerar que se estaban exagerando las habilidades actuales de sus sistemas de conducción asistida como herramienta de marketing.

Nueva investigación por publicidad engañosa

Los problemas relacionados con este último punto vuelven a ser un dolor de cabeza para Tesla. Hace un año, Tesla ya tuvo que devolver 112.000 euros a un cliente alemán que dijo sentirse engañado por el funcionamiento del sistema FSD.

Ahora, la compañía se enfrenta a un proceso parecido en California. Según ha desvelado la CNBC, la Federal Trade Comission (FTC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (famosa estos días por la compra de Activision por parte de Microsoft) recibió la queja de un cliente de Tesla por considerar publicidad engañosa lo que está recibiendo en su Tesla Model 3 de 2018.

La FTC se ha puesto en contacto con la oficina del fiscal general de California, quien está realizando la investigación y quien se ha puesto en contacto con el cliente, según ha podido comprobar el medio estadounidense, que dice tener acceso a dicha conversación telefónica.

El origen de la queja está en los famosos "frenazos fantasma" de los vehículos de Tesla. Errores de los sistemas de automatización que provocan frenadas repentinas sin motivo aparente y que han provocado algunos accidentes. En Tesla, sin embargo, siempre se han escudado en que su FSD sigue requiriendo una atención permanente en la carretera, aunque algunos traten de engañar al sistema.

El demandante apunta a que Tesla lleva años prometiendo la conducción autónoma con una actualización remota del software y que, sin embargo, ésta nunca llega, por lo que se siente engañado en la compra del coche:

Tesla debería ofrecer a los clientes la opción de recibir un reembolso completo de las funciones del piloto automático si no están satisfechos con el producto. Compramos un producto de autonomía completa y recibimos un producto de monitoreo de conductores con autonomía parcial.

En la investigación que se está llevando a cabo, el fiscal ha contactado con exempleados de la compañía. Uno de ellos ha confirmado que eran conscientes de los errores que se podían producir a bordo y que incluso había mostrado su preocupación por los problemas de seguridad derivados.

En Xataka | El futuro económico de Tesla pasa por la conducción autónoma. De momento todo son problemas

Foto | Brecht Denil

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