La DGT 3.0 sigue dando pasos adelante. El proyecto de Tráfico para mejorar la seguridad en las carreteras mediante el coche conectado ya tiene las empresas que desarrollarán los sistemas durante los próximos cuatro años. El consorcio recibe una adjudicación por un valor superior a tres millones de euros.
La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Vodafone, Pons Mobility, Kapsch TrafficCom e Inspide serán los encargados de dar el soporte técnico y desarrollar nuevos usos de la plataforma conectada de la DGT. Estas empresas han sido elegidas para dar impulso a un proyecto en el que hay puestas muchas esperanzas y, de momento, pocas certezas.
El contrato, por tanto, se alargará hasta el mismo año en el que sean obligatorias las nuevas balizas para emergencias. Las luces V-16 sustituirán a los triángulos a la hora de señalizar un accidente o una avería y estarán conectadas con Tráfico mediante geolocalización.
En este consorcio, Vodafone ya estaba probando suerte en el terreno de las comunicaciones de Tráfico. En marzo lanzó la plataforma Step, como medio para facilitar la comunicación entre conductores, autoridades y responsables de las carreteras. PONS Mobility aportará su experiencia como consultora especialista en movilidad, Kapsch TrafficCom cuenta con Sistemas de Transporte Inteligente (ITS) para la gestión del tráfico y Inspide diseñará y desarrollará los nuevos servicios que se vayan implementando.
Los objetivos de DGT 3.0
Las empresas mencionadas serán las encargadas de desarrollar la plataforma DGT 3.0 en una de sus fases más importantes. Como decíamos, a partir del 1 de enero de 2026 se implementará el primer gran cambio en materia de coche conectado en nuestro país entre conductores y autoridades.
Para entonces, las luces V-16 avisarán a tráfico de que hemos sufrido un accidente o una avería utilizando un sistema de geolocalización. Este sistema permitirá poner en marcha el servicio de emergencias con mayor rapidez, gestionar el tráfico en el lugar (redirigiéndola, si hiciera falta) y, se espera, poder avisar al resto de vehículos conectados que se muevan por la carretera.
Además de las luces V-16, Tráfico está ensayando con otras herramientas conectadas para el control y gestión del tráfico, como los conos conectados. La idea, una vez más, es poder avisar a los conductores, mostrarles información precisa del estado del tráfico o avanzarles los peligros, cortes o restricciones que encontrarán a su paso.
La UTE tiene, por tanto, el reto de desarrollar la plataforma en los próximos cuatro años y, además, establecer los mecanismos para garantizar el anonimato de los datos. La implantación, eso sí, debería ser progresiva, teniendo en cuenta que la edad media del automóvil español no deja de subir.
Los anuncios de la futura plataforma han levantado dudas entre algunos conductores. Y es que, con ella ha llegado la confirmación de un hecho: nuestros coches estarán conectados en todo momento a Tráfico. Un sistema de comunicaciones que hay quien están pensando, incluso, utilizarlos para controlar las emisiones de nuestros coches o la velocidad máxima a la que podemos movernos en ciudad.
La duda es si se cumplirán los plazos, pues la implantación de esta nueva herramienta necesitará de una instalación intensiva de redes 5G. ¿De cuánto tiene que ser esta inversión? Si los planes salen adelante, la Unión Europea debería haber invertido en 2025 un total de 3.500 millones de euros y España debería haber hecho lo propio con otros 1.500 millones de euros.
Foto | Luis García
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