En las carreteras, hay dos tipos de plantas: las que los ayuntamientos plantan justo antes de una rotonda, paso de peatones o cruce (impidiendo muchas veces la visibilidad) y las que adornan cientos de kilómetros de nuestras autovías. Seguro que alguna vez te has preguntado por qué se invertiría dinero y recursos de mantenimiento en plantar algo en la mediana de una autovía y cuál será esa planta que, en medio del secarral manchego, sigue verde en pleno agosto.
Esa planta es la adelfa y es tan venenosa como útil en el día a día de miles de conductores. Especialmente cuando cae la noche y encendemos los faros.
Seguridad vial. Lo primero que debemos saber es que estas plantas no están ahí para decorar las autovías, sino que cumplen varios propósitos. En el 'Manual de plantaciones en el entorno de la carretera', el Ministerio de Transportes marca una serie de propiedades que debe tener la planta para conseguir unos objetivos muy concretos y de ayuda a los conductores.
En la elección de especies, hay que tener en cuenta que sean resistentes a enfermedades y plagas para minimizar el mantenimiento. Además, desaconsejan la implantación de árboles frutales por los evidentes riesgos cuando la fruta esté madura. Así, el Ministerio estipula que las plantas de carretera deben:
- Servir como pantalla antideslumbrante.
- Cortavientos.
- Guía óptica.
Normas para las semillas. También se marcan una serie de requisitos que las plantaciones deben cumplir. Estipula que la plantación será de plantas de varias especies a base de mezclas de semillas y las más adecuadas son:
- Las de crecimiento inicial rápido.
- Las que tengan un sistema de raíces más denso y profundo.
- Las menos exigentes en cuanto a suelos, clima y mantenimiento.
- Las más duraderas en el tiempo.
- Y, por último, aquellas de mayor disponibilidad en el mercado y a precios más asequibles.
La plantación también debe estar basada en las especies autóctonas y no hay una mezcla estándar para todos los casos, y ahí es donde las adelfas encajan a la perfección con las pautas marcadas.
Las adelfas. El nombre científico es Nerium oleander y, básicamente, son plantas ornamentales. Lo que las hace especiales es que son tremendamente resistentes a las condiciones climáticas más variadas debido a una gran adaptabilidad. Pueden crecer en suelos tanto ricos como pobres y salinos. También 'agarran' en una tierra más ácida y es resistente a los climas áridos, lo que hace que sea muy fácil que arraiguen en la variedad de climas que tenemos en la Península Ibérica.
Es, además, una planta perenne con un follaje bastante denso que ayuda a que no se produzcan esos deslumbramientos por la noche cuando dos conductores que circulan en direcciones contrarias se cruzan. Un peligro que tienen las carreteras es el de la monotonía y ahí entran en juego para servir como guía visual de ‘muro’ para que sepamos en todo momento cuáles son los límites y, debido a su densidad, cumplen la función de cortavientos y amortiguador acústico. Y, en caso de invasión de la mediana, también pueden reducir la severidad del impacto. Vamos, que las adelfas se ajustan perfectamente a las indicaciones gubernamentales.
Absorción de CO2. Además de los puntos positivos directos para la salud vial, no hay que despreciar la capacidad de absorción de CO2 que tienen las adelfas. La Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía realizó un estudio sobre la capacidad de absorción de CO2 de algunas especies, estando la adelfa entre las que hacen un buen trabajo.
Precisamente, hay otros lugares en los que se está buscando el modo de utilizar plantas en carreteras como sumidero de CO2. Hace unos meses, Madrid presentó un proyecto para cubrir partes de la M30 con jardines verticales que ayuden a reducir la contaminación.
No todo es perfecto. Ahora bien, son extremadamente tóxicas. En algunos países y en el pasado se utilizaron como ingrediente de la medicina tradicional, pero son venenosas tanto para personas como para algunos animales. Hay polinizadores que, en época de flor, se acercan, pero también pueden atraer a pequeños animales que cruzan las carreteras y pueden suponer un peligro para los conductores.
Adelfas y placas solares en las autovías. Ahora bien, quizá deberíamos seguir el ejemplo de otros países en el trato a lo que hay entre carriles de las autovías y a sus costados. En Alemania, por ejemplo, también hay vegetación en la mediana para beneficiarse de esos puntos positivos en materia de ruido y reducción de deslumbramientos. Pero, además, hace un tiempo se propuso la 'plantación' de paneles solares.
Estos estarían en los costados de la carretera y ayudarían a aprovechar un espacio que, actualmente, no se utiliza. De hecho, otras propuestas alemanas pasan por la instalación de techos solares en las autovías para proteger las carreteras a la vez que, evidentemente, ayudan a conseguir los objetivos de generación de electricidad gracias a las renovables. Algo que, a tenor de los últimos informes, va viento en popa en Europa.
Pero bueno, si no sabías por qué hay miles de adelfas en nuestras autovías, ya lo sabes.
Imágenes | Alvesgaspar, DGT
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