Es casi matemático. Llega el invierno, el frío, la humedad y los cristales empañados. Un pequeño fastidio que se repite día tras día y al que se le pueden poner diferentes soluciones. Algunas más o menos ortodoxas pero efectivas todas ellas.
El motivo por el que los cristales se empañan es muy sencillo. La luna del coche está fría y el aire que expulsamos de nuestro cuerpo con la respiración está caliente y húmedo. Esto provoca que en poco tiempo se provoque condensación en el cristal y que la humedad pase a estado líquido en pequeñas gotas que taparán el cristal del coche. El proceso es exactamente el mismo que el que experimenta el cristal del baño cuando nos duchamos.
Ojo con algunos remedios caseros
Un pequeño paseo por las redes sociales nos escupirá un buen número de remedios caseros que, aunque pueden ser efectivos, personalmente no los recomiendo.
Uno de los últimos que más han corrido en los últimos días está relacionado con la espuma de afeitar. Según quienes publican estos vídeos, es posible utilizar este producto para evitar que el cristal se empañe. Hay que rociar una bayeta con espuma de afeitar y pasarla por todo el parabrisas. Luego, con una segunda bayeta limpia y completamente seca, se retira el producto.
Otro de los remedios habituales apunta a pasar una patata por el cristal. El objetivo es refregar la misma sobre la superficie y luego limpiar con una bayeta limpia para que no queden restos en el parabrisas.
En ambos casos se trata de utilizar productos que repelen el agua y, por tanto, evitan que las pequeñas gotas que forman la condensación "se agarren" a la superficie del cristal. En el primero de ellos depende de los componentes que lleva la propia espuma y en el segundo caso, el de la patata, debido al almidón.
Sin embargo, al aplicar ambos productos estaremos corriendo el riesgo de dejar el parabrisas del coche mucho más sucio de lo que estaba antes de pasarle la espuma de afeitar o la patata. No es complicado que nos queden marcas en el cristal con cualquiera de estos dos remedios caseros.
Utilizar champú, pasta de dientes o agua jabonosa sigue los mismos principios que todos los anteriores: diversos componentes del producto repelen el agua y evitan la condensación.
Lo que no falla
Si limpiar los cristales se nos da regular (yo soy el primero) o no estamos dispuestos a refregar una patata contra el parabrisas de nuestro coche hay un remedio que no falla y que, de hecho, es el que se incluye en todos los coches: utilizar los botones para desempañar los cristales.
Simple y efectivo. Estos botones lo que hacen es que el climatizador funcione a máxima potencia y entrega el mayor calor (y mayor cantidad de aire) posible. De esta manera, atemperamos el cristal del parabrisas muy rápido y evitamos que la diferencia térmica produzca condensación en los cristales.
En estos casos, lo mejor es tapar todas las salidas de aire y dirigir un solo chorro del mismo contra el cristal, así estaremos redirigiendo la mayor cantidad posible de aire contra la superficie acristalada.
Además, en caso de vivir en zonas frías, es interesante comprar un vehículo con lunetas térmicas. Este sistema se suele incluir en los cristales traseros y son esas pequeñas rayas que lo cruzan de lado a lado. Se calientan y ayudan a desempañar rápidamente el cristal. Ese mismo proceso también se aplica en algunos coches en el cristal del parabrisas.
Por último, si estamos cansados de tener que desempañar el cristal, siempre podemos comprar algún producto específico para que el parabrisas no retenga la humedad y repela el agua. Estos productos implementan una pequeña capa sobre el cristal e impiden la condensación.
Foto | C.G.
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